img_0868PAULA BERBELL. En la Avenida Doctor Marañón 47, a la salida de Majadahonda en dirección al Centro Comercial Plaza Norte y antes de llegar a la Policía Municipal, se encuentra el que es quizás uno de los bares más antiguos de la ciudad: “Sol y Aire”. Lo fundó Alberto Gala hace cuatro décadas, cuando llevaba trabajando desde que tenía 6 años en el campo, llevando fruta y verdura en un carro, yendo de aquí para allá de un pueblo a otro, pues su madre se había quedado viuda con este niño y una hija de 10 meses durante la guerra civil. “Mi madre nos sacó adelante como una leona y además nos educó en valores”, dice don Alberto, que aún hoy baja a la huerta a cuidar sus hortalizas y frutas, acude a los toros y al fútbol y disfruta en la vejez de la infancia que no tuvo. Son esos héroes anónimos de Majadahonda que convirtieron un pueblo en ciudad a base de sacrificios, que sembraron la semilla del trabajo a destajo en un erial que había quedado arrasado, como ocurrió en aquella Alemania que hoy es la primera potencia europea reconstruida desde un masivo cementerio. El niño Alberto Gala se levantaba de noche para acompañar a su abuelo y vender con un carro fruta y verdura. Hoy es un próspero restaurador y agricultor ya jubilado. Esta es su historia y la del lugar que lo vio nacer:


img_0848“El Bar Restaurante Sol y Aire se funda en el año 1975 en Majadahonda. A lo largo de estos años este local se ha consolidado por ser un referente de la cocina casera y tradicional. Donde el producto, la tradición y la sencillez han sido y son, sus señas de identidad”, dice su web. Y como bar histórico que es, cuenta también la historia de Majadahonda: “Con el cambio de dinastía, y ya entrados en el Siglo de las Luces, se produce un aumento demográfico considerable, hasta dejarla en 800 vecinos según el censo de Floridablanca. La mayoría eran jornaleros, frente a una minoría de labradores ricos y hacendados forasteros. El pan y la leña, que vendían en Madrid, eran sus principales armas de comercio.

Alberto Gala, detrás de Alberto Tallón, siempre a la sombra de la dinastía

Don Alberto Gala, detrás de Alberto Tallón, siempre a la sombra de la dinastía

Las relaciones con el rey Felipe V fueron entonces muy buenas, consiguiéndose incluso que se indemnizara a los majariegos con 3.000 reales al año por los daños que ocasionaba la caza en el monte del Pardo. A cambio, los habitantes de la aldea accedieron a que se cortase leña de su dehesa para cocer 600.000 ladrillos para construir el Palacio Real”. Y concluye: “El siglo XIX no empezó con buen pie para los habitantes de Majadahonda. Las malas cosechas, la peste, y los efectos de las guerras, dejaron el pueblo casi desolado. En 1812, durante la Guerra de independencia española, las tropas de Wellington se enfrentaron a las francesas en Majadahonda, dejando todo prácticamente derruido”. La historia del siglo XX ya la construyen hombres como Alberto Gala y su madre. Y la del XXI, su hijo Alberto Gala, que hoy regenta el “Sol y Aire”, y quizás sus dos hijas gemelas y su madre. Todo un ejemplo anónimo para Majadahonda.

La familia Gala al completo

La familia de Alberto Gala Jr. al completo

Majadahonda Magazin