Uno acapara casi todas las portadas de la prensa y el otro hace las delicias de la televisión por su desparpajo, sus contradicciones y su rudimentaria expresión. Hablamos de Guillermo Ortega «Willy» y de Romero de Tejada «Don Ricardo», que salpicaron el nombre de Majadahonda a causa de sus desmanes con la corrupción de la trama Gürtel y el desmedido uso de las «tarjetas black», previo a la quiebra de Caja Madrid. “Yo debía ser diferente porque a mí me hicieron una indicación sencilla y natural: gaste usted hasta tal límite. Y durante 18 años estuve gastando hasta los límites que me indicaban: mensual y anual. Nadie me llamó la atención durante 18 años”. Ricardo Romero de Tejada, ex alcalde de Majadahonda, suscitó el mayor interés del juicio por las tarjetas black hasta tal punto que varios “youtubers”, entre ellos la célebre «Hemeroteca del Buitre», subieron íntegra su curiosa declaración ante el fiscal Alejandro Luzón, que quiso leerle un email “para refrescarle la memoria…”, a lo que el ex primer edil contestó: “No, si la memoria la tengo fresca”. El fiscal, sin embargo, también tiró de ironía entre sonrisas: “No me cabe duda, Don Ricardo”.
Por su parte, la fotografía de otro alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, conocido como «Willy», protagonizaba igualmente casi todas las portadas de la prensa española por la contigua vista del “caso Gürtel”, que se desarrollaba una planta más arriba. En la segunda sesión del juicio, su hermano Jacobo Ortega, solicitó que se le eximiera de asistir porque vive en Alemania «donde está casado con su mujer», según las palabras redundantes de su abogado. La defensa de Gema Matamoros, ex esposa de Willy Ortega, también pidió ausentarse del juicio como el tribunal ha permitido con Ana Mato. En la sala del piso superior, Romero de Tejada se esforzaba en justificar como y porqué había gastado 212.000 € con su tarjeta de crédito pública pero negó que hubiera pedido 11.900 euros más para su plástico, tal y como constatan 2 secretarias de Caja Madrid. Dos diarios reprodujeron este miércoles los gastos del ex alcalde, que defendió que pasar la factura del taller de su automóvil era un gasto público porque “mi coche lo gastaba para el servicio de Caja Madrid”.
“Hacía gastos que iban inherentes al puesto de consejero, que no es óbice para que alguna vez hiciese gastos de carácter particular, como en ese listado, que yo le llamo chuleta, pueda reflejarse. Por ejemplo, en ese listado famoso figura que he llevado el coche al taller: yo no disponía de coche de Caja Madrid y por tanto mi coche lo gastaba para el servicio de la Caja para ir a ver municipios, empresarios y cien mil funciones que tenía que hacer: alguna comida con alguien que por mi vinculación a la Caja tenía que atenderle por cien mil peticiones que a un consejero nos llegaban continuamente”. Así justificó el ex alcalde de Majadahonda, Ricardo Romero de Tejada, el uso de su tarjeta “black”. Cuando el fiscal le preguntó si esas gestiones eran más propias de los directivos y no de los consejeros respondió: “mis puestos eran ejecutivos en otros ambientes y no cuantificaba cuanto tiempo dedicaba a una cosa y cuanto a otra. Trabajaba 14, 15, 16 horas y muchas de esas horas las dedicaría a la Caja, pero no sé cuantas, si 5, 10 o 15”. Las contradicciones, el cuajo y a veces la ruda expresión de Romero de Tejada suscitaron la atención de la prensa por encima de otros consejeros: “Me llamó 2 veces el secretario general en diciembre para decirme que había llegado al límite (de la tarjeta), cosa que le agradecí enormemente porque no tenía sistema donde poderlo controlar porque no nos llegaban los extractos. Guardaba todos los boletos porque no quería que nadie me llamara la atención por si hacía un gasto inadecuado o me había pasado de límite”. Cuando el fiscal le pregunta qué gastos eran los “inadecuados”, Romero de Tejada rectifica: “Para mí eran adecuados todos”.
EL MUNDO: Tras poco menos de una hora de interrogatorio, le tocó el turno a Antonio Romero, ex consejero de Caja Madrid por el PSOE. El socialista mantuvo la misma línea de defensa que su antecesor. «Yo no reconozco muchos de los movimientos que hay de esta hoja Excel», apuntó, argumento al que se sumó, minutos después, Ricardo Romero de Tejada, ex secretario general del PP de Madrid y ex consejero de Caja Madrid, con calificativos del tipo «chuleta» o «el listado famoso», en relación a la citada hoja de Excel. Dicho esto, Romero de Tejada continuó su declaración usando palabras no adecuadas para su situación –está acusado de un delito continuado de apropiación indebida-. El que fuera también alcalde de Majadahonda calificó los gastos realizados con las tarjetas «inadecuados», término que provocó la pregunta inmediata del fiscal. «¿Ha dicho usted inadecuados?», repreguntó Luzón. Romero de Tejada salió del atolladero advirtiendo de que él guardaba los justificantes de los gastos por si alguien decía que eran «inadecuados».
EUROPA PRESS: El ex consejero de Caja Madrid y ex secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, ha defendido la legalidad de las tarjetas ‘black’ otorgadas por la entidad a exaltos cargos y directivos y se ha mostrado convencido ante el tribunal que juzga el caso que en 18 años no ha cometido actividad ilícita por el uso de las visas. Romero de Tejada ha respondido que desde que se le entregó la tarjeta por parte de la secretaría general del Consejo de Administración no tuvo «la más mínima duda» de que era una retribución. Por ello y «por pura prudencia» decidió guardar todos los extractos de las compras efectuadas con su tarjeta y que ascienden a 212.216 euros.
El que fuera alcalde de Majadahonda (Madrid) entre 1989 y 2001 ha asegurado que los gastos que hizo con su tarjeta ‘black’ y por los que el Ministerio Público le acusa de delito continuado de apropiación indebida son «adecuados» y no están fuera del marco legal. Romero de Tejada se ha referido incluso, a preguntas de su defensa, a una entrevista que ofreció a un periódico de tirada nacional en 1999 en la que habló abiertamente de las tarjetas ‘black’, de su práctica y de que los directivos y altos cargos podían hacer uso de a misma sin necesidad de justificar los gastos. El ex consejero es el octavo del total de 65 ex altos cargos y directivos de Bankia en someterse a las preguntas de las partes en el marco del juicio en el que la Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal dirimirá si estos acusados -entre los que se encuentra una nutrida representación de políticos, líderes sindicales y representantes de la patronal- son culpables de los delitos de apropiación indebida continuada y administración desleal.