Rayo-Majadahonda-Oliva-Condal-2014-2015-620-01El Rayo Majadahonda venció por 1-0 (gol de Portilla) este domingo al Real Unión de Irún en el Cerro del Espino en un partido que registró 45 minutos de nervios y tensión en la grada y los banquillos tras la expulsión del zaguero rayista Javi Lorente en el minuto 5 de la segunda parte. Ahí cambió el encuentro y el Rayo Majadahonda supo resistir el asedio a su portería con sufrimiento, a veces agónico, y el sacrificio de todo el equipo volcado en labores defensivas.


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Los hermanos Xabi y Mikel Alonso

Ni siquiera la salida de Mikel Alonso, hermano de Xabi Alonso y una de las muchas estrellas del fútbol que este año pasarán por Majadahonda, pudo desequilibrar la balanza favorable a los locales. Incluso tuvieron oportunidades esporádicas de aumentar su renta, pero que también vieron un palo visitante y como el árbitro anulaba un gol al Real Unión de Irún por fuera de juego que atragantó muchas gargantas de aficionados majariegos, que no cejaron de animar y aplaudir a su equipo.

COx301CWgAAyYcrLa salida del Rayo Majadahonda en el primer cuarto fue en tromba, con una doble oportunidad de gol en el primer minuto de juego. Posteriormente el equipo de Aitor Zulaika confirmó a lo que venía: jugar al balón, dominar la pelota y presionar arriba la salida de los rayistas. El segundo cuarto fue suyo y su estrangulamiento de los espacios puso el encuentro cuesta arriba a los de Antonio Iriondo. Sin embargo, una jugada decidió el partido: José Luis, el mejor del centro del campo majariego con 33 años a cuestas pero solo 19 en las piernas, cambió inesperadamente la brújula de un pase y lo lanzó a la banda izquierda, donde Sergi centró rápido y Portilla apretó el gatillo en cuanto el balón botó en el suelo. El 1-0 quizás no hacía justicia a un encuentro muy igualado hasta ese minuto 35.

Mikel Alonso

Mikel Alonso

La segunda mitad, con la citada expulsión de Lorente, enorme jugador pero que ya evidenciaba que había salido al partido con algún nervio desatado de más, convirtió el juego en un monólogo donostiarra. Pero entonces el Rayo Majadahonda supo defender y sufrir. Porque una y otra vez, para desesperación de los iruneses, los balones se estrellaban en la zaga, llegaban a las manos de Basilio ya muy mansos o se desbarataban en rechaces ordenados, con un equipo muy junto donde todos ayudaban a sacar agua de un barco que amenazaba hundimiento como el día del Real Madrid-Castilla. Y a base de fe y espíritu de lucha lo consiguieron.


Basilio, meta majariego

Basilio, meta majariego

Destacó por parte local el gran partido de José Luis e Iñaki, la regularidad, seguridad y estilo de Fabry, la resolución de Portilla y el generoso sacrificio de todo el equipo con Rubén, Oliva, Toni, Jorge, Alex y en general todos los que ayer sudaron la camiseta a borbotones. Como sería el estado de nervios generalizado que al presidente rayista, Enrique Vedia, aún le temblaban algo las manos tras 10 minutos acabado el partido. Y al hierático José Luis Hernández, secretario técnico siempre impasible ante las mayores heroicidades o catástrofes, hasta se le oyó gritar en la grada. Al final, 3 puntos de oro que elevan al Rayo Majadahonda a la mitad de la tabla, convierten en diamantes sus dos empates a domicilio y dan un balón de oxígeno al equipo, que comienza no solo a gustar a los entrenadores y analistas rivales sino, lo que es más importante, a gustarse a sí mismo.

Rayo Majadahonda: Basilio; Rubén, Iñaki, Lorente, Oliva, Sergi (Álex 76’); Fabry, Jose Luis, Toni; Rubén Blanco (Borja (61’), Portilla (Jorge 81’).

Real Unión: Irazusta; Morcillo, Urkizu, Esnaola, Sagasti; Rodellar, Domínguez; Eizmendi, Romo (Ozkoidi 59’), Barrón (Alonso 59’); Galán.

Majadahonda Magazin