DR. MICHAEL GREGER. (MD, FACLM). Volvamos a la lista oficial y continuemos con el cáncer. ¿Qué hay de nuevo?. Gracias al estudio científico más extenso y prospectivo sobre la alimentación y el cáncer jamás realizado por la humanidad, sabemos que ”la incidencia de todos los cánceres combinados es más baja entre los vegetarianos” frente a los consumidores de carne, especialmente en algunos de los tumores de más rápido crecimiento, como linfomas y leucemias. Y para eso, la peor carne es, en realidad, la de aves y concretamente aún más el pollo. Se triplican las tasas por cada 50 gramos de consumo de aves. Un cuarto de pechuga de pollo triplica tu riesgo.
El vínculo entre la carne y el cáncer es tal que incluso la revista «Meat Science» preguntó el año pasado: ”¿deberíamos volvernos vegetarianos?”. Y dijeron: ”¿podemos volver la carne más segura?”. Hay un montón de aditivos, por ejemplo, dijo que los fabricantes «pueden suprimir los efectos tóxicos del hierro sanguíneo, el hierro hemo” que se encuentra en la carne. Ahora los aditivos siguen sometidos a estudio, pero “podrían proporcionar una manera aceptable de prevenir el cáncer de colon”, pues evidentemente evitar la carne es impensable. Temen que al ceñirse a las recomendaciones del Instituto Nacional del Cáncer de reducir el consumo de carne, ”seguramente se reduciría la incidencia del cáncer, pero los productores y la industria cárnica sufriría considerables dificultades económicas”. Ahora, para quienes nos preocupamos más por el sufrimiento causado por la industria cárnica, que por el sufrimiento de la industria cárnica ¿qué sucede si sometes al cáncer a una alimentación vegana? Bien, la Fundación para la Investigación Pritikin acaba de concluir esta refinada serie de experimentos, a los que quiero dedicar un poco de tiempo. Experimentos sencillos. Les asignaron a las personas diferentes dietas, extrajeron su sangre y la gotearon sobre células cancerosas que crecían en una placa de Petri y solo esperaron para ver cuál sangre era mejor suprimiendo el crecimiento del cáncer.
Ellos fueron quienes publicaron el estudio que muestra que la sangre de quienes tenían una alimentación vegana fue dramáticamente menos favorable al cáncer. Ahora, incluso la sangre de quienes se alimentan con la dieta estadounidense estándar combate el cáncer. Quiero decir que si no, todo el mundo estaría muerto. Es solo que la sangre de aquellos con alimentación vegana lo combaten aproximadamente 8 veces mejor. La sangre de aquellos que consumen la dieta estadounidense estándar suprime el crecimiento del cáncer en un 9%. Sin embargo, le das a la gente una alimentación a base de vegetales durante un año y su sangre simplemente lo destroza. La sangre que circula en los cuerpos de los veganos tiene casi ocho veces el poder de detención cuando se trata de crecimiento de células cancerosas. Ahora esto fue para el cáncer de próstata, el cáncer más común en los hombres. En las mujeres es el cáncer de mama. Así que los investigadores de Pritikin intentaron duplicar el estudio con mujeres utilizando, por el contrario, células de cáncer de mama. Pero no querían esperar los resultados todo un año, así que estimaron que verían lo que una alimentación a base de vegetales podía hacer en solo 2 semanas contra 3 tipos diferentes de cáncer de mama humano. Comparaban las tasas de crecimiento del cáncer con un impulso del 100% con una alimentación a base de vegetales durante solo 14 días. (Continuará. Puede visitar la página del Dr. Greger aquí).
Economicamente a «alguien» le mola estos consejillos absurdos, y que por sensatez nadie vamos a hacer caso alguno.
¡¡QUE CANTIDAD DE MEMECES!!