Sor Aurita se encuentra en Majadahonda por 2 motivos: buscando fondos para 2 proyectos que quiere poner en marcha en Chad: una escuela y pozos para sacar agua.

JOSE LUIS RAMOS RODRIGUEZ. 10 de julio de 2023. Una vez acabada su misión en Malabo y acabada las restricciones para viajar, Sor Aurita siguió el camino que le marcaba su fe y viajó al Chad, donde vive actualmente. Me cuenta que el Chad es el país africano que ocupa geográficamente el centro de esté continente, que tiene una extensión tres veces España pero con una población de algo más de 17 millones de habitantes, ya que todo el norte es el desierto del Sáhara. Que el Chad tiene una edad media de 16,1 años las mujeres y 16,5 años los hombres y que solo el 21,8% de la población es urbana, el resto habita en zonas rurales. La esperanza de vida es de 52 años y la media de nacimientos es de 5,8 hijos por mujer. Declara que casi el 100% son creyentes, que la mayoría practican el islam, después están los católicos y hay un 7,5% de la población que es animista.


Éste es el número de Cuenta Solidaria: ES76 0182 3191 8502 0166 9499. Además se puede hacer un Bizum al número 01015. En la cuenta se debe de poner como concepto: Aurita Salesiana Chad y le llega a ella directamente. Y en el Bizum igual.


José Luis Ramos

«Para que te hagas una idea de lo pobre que es el Chad, te diré que ocupa el puesto 196 de los 198 países en nivel de desarrollo humano. Tienen 3 lenguas: árabe, francés y saria. Lo que más tristeza me produce», prosigue sor Aurita, «es el tema de la educación. Sólo 1 de cada 4 personas está alfabetizada, habiendo gran diferencia entre hombres y mujeres. Las mujeres», me dice, «son ciudadanos de segunda. Los hombres solo se relacionan con ellas para procrear. El hombre puede tener más de una mujer pero la mujer un sólo hombre». Me cuenta que vive con otra sor en una «vivienda» pastoral donde tienen lo más básico: una cocinilla, un camastro y una letrina. El resto de la población viven en chozas construidas por los hombres donde duermen en esterillas. Se levantan a las 5 de la mañana con los primeros rayos de sol y se recogen a su casa a las 7 de la tarde cuando anochece, ya que al no haber luz, la oscuridad es total y como me dice «no sabes que te puedes encontrar».

Una enfermera voluntaria de la ONG «EnganCHADos», define acertadamente la situación sanitaria del país: «en el Chad la atención sanitaria es una sala de espera sin esperanza».

Fractura del brazo, con el cual estuvo trabajando durante días

Una enfermera voluntaria de la ONG «EnganCHADos«, define acertadamente la situación sanitaria del país: «en el Chad la atención sanitaria es una sala de espera sin esperanza». Hace 4 años asesinaron al presidente y hubo cambio de régimen. Sor Aurita ha fijado su residencia en la ciudad de Koumra, donde trabaja al servicio de la iglesia local y diocesana. Koumra es la sexta ciudad más grande del Chad. Es de la más pobladas, alrededor de 45.000 habitantes. Añade que su misión actual está al servicio de la iglesia local de Koumra, en la parroquia de San Francisco Javier, a la que pertenecen 10 poblados con una feligresía de 15.000 católicos. San Francisco Javier es una iglesia viva. Todo esto me lo cuenta aquí en Majadahonda, en el colegio donde la conocí y nos ha marcado, tanto a mis hijos como a mi mujer y a mí, los valores salesianos.

«Aunque no tengamos todas las comodidades que tenéis aquí, internet, TV, automóviles, agua corriente, etc, allí la gente es muy feliz y sobre todo procesan la fe de una forma más fuerte que aquí. ¡Ah, y bailamos mucho!»

Se levantan a las 5 de la mañana con los primeros rayos de sol y se recogen a su casa a las 7 de la tarde cuando anochece, ya que al no haber luz, la oscuridad es total y como me dice «no sabes que te puedes encontrar».

Ella se encuentra en Majadahonda por 2 motivos: buscando fondos para 2 proyectos que quiere poner en marcha: una escuela y pozos para sacar agua. El segundo motivo es recuperarse de otra lesión que sufrió. Resultado: fractura del brazo, con el cual estuvo trabajando durante días, ya que el médico que la reconoció le dijo que no era nada importante. Me promete que seguiremos en contacto, que su vida está allí con los más pobres y necesitados. Pero me advierte: «aunque no tengamos todas las comodidades que tenéis aquí, internet, TV, automóviles, agua corriente, etc, allí la gente es muy feliz y sobre todo procesan la fe de una forma más fuerte que aquí. ¡Ah, y bailamos mucho!». Gracias sor Aurita por este ejemplo de vida. Gracias por siempre de parte de José Luis Ramos y familia.

Majadahonda Magazin