ZACARÍAS MARTINEZ-MAÍLLO. Justa derrota del Rayo Majadahonda en Ibiza. Lo que ocurre cuando preparas un encuentro con 5 defensas y 3 medios de corte más conservador que creativo, salvo Carlitos, se asume que uno sale a jugar para al menos intentar que la portería quede intacta. Sin embargo suele ocurrir que lo que se consigue es que, aceptando que el contrario tenga la pelota, los riesgos que se asumen son demasiado elevados y en una jugada fortuita el gol llegue. Eso es lo que le pasó precisamente al Rayo Majadahonda en el partido contra el Ibiza disputado en Can Misses este 1 de septiembre (2019). La primera parte fue soporífera. Así, sin eufemismos. Ninguno de los dos equipos fue capaz de encadenar dos jugadas seguidas, no ya con peligro sino con tres o cuatro toques consecutivos. El Rayo solo llegó a la puerta local en un centro que remató de cabeza el desafortunado defensa Adrián Jiménez a la base del poste. Por su parte, el Ibiza fue también incapaz de crear peligro alguno salvo en un disparo de falta que se estrelló en el travesaño, tras un garrafal error de Basilio al coger la pelota con la mano en su punto de penalti a pesar de que el balón era cedido por su propia defensa.


Zacarias Mtnez Maíllo

El segundo tiempo arrancó con la misma tónica, hasta que en el minuto 66 un centro desde el lado izquierdo fue desviado por Adrián en su intento de despejar, yendo a parar al fondo de la portería rayista. Un gol en propia puerta que no hacía justicia al juego desplegado por el equipo ibicenco pero que era esperable dado el planteamiento defensivo de Calero. El tanto local animó al equipo balear, que se dio cuenta que la victoria era posible y desplegó un juego de toque y pase rápido, sin que el Rayo Majadahonda hiciera el mínimo amago de rectificar su juego simplón. Así, faltando unos minutos para concluir el encuentro el delantero centro ibicenco se dio un homenaje de posesión de la pelota dentro del área visitante sin que la defensa fuese capaz de quitársela, hasta que se plantó solito ante Basilio y marcó casi a placer. Mucho tiene que mejorar el Rayo Majadahonda si queremos no ya aspirar a repetir la gesta de ascender a la división de plata sino simplemente desplegar un juego equilibrado que nos garantice partidos vistosos y una buena posición en la tabla de la Segunda B.

J. Federico Mtnez

J. FEDERICO MTNEZ. «Vacaciones en Ibiza» sería mi titular sobre el Rayo Majadahonda ante el equipo de Morillas y Tony Arranz, viejos compañeros de fatigas en el Cerro del Espino que junto al ex del Eibar, Javi Lara, nos pintaron la cara de celeste. Una espantosa primera parte sustituta del opio ante un césped artificial y un estadio a cuya sombra el Cerro parece el Santiago Bernabeu. Pero enfrente un equipo correoso que ha hecho de la humildad una gran virtud, según contaba su responsable de prensa, Pablo Sierra. El Ibiza subió a Segunda B la pasada temporada tras ocupar la plaza del desaparecido Lorca y tuvo que improvisar una plantilla hecha para la Tercera División. Ahora con Alfaro en el banquillo le ha dado alas.

Sería injusto mortificarse con el Rayo Majadahonda en el partido 2: nadie espere que el equipo de Calero juegue como el de Iriondo (las comparaciones son odiosas) y se supone que tampoco copiará sus defectos. Si aquel era vistoso y jugón, pero no amarraba, éste es más farragoso y lento pero si cuela el partido no se le escapa. Y eso es lo que falló en Can Misses: dos palos que podían haber sido un 0-2 inapelable se convirtieron en un 2-0 a causa del mayor acierto local. Si contra el Sporting de Gijón hubo fortuna, la suerte esta vez se mostró esquiva en las Islas Pitiusas que describió Plinio el Viejo cuando las avistó llenas de pinos. Y en efecto, si no queremos empezar a tomar medidas para el traje de madera navideño, habrá que corregir fallos en la zaga, controles con errores infantiles, algunos egoísmos fruto de una plantilla nueva y varias cosas más. Sin embargo, aún es pronto para juzgar, sentenciar y crucificar. Da pena perder contra un equipo tan ramplón en juego como lo fue el Ibiza contra un Rayo Majadahonda a su altura donde según los comentaristas televisivos locales solo brilló Jean Jules, pero esta plantilla (que esta semana presentará su último fichaje estrella) está hecha para «play off». Y hasta Iriondo ha declarado que es un plantel de lujo para la categoría. A pesar del mal rato del domingo, yo sigo confiando en Calero y Carazo. Y hasta enero, y tiempo hay para demostrarlo en la clasificación, todo es toro.


Gregorio Mª Callejo

GREGORIO Mª CALLEJO. Un Rayo Majadahonda de perfil conservador decepciona en Ibiza, sería mi titular. Y es que se me reprocha alguna vez mi exceso de prudencia. Quiero seguir siendo prudente y ponderado en mis crónicas. Y lo primero que quizás debo hacer es ubicarme. Me cuesta. El grupo es diferente (me temo que más fuerte) que el de hace dos años. El Rayo es también otro, es un equipo nuevo. El juego, la propuesta, también es distinta a la de hace dos temporadas. Hemos jugado contra dos gallos, el clásico Sporting B, que siempre da la talla, y un renovado Ibiza. El domingo nos visita otro gallo. Un At. Baleares que se está siendo clásico ya en las promociones de ascenso. Debo también ser prudente porque el partido de Ibiza es el primero que veo esta temporada. Pero desde luego la impresión ha sido profundamente decepcionante. El Rayo salió a jugar a eso tan peligroso del «yo me protejo bien y ya tendré la mía». A veces da resultado. La version «hard core» de ese planteamiento la vimos en el histórico partido contra el Cartagena (y desde luego, insisto, es una versión extrema de este tipo de planteamiento). Se protegieron tan bien que no tuvimos ni media ocasión. Se protegieron a base de orden, perdidas de tiempo, faltas… y tuvieron las suyas. Todo iba perfecto, pero acabaron con un balón absurdo en su portería en el minuto 97.

Hoy podía haber salido bien, porque el Rayo se protegió bien y tuvo también la suya. Pero suele ocurrir también que por mucho que te protejas, el rival también tiene ocasiones. El Ibiza bien pudo abrir el marcador con un cabezazo picado a los seis minutos. Luego pasaron pocas cosas, pero en un contexto triste y plomizo. Pasaron pocas cosas porque el Rayo jugó con defensa de cinco y con muy escasa aportación de los laterales. Pasaron pocas cosas porque la triada Jean Jules, Carlitos, Llorente no podía combinar con soltura. Pasaron pocas cosas porque los delanteros estaban desenganchados, a kilómetros de cualquier linea de pase. Y también pasaron pocas cosas porque el Ibiza, mas voluntarioso, se chocaba contra esa poblada y ordenada estructura de los nuestros. Y sí, tuvimos la nuestra, pero no entró. Un balón parado con cabezazo al palo, y acto seguido una imprudencia de Basilio (que debió tener en cuenta que no era algo inimaginable pitar cesión si cogía con las manos el balón) casi nos cuesta el primero. Descanso y otra impresión más bien anecdótica: la irrelevancia en la presión de los nuestros habían convertido a Morillas en un jugador casi elegante en la salida de balón. Para frotarse los ojos.

La segunda parte comenzó igual, pero Alfaro decidió ir a por el partido con cambios ofensivos. Con un Ibiza algo desajustado el Rayo se vio más suelto, mas fino. Una contra estupendamente trenzada acabó con una volea en el larguero, Rubén Mesa cabeceó un balón con intención… pero llegó ese gol inesperado y tonto que a veces te marcan cuando calculas demasiado los partidos, cuando juegas al «yo me protejo y ya tendré la mía». Y el Ibiza marcó un gol que no procedía propiamente de ninguna ocasión. A partir de ahí, y con el Rayo obligado a cambiar de guión, el partido se tornó caótico y en el caos, con Jean Jules comandando la nave de forma suicida, llegó otro gol paradójicamente generado por una notoria empanada defensiva. Un bocado de realidad. El sábado pasado el Rayo contó con la suerte. Hoy fue esquiva, pero suele serlo cuando juegas así. El domingo viene otro partido para medir las reales posibilidades de esta plantilla, en principio confeccionada (y pagada) para estar arriba. Mi decepción de hoy no me hace perder la esperanza, deseando que vuelvan «las mañanas del Cerro», y con ese beneficio de la duda de lo que cuesta engranar un equipo que es nuevo de cabo a rabo.

NOU DIARI. 2-0. El Ibiza despierta y suma su primera victoria en Liga ante el Rayo Majadahonda. La UD Ibiza ha sumado en casa y ante el Rayo Majadahonda (2-0) su primer triunfo en la Liga en su segunda temporada en Segunda B desde la llegada de Amadeo Salvo al club. El conjunto ibicenco ha sumado sus tres primeros puntos en la competición gracias a un tanto en propia puerta tras un centro al área de Javi Lara que un defensa ha desviado al fondo de las mallas en el minuto 66 y un verdadero golazo de Rodado en las postrimerías del encuentro. Tras la derrota y la mala imagen dada en la primera jornada, la UD Ibiza necesitaba de forma imperiosa una victoria que le permitiera recuperar la autoestima, dar un paso adelante en la clasificación y recuperar la confianza que podía haberse quedado en Canarias una semana antes.

La primera parte fue aburrida y transcurrió entre bostezos, hasta que se acercaba el tiempo de descanso. En los últimos minutos del primer tiempo llegaron las mejores ocasiones en ambas porterías. Primero con una clara oportunidad de los visitantes que acabó con el cuero contra el palo. Después, en un libre indirecto dentro del área por cesión para los insulares. El balón, de nuevo, halló la dureza del larguero en vez de la suavidad de la red. Nada más dio de sí un primer acto de dominio alterno, mucho respeto y poca profundidad por parte de ninguna de las dos escuadras. La segunda parte empezó como había transcurrido la primera, aunque, con el paso de los minutos, el Ibiza fue estirando líneas espoleado por su afición. Producto de ello, en el minuto 66 llegaría el primero de los dos goles del equipo local.

El primero partió de un centro aparentemente sin peligro de Javi Lara desde la izquierda que un defensa desvió a la red. Lo mejor estaba por llegar, un jugadón de Rodado por la derecha que acabó en gol a falta de seis minutos para el final. El delantero del Ibiza dejó en la cuneta a dos rivales y tras caer en el área, se recuperó, se levantó y batió al meta con una gran maniobra. Despierta por tanto el Ibiza y se engancha a una Liga en la que está llamado a estar en la parte alta y peleando por una plaza por el play-off de ascenso. Al grupo, sin embargo, aún le faltan tono y otras muchas cosas por mejorar para dar de sí todo el potencial que esconde esta plantilla.

UD Ibiza: Germán; Grima (Grima, 59′), Gonzalo, Mariano, Morillas, Núñez (Arranz, 78′), Javi Lara, Javi Pérez, Cirio (Carbia, 71′), Rodado, Kike López.
CF Rayo Majadahonda: Basilio; Adrián Jiménez, Llorente, Carlitos (Iago Diaz, 70′), Borja, Pablo Andrade (Laerte, 75′), David Martín, Charlie Dean, Ródenas (Rubén Mesa, 60′), Jean Jules y Jesús Valentín.

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