«Sor Aurita» ahora se encuentra en Majadahonda pero en breve vuelve al Chad: «Yo ya tengo dicho a mi familia que donde yo me muera, allí que me entierren. Si Dios tiene en sus planes que yo muera en el Chad, yo seré enterrada en el Chad»

LIDIA GARCIA. «Europa Press ha realizado una entrevista a la directora que tuvieron mis hijos en el colegio María Auxiliadora. Ésta Sor Áurea, al dejar la dirección del colegio, se marchó a África como misionera. Primero en Guinea, luego en Camerún y actualmente en el Chad, uno de los países más pobres, por no decir el más pobre del mundo. Si consideras oportuno podrías publicarlo en la revista para dar una difusión como se merece «Sor Aurita«. Ahora se encuentra en España pero en breve vuelve al Chad. Si quisiérais ampliar el reportaje con una entrevista propia os puedo poner en contacto con ella. Gran persona como te digo». Con esta emotiva carta, el vecino de Majadahonda, José Luis Ramos, se ponía en contacto con la redacción de MJD Magazin y alertaba de la presencia de la monja extremeña afincada en Majadahonda, Áurea Arcos Risco. Tiene 70 años y es misionera salesiana de las Hijas de María Auxiliadora. Lleva 10 como misionera en África, aunque a ella le hubiera gustado ir a la misión mucho antes. «A los 60 años dije que el tiempo que me quedaba de vida quería realizar mi sueño», explica esta misionera, en esa entrevista con Europa Press. El motivo de su visita a España durante este mes de julio (2023) es ver a su familia y explicar los proyectos que tienen en marcha en el Chad y por su interés la reproducimos íntegramente.


Número de Cuenta Solidaria: ES76 0182 3191 8502 0166 9499. Además se puede hacer un Bizum al número 01015. En la cuenta se debe de poner como concepto: Aurita Salesiana Chad y le llega a ella directamente. Y en el Bizum igual.

 


Áurea Arcos ha dedicado toda su vida a la educación, primero en el colegio de las Salesianas de Majadahonda, y ahora, en el desarrollo de un proyecto para crear un complejo educativo en Chad

UN COLEGIO Y UN CENTRO DE FORMACION PROFESIONAL PARA APROVECHAR LOS CACAHUETES Y ANACARDOS. «Sor Aurita» siempre supo que el matrimonio no era para ella. Estudió secretariado y empezó a trabajar en una oficina. Se independizó y empezó a ayudar en una parroquia, donde empleaba su sueldo en paliar las necesidades de personas vulnerables. Fue en este contexto en el que empezó a acercarse a la Iglesia, a través de «las necesidades del barrio, de los niños». Desde que entró en la congregación y profesó en 1980, Áurea Arcos ha dedicado toda su vida a la educación, primero en el colegio de las Salesianas de Majadahonda, y ahora, en el desarrollo de un proyecto para crear un complejo educativo en Chad. «Un complejo de todas las etapas educativas, de Formación Profesional, porque allí se cultivan cacahuetes, anacardos, pero no saben aprovecharlo, que les aporte unos recursos económicos. Entonces, nuestra escuela profesional la hemos pensado para esos perfiles, que puedan utilizar su materia prima para su desarrollo», explica. Antes de Chad, esta misionera estuvo en Guinea y en Camerún, y cuenta que cuando llegó a su primer destino, pensó que llegaba a «otro mundo». Si bien, cuando se trasladó a Camerún y, más tarde, a Chad, cada vez más al interior de África, se encontró realidades cada vez «más extremas».

«Sor Aurita» (Majadahonda): «Yo no me atrevo a hablar allí de 3 comidas al día, que desayuno, como y ceno, porque es una injusticia cuando allí hay días que no se come»

«NO HAY 3 COMIDAS AL DIA Y LOS NIÑOS DE 5 AÑOS TRABAJAN Y NO TIENEN ESCUELAS». Sobre Chad, subraya que es un país «sumamente pobre«. «Si uno no vive allí y no vive aquella realidad, no se lo imagina. Puedes ver documentales en la televisión, pero a veces te parecen que son historias, pero no son historias. Allí hay mucha hambre, yo no me atrevo a hablar allí de 3 comidas al día, que desayuno, como y ceno, porque es una injusticia cuando allí hay días que no se come«, indica. Además, añade que en Chad, «las mujeres y los niños no cuentan nada» y que los más pequeños, incluso los de 5 años, tienen que cuidar a sus hermanos menores y tienen que trabajar, yendo con la cabra a buscar agua o leña para cocinar. Asimismo, muchos niños están sin escolarizar. Por ello, Áurea Arcos ha llegado al país junto a otra salesiana congoleña, «sor Claire«, para «ir dejando semillas que ayuden». «Hemos llegado allí sin nada, vivimos en una casa que nos ha dejado el cura de la parroquia», relata. A pesar de todas las necesidades que hay en el país, la religiosa salesiana asegura que allí no oye quejas, que la gente «deposita su confianza en Dios«. «Cuando se dice que será África la que va a evangelizar a España, es verdad», afirma.

«Sor Aurita» (Majadahonda): «Los donativos han disminuido» porque las generaciones más mayores que son las que hacían su aportación han fallecido y van dando paso a otras generaciones en España, y en Europa en general, con una mentalidad «un poco hedonista».

«SI LA COOPERACION FUERA BIEN GESTIONADA NO SALDRIAN DE SU TIERRA». En cuanto a las ayudas que les llegan, esta misionera pide «más fondos» para la cooperación y que estos «cumplan su objetivo». Además, advierte de que «los donativos han disminuido» porque las generaciones más mayores que son las que hacían su aportación han fallecido y van dando paso a otras generaciones en España, y en Europa en general, con una mentalidad «un poco hedonista». Sobre las muertes de migrantes en el mar, la religiosa considera que «si la cooperación fuera bien gestionada, a lo mejor mucha gente no tendría que salir de su tierra» y lamenta que «nadie vaya a bajar a buscar al fondo» a los migrantes desaparecidos de una patera, mientras que para buscar a los pasajeros del submarino Titán se emplearon «barcos, submarinos y robots«. Preguntada por si volvería a España, Áurea Arcos no duda al afirmar que no echa de menos España y que no se plantea regresar. «Yo ya tengo dicho a mi familia que donde yo me muera, allí que me entierren. Si Dios tiene en sus planes que yo muera en el Chad, yo seré enterrada en el Chad«, zanja en la entrevista.

Majadahonda Magazin