LIDIA GARCIA. Alejandro, vecino de Majadahonda, ha denunciado este verano (2022) en las redes sociales lo que le ha ocurrido en el parking del Gimnasio Forus de Majadahonda mediante un artículo titulado «Ay Forus Forus...»: «Hace unos días nos robaron una bicicleta de montaña en el gimnasio Forus Valle de la Oliva. Estaba encadenada en las barras para tal efecto que están a escasos metros frente a la puerta de la entrada. Escribo este post porque creo que hay dos hechos denunciables. El primero, obviamente el robo de la bicicleta que ya notificamos formalizando una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil. El segundo hecho denunciable, y por este medio, las redes sociales, es la nula sensibilización y el cero compromiso de Forus con respecto al tema, a través de su personal de recepción y “atención al cliente” (esto segundo lo pongo en duda). Nula sensibilización porque la respuesta en forma de ayuda que recibimos al comentar la incidencia con la persona del gimnasio fue: “Búscala en Wallapop”. Comentario tan falto de tacto como impertinente». No es la primera vez ni la única: la vecina Iciar Güemes Mato confirma que «a mi hijo también le robaron la bici en su aparcabicis y por supuesto se desentendieron del tema».

La primera víctima del robo denuncia «cero compromiso porque de la misma persona recibimos también el dato de que pasa muy a menudo, y aun así, parece que el gimnasio no tiene intención alguna (hasta hoy) de colocar alguna medida disuasoria como una cámara para intentar evitar disgustos de este tipo a sus clientes, quienes mantienen su negocio, ni ayudar a proporcionar pruebas a la Guardia Civil, y sí en cambio seguir facilitando la labor a los amigos de lo ajeno. Sé que el gimnasio puede decidir no tener responsabilidad sobre los vehículos allí aparcados, bicletas, motos y coches, aunque sea un recinto cerrado, pero volvemos al tema de la atención y el cuidado de la gente, que es “su gente”. Si el deporte, la actividad física, el culto al cuerpo y la vida sana son valores que trabajan a favor de una sociedad mejor, hay otros valores que esta institución debería también cuidar y fomentar, así como aleccionar a sus empleados a tener más empatía y más acierto en sus respuestas», concluye Alejandro.