Rubén Darío (Izquierda) y Roberto

«Ya en la cena, el modelo de Majadahonda presumió de su frondosa melena, algo que Roberto detestó profundamente: «No me gusta. Es que el pelo largo…no. No me gusta. Y es que eso para lavarlo y para peinarlo, tela telita. Para eso te coges la maquinita y raca raca». El portal Ecoteuve se hace eco de un nuevo episodio en el que Majadahonda se convierte en el eje de una anécdota relacionada con el popular programa First Dates que presenta el no menos simpático Carlos Sobera. El protagonista de la anécdota es un joven modelo de Majadahonda llamado Ruben Darío cuya cita fracasó por su «excesivo optimismo» que lejos de cautivar a Roberto, su pretendiente, terminó por espantarle. «No me gusta, que asco. No me gusta tanta positividad«, replicó la pareja que había buscado el programa para Rubén Darío. Sin embargo, este no sería el último episodio de esta fatídica cita ya que Roberto pidió al modelo majariego que le invitase a la cena: «¡Como me has enseñado a ser positivo me vas a invitar tú!»», algo a lo que Rubén se negó: «¡No, no, a pachas!».

Pero este no fue el único «momento incómodo» que vivió el modelo majariego durante su participación en First Dates. Matías, el conocido coctelero y camarero de la barra del programa, confundió la orientación sexual de Rubén Darío y mientras este esperaba a su cita le espetó la siguiente pregunta: «Tendrás pretendientas por todas partes del mundo ya… ¿no?«. Un episodio al que el chico de Majadahonda se limitó a responder que le «gustaba más tener pretendientes». Más tarde Rubén Darío confesó que «le había costado mucho aceptar que era homosexual porque la sociedad de ahora es muy cerrada» y que la «condición sexual no te define como persona». Un episodio al que el camarero de First Dates quitó hierro afirmando jocosamente que a él siempre siempre le pasa lo mismo.

El coctelero Matías y Rubén Darío

Resumen del programa (Cuatro TV): «No ha hecho falta esperar al final de la cena para que Roberto diese su veredicto sobre su cita. Rubén Darío, un chico muy singular, ha sido su compañero ¡y no podían ser más opuestos entre sí! Rubén Darío desborda positividad, tiene un estilismo muy particular y las ideas sobre su futuro muy enfocadas a crear una familia. Roberto es negativo (o «realista» como él dice), detesta la positividad extrema y odio el pelo largo de Rubén Darío. Majadahonda y Fuenlabrada no han sido compatibles por esta vez».
Fuente: Ecoteuve

Fuente: Ecoteuve

Fuente: Cuatro

 

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