JOSÉ Mª ROJAS CABAÑEROS. La conversación de este domingo 12 de julio (2020) es con Susana Solís, licenciada en Ingeniería Industrial por la Universidad de Oviedo y en Ingeniería de Máquinas por la Fachhochschule de Osnabrück (Alemania). Ha trabajado casi veinte años en diferentes multinacionales (Daimler Benz, Robert Bosch GmbH, Rexel, Essilor y Johnson & Johnson). Realizo esta entrevista por email, conectando con su domicilio en Bruselas (Bélgica) y en el transcurso de la misma, hace un vaticinio desde el punto de vista económico: «Nos enfrentamos a una crisis económica de gran envergadura. Nuestra situación macroeconómica ya era delicada antes de la pandemia (con altas tasas de paro, déficit y deuda) y la Covid-19 ha acentuado nuestras debilidades. En mi opinión, para la recuperación necesitamos más que nunca la unidad de los constitucionalistas y no un gobierno entregado a populistas. Eso nos daría más credibilidad en Europa y más confianza a los países que recelan de nuestra capacidad de llevar a cabo reformas. Esperamos un aumento de los fondos europeos muy importante, pero el dinero de Bruselas no es gratis y claro que hay que devolverlo. Los fondos vendrán condicionados por las reformas y debemos asegurarnos de invertirlos bien: en proyectos de futuro, en crecimiento y crear empleo. En España muchas veces pedimos más dinero, pero luego no llegamos a gastarlo, las administraciones públicas deberían hacer un esfuerzo por comunicar todos estos fondos disponibles para asegurarnos de que gastamos hasta el último euro y que se invierte en construir una economía más verde, más digital y más resistente».


Jose Mª Rojas

En primer lugar, muchas gracias por aceptar esta entrevista ¿qué tal se encuentra y cómo está pasando esta pandemia? –Bien, lo he pasado en Bruselas y trabajando muy intensamente. El Parlamento Europeo se adaptó con rapidez al teletrabajo y se buscaron soluciones para la votación a distancia, lo que hubiera sido impensable en otras condiciones. A pesar del confinamiento, hemos seguido adelante con todas las negociaciones, con todas las comisiones e incluso con los Plenos, que dejaron de hacerse en Estrasburgo. Es un momento crítico para Europa y hemos aprobado y tomado decisiones en un tiempo record; tenemos que estar a la altura del desafío al que nos enfrentamos y el trabajo es frenético. Y en lo personal, como les ha pasado a muchas otras madres y padres, lo más difícil ha sido combinar el teletrabajo con la educación de dos niños pequeños que requieren ayuda para poder hacer las tareas escolares; ¡pero en eso no he sido la única!

¿Qué tal es la situación en Bélgica con la Covid-19? –En Bélgica, el confinamiento fue menos duro que en España. Desde el primer día, se permitió salir, con precauciones y con miembros de la familia a pasear o para hacer deporte. Era incluso una recomendación de las autoridades. Los parques abiertos y un periodo de días de sol y sin lluvias que no se recordaba en 200 años, hicieron todo mucho más fácil. Es verdad que las cifras de fallecidos por número de habitantes han sido alarmantes, sobre todo en la región de Flandes, pero es que la decisión del Gobierno fue reportar todos los fallecidos sospechosos de la Covid-19, estuviesen confirmados o no, y eso consecuentemente disparó las cifras en comparación con otros países, como España. Sin embargo, no ha existido en ningún momento colapso de Hospitales o falta de camas de UCI. Ahora hemos vuelto a la normalidad y el Parlamento ha recuperado su actividad paulatinamente; aunque sin visitas, muchas precauciones, controles de temperatura y permitiendo el formato semipresencial. Parece que en septiembre retomaremos las sesiones en Estrasburgo.

Como experta en temas de Economía e Innovación ¿qué futuro considera que nos aguarda con la Covid-19? –Si algo bueno se puede sacar de esta pandemia es que ha quedado más claro que nunca la importancia de la Innovación y la Ciencia. Saldremos de esta crisis gracias a ello y haríamos bien en recordarlo en el futuro. Ahora lo urgente es la vacuna: hay más de 100 desarrollos en marcha, algunos con alta probabilidad de éxito, pero el reto estará en la capacidad para producir más de 400 millones de dosis para toda Europa. Lamentablemente, pocos países tienen capacidad tecnológica para producirla a gran escala (España, por ejemplo, carece de esa capacidad) y dependeremos de la solidaridad del Proyecto Europeo, para asegurar la disponibilidad de la vacuna para todos los europeos en igualdad de condiciones. El Plan de Recuperación que ha presentado la Comisión pone el énfasis en la Innovación y la Ciencia a través de programas como Horizonte Europa, HealthEU o proyectos muy interesantes como el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT). Espero que se tome nota en España y se refuerce el papel de la Ciencia, no nos podemos permitir perder más investigadores y científicos.

Usted es vicepresidenta de la Delegación para las Relaciones con la Península de Corea y también miembro de la Comisión de Desarrollo Regional. La pregunta es doble: ¿Se podría haber seguido en España la estrategia de Corea del Sur para luchar contra la pandemia? Y existe una gran inquietud por si España puede acabar intervenida ¿qué opina sobre esto? ¿será comprensiva la UE? –La gestión de la crisis en Corea del Sur ha sido una de las mejores del mundo, no se han tomado decisiones basadas en la intuición, sino que se han hecho tests masivos para controlar los brotes y se ha optado por la tecnología para minimizar la expansión del virus, a través por ejemplo de apps de seguimiento. Creo sinceramente que se podría haber seguido esta misma esta misma política en España desde el principio. Lo que espero es que no sigamos quedándonos a la cola de Europa e invirtamos en soluciones rápidas y basadas en hechos contrastables. En cuanto a la inquietud por ser intervenidos, podemos estar tranquilos. No va a haber “hombres de negro”, pero lo que sí que es cierto es que el dinero que viene de Europa, como he dicho antes, tiene que estar sujeto a reformas para asegurar que todo este endeudamiento sirva para crear una economía fuerte para las generaciones futuras.

¿Piensa que esta pandemia cambiará la forma de entender la vida en sociedad? –Cuando aparezca la vacuna podremos volver a la normalidad y seguramente se retomarán muchas de las costumbres sociales anteriores a la crisis, si la economía lo permite. Sin embargo, en el ámbito del teletrabajo, del comercio, de la educación, la sociedad se ha tenido que adaptar de manera veloz e inesperada al uso de la tecnología y muchos de estos cambios han venido para quedarse. Eso sí, necesitamos invertir en conectividad, en seguridad, en capacitaciones y en recursos para asegurarnos que nadie se quede atrás y no se abra más la brecha digital

¿Hay alguna lección que se pueda sacar de todo lo sucedido? –Sin duda se deben sacar muchas lecciones. En primer lugar que, a desafíos de estas magnitudes, sólo podemos hacer frente unidos y que necesitamos de Europa y la solidaridad entre europeos. En segundo lugar, necesitamos reforzar nuestros Sistemas de Salud y, en el plano europeo, revisar nuestras cadenas estratégicas y dependencias de terceros países en suministros críticos (como principios activos fundamentales, equipamientos médicos o componentes industriales); Europa precisa recuperar la soberanía industrial y tecnológica. Y en tercer lugar, como no me canso de repetir, el papel fundamental de la Ciencia, la Innovación y la Tecnología: sin ellos no hubiésemos podido detectar ni combatir al virus y sin Ciencia e Innovación no habrá tampoco recuperación económica ni futuro. No cometamos los errores de la anterior crisis que tuvo un impacto desastroso en nuestro sistema de I+D+i, con una reducción de la inversión en I+D superior al 10%, mientras los países de nuestro entorno incrementaban su inversión en un 25%: perdimos más de 11.000 investigadores y un 50% de las empresas innovadoras. Sin materia gris (investigadores) y capacidad industrial (empresas innovadoras), no estaremos suficientemente pertrechados para luchar contra los rebrotes de la pandemia y las consecuencias de la crisis económica.

Finalmente para terminar, ¿nos puede sugerir lecturas para estos tiempos difíciles? –Aunque no lo creas, no he tenido mucho tiempo para leer durante el confinamiento. Pero os puedo recomendar el último libro que he leído, de un hombre al que admiro como escritor y liberal, “Tiempos recios” de Mario Vargas Llosa, un conmovedor repaso de las dictaduras de Guatemala, un país al que quiero mucho. Y si tenéis tiempo, “La guerra del fin del mundo” para mí la obra maestra de Vargas Llosa. BIOGRAFIA DE SUSANA SOLIS: Es Executive MBA y Máster en Gestión y Dirección de Marketing (Instituto de Empresa de Madrid) y Liderazgo en Gestión Pública (IESE Business School). Fue diputada por Ciudadanos (Cs) en la Asamblea de Madrid (2015-2019) -ejerciendo de Portavoz de la Comisión de Presupuestos, Economía, Hacienda y Empleo, Portavoz en la Comisión de Estudio del Endeudamiento y la Gestión Pública de la Comunidad de Madrid, además de secretaria de la Comisión de Educación e Investigación-, presentando 403 iniciativas parlamentarias, siendo la diputada del grupo que más propuestas tuvo a su nombre. Fue miembro de la Ejecutiva Nacional de Cs (2017-2019), con la responsabilidad de Industria e I+D+i. Actualmente es diputada en el Parlamento Europeo, grupo Renew Europe (Liberal), vicepresidenta de la Delegación para las Relaciones con la Península de Corea, miembro de la Comisión de Desarrollo Regional y de la Delegación para las Relaciones con EEUU.

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