DR. MICHAEL GREGER (M.D. FACLM). *La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Elisabel Gómez. ¿Existen pruebas de que los enjuagues bucales con aceite sean eficaces contra enfermedades como la parálisis, la meningitis, el cáncer o el sida? En artículos anteriores he hablado de lo seguro que es usar aceite de coco en el pelo o en la piel, pero, si hablamos de consumirlo, eso ya es una historia diferente. De hecho, puede que hasta sea peligroso estar en un sitio cerrado donde se están cocinando alimentos con aceite de coco si este alcanza altas temperaturas. No sé de dónde se ha sacado la idea la gente de que es seguro cocinar con aceite de coco. El aceite de coco es el aceite con uno de los puntos de humeo más bajos. Al alcanzar la temperatura idónea para freír, este aceite puede emitir varios compuestos tóxicos, y estas emisiones podrían ser dañinas para nuestra salud, así que debemos asegurarnos de que haya buena ventilación.
Evidentemente, no recomiendo que te lo inyectes en tus partes más privadas y hasta ponerse debajo de un cocotero puede tener sus riesgos. Pero ¿y si te enjuagas la boca con aceite de coco? Esta práctica, que se conoce como oil pulling en inglés, es un remedio popular que se lleva realizando mucho tiempo y que consiste en enjuagarse la boca con aceite comestible, como si de un enjuague bucal se tratara. A esta práctica se le han atribuido «beneficios para la salud bucal y para la salud general”. La dosis es una cucharada y lo único que hay que hacer es enjuagarse la boca con ese aceite durante un máximo de 20 minutos. Si es demasiado tiempo, también se puede hacer durante 5 o 10 minutos. A continuación, hay que escupir el aceite, enjuagarse la boca con agua y lavarse los dientes.
Puedo entender que el oil pulling ayude a eliminar la placa dental y, por consiguiente, tenga beneficios para la salud bucal. Pero ¿por qué iba a tener beneficios para la salud general? Como comento en mi video «¿Ayudan contra el cáncer los enjuagues con aceite?», no solo se trata de una práctica que en teoría es “totalmente inofensiva”, sino que también parece ser que “este método tan sencillo nos puede ayudar a tratar varias enfermedades, en algunos casos puede incluso ayudarnos a evitar que tengamos que someternos a intervenciones quirúrgicas o tomar fármacos que pueden tener efectos secundarios perjudiciales”. Estaba mirando críticas sobre el oil pulling y me hizo mucha ilusión ver una cita, hasta que me di cuenta de que la fuente de la cita era www.oilpulling.com, un libro electrónico que obviamente da respuestas a preguntas como “tipos de aceite para el oil pulling, qué enfermedades se pueden curar si practicamos el oil pulling, qué pruebas científicas hay respecto a la terapia del oil pulling, y mucho más.
¿La moraleja? Consulta las fuentes siempre. Aunque una de las fuentes que citan los defensores del oil pulling sí que parece legítima. Se publicó en el British Dental Journal, pero se trata de una carta de un chico que afirma que, según la literatura científica, los enjuagues bucales con aceite pueden “ser efectivos para tratar varios trastornos como la parálisis, la meningitis o enfermedades crónicas como el cáncer o el sida”. Sin embargo, no menciona ninguna fuente. Así que esa literatura a la que se refiere bien podrían ser cuentos de hadas. En resumidas cuentas, no hay ningún tipo de evidencia científica que demuestre que estas afirmaciones sean ciertas.
¿Y las afirmaciones acerca de la salud bucal? Si miramos la lista de los supuestos beneficios, desde trombos hasta la detención del crecimiento de tumores malignos, y si compruebas las citas que en teoría respaldan esas afirmaciones tan absurdas, llegados a este punto seguramente no te sorprenderás de que no tengan nada que ver con la trombosis, el cáncer o ninguna de las otras enfermedades. En cambio, se trata de referencias a estudios que se han realizado en el ámbito de la salud dental. Pero bueno, no tiremos las frutas frescas con las pochas. Vamos a ver qué es lo que dicen. Los estudios empiezan así: añade el oil pulling a la rutina de higiene bucal de algunas personas, y verás cómo la gingivitis mejora semana tras semana, mientras que la placa va despareciendo, tal y como puedes ver en mi video. En este estudio se utilizó aceite de girasol. ¿La conclusión? “Los enjuagues con aceite tienen beneficios para la salud dental”. Se llegó a la misma conclusión con el aceite de coco, como puedes ver en mi video. La gingivitis y la inflamación de las encías comenzaron a mejorar en menos de una semana, a la vez que la placa iba disminuyendo. No suena mal, ¿verdad? Los investigadores llegaron a una conclusión muy parecida: “Los enjuagues bucales con aceite podrían ayudar a disminuir la formación de placa y la gingivitis causada por la placa”, por lo que estaría bien incorporar esta práctica a nuestra rutina de higiene bucal.
¿Alguien se ha dado cuenta del error que se ha cometido en estos estudios? No hay grupo de control. ¿Por qué siempre insisto tanto en que se necesitan grupos de control? ¿No sirve el propio estudio como grupo de control? Piénsalo: sabemos cómo empezaron los sujetos, y cómo evolucionaron semana tras semana, y pudimos ver una mejoría continua en los niveles de placa y gingivitis. O podría ser que sea una mera coincidencia el hecho de que todos los sujetos vieran mejorías tras empezar a usar el aceite de coco. Te voy a explicar en qué consiste un fenómeno conocido como el efecto de Hawthorne. Muy a menudo, los pacientes parecen mostrar mejorías por el simple hecho de formar parte de un ensayo clínico. ¿Por qué? Porque los pacientes podrían estar mejorando su higiene bucal como consecuencia de esa atención especial y de los exámenes frecuentes que suelen darse al formar parte de un estudio. De hecho, el efecto de Hawthorne es una de las razones más importantes por las que deben hacerse estudios controlados.
Nos pasa hasta a los mejores. ¿No te cepillas los dientes con más ímpetu antes de una visita al dentista? Pues bien, imagínate que sabes que vas a ir al dentista a que te hagan un examen una vez a la semana durante un mes, para que te miren la placa y la gingivitis. ¿No crees que inconscientemente te esforzarías más con el cepillo de dientes y el hilo dental? Este repunte en la higiene bucal por sí solo podría dar resultados como los vistos en estos estudios. Por lo tanto, la única manera de comprobar si el oil pulling tiene algo que ver con esas mejorías es si se tiene un grupo de control. Los pacientes de este grupo no se enjuagarían la boca con aceite de coco, pero sí sabrían que iban a tener exámenes dentales semanales. Por desgracia, no hubo ninguna compilación de estudios controlados… hasta que se hizo el estudio del que hablo en mi video «Beneficios del enjuague con aceite contra la placa y la gingivitis».
¿QUÉ HEMOS APRENDIDO?. Se puede aplicar aceite de coco en el pelo o en la piel sin ningún riesgo, pero no recomiendo consumirlo o estar cerca cuando se está calentando para cocinar con él, ya que a temperaturas altas puede emitir compuestos tóxicos que podrían resultar dañinos para nuestra salud. El oil pulling (el hecho de enjuagarse la boca con un aceite comestible, como si fuera un enjuague bucal) es un remedio popular, pero no hay pruebas científicas que demuestren que es efectivo contra el cáncer, la parálisis, la meningitis, la trombosis, el sida u otras enfermedades crónicas. Cuando añadimos el enjuague con aceite a nuestra rutina de salud bucal, la cantidad de placa parece disminuir, y la gingivitis e inflamación de las encías parecen mejorar, pero los estudios que se han llevado a cabo no utilizaron un grupo de control, por lo que los resultados no tienen fundamento alguno. Puede que se esté dando el efecto de Hawthorne, según el cual los sujetos de un estudio parecen mostrar mejorías por el simple hecho de participar en un estudio clínico. Por ejemplo, es posible que los participantes estén mejorando sus prácticas de higiene bucal por estar sometidos a esos exámenes frecuentes que forman parte del estudio, y esta podría ser la única causa de las mejorías observadas. Lea más consejos del Dr. Greger.