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Tania Sánchez y Pablo Iglesias, en su célebre beso de tornillo: este domingo hicieron pública su separación en un comunicado

La diputada de Izquierda Unida (IU) en el Parlamento de la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, hoy ya ex pareja del líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha marchado del partido y ha preferido crear su propia formación: “Convocatoria por Madrid”.  Y mientras los antiguos votantes de la coalición se debaten hoy entre 3 alternativas (Ahora Madrid (Podemos + Ganemos), IU Madrid o Convocatoria por Madrid), Tania Sánchez recuerda que sus orígenes laborales estuvieron en Majadahonda: trabajó en dos pizzerías de la cadena Ginos, en la Sexta Avenida y en la Avenida de los Reyes Católicos, ésta última trasladada ahora al Equinoccio. Su entrevista a la revista “Yo Dona”, en la que es portada, lo recuerda. Y no ha sido la primera vez.


yania_sanchez_yo_dona“Como muchos, durante los años de carrera tenía pequeños empleos para ayudar con los gastos: “Me gustaba sacarme unas perrillas para no tener que estar siempre pidiendo la paga. En mi familia nunca hemos sido pobres, pero tampoco nos ha salido el dinero por las orejas. Trabajaba en Ginos. Empecé en el de Majadahonda, en la Avenida de los Reyes Católicos, y luego estuve en el de Sexta Avenida sirviendo comidas». Y también como otros muchos jóvenes de su generación, en el último año de carrera se fue de Erasmus, aprendió perfectamente inglés y a manejarse un poco en francés. «Inicialmente quise hacer el llamado Programa de Intercambio Educativo en Belfast, en un tema de Educación para la paz. No había plazas y al final salió una en Suecia. Allí me encontré con una sociedad muy avanzada, pero muy compleja, perfectamente educada y perfectamente fría. Es un contraste curioso para nosotros los mediterráneos, pero la experiencia fue estupenda».

taniaTania no pasó desapercibida en la universidad, de la que guarda un grato recuerdo. «En el verano del 97, cuando acabé la Selectividad, me fui al Salvador. En esa época yo llevaba unas pintas del demonio. Iba con la cabeza rapada, de punky, en un lugar de pijos. Y claro, todo el mundo me conocía. Luego la verdad es que tuve unos profesores magníficos, grandes profesionales de ese mundo, gente que estaba trabajando con drogodependientes, mujeres maltratadas, menores, fue una época muy buena”, señala a la periodista Esther Esteban.

tsanchez-efe--644x362Es plenamente consciente de que ser la pareja de Pablo Iglesias despierta mucho morbo, que su relación se utiliza para atacarles políticamente y, tal vez por eso, cuando le pides que te hable de ello se repliega, dice que quiere preservar su intimidad y que teme «titulares sensacionalistas». Aunque da pequeños detalles que los dibuja como una pareja joven normal y corriente, con afinidades y desencuentros. «Nuestra relación posee un elemento de morbo, sorpresa y curiosidad, porque hemos tenido peso en dos organizaciones políticas diferentes. Intercambiamos opiniones, ¡cómo no!, y discrepamos muchas veces, pero eso de que hemos diseñado un plan maléfico para cargamos IU es una patraña. Por supuesto que analizamos las cosas, pero no soy un pelele en manos de mi novio. Las acusaciones que me hacen apestan a machismo».

1424598267-tania-sanchez-introduces-her-new-project-convocatoria-por-madrid_6950129“No sabía qué hacer, sí Políticas o Sociología. Por algún motivo quería trabajar con presos, en centros penitenciarios. Una amiga me contó que existía esta carrera nueva, un mix de Trabajo Social y Pedagogía, una diplomatura de tres años, y me gustó muchísimo el plan de estudios. Me quedé en Selectividad con un 6,92 y no me daba la nota para acceder a la Complutense. Puse como condición no ir a una universidad privada donde me obligaran a estudiar religión, y en Lasalle no lo hacían. Por eso la elegí. Después, estudié por la Uned la licenciatura de Antropología Social”, añade sobre su formación.

ginosEl caso es que Tania Sánchez gusta de recordar su paso por Majadahonda y al periodista José Marcos de “El País” ya le recordó esta estancia en otra entrevista anterior: “He tenido una vida laboral muy parecida a la de la gente de mi generación, salvo en el periodo que he sido electa. He tenido mi etapa de camarera, en Mallorca y en dos Ginos en Majadahonda. También he tenido ingresos menores como árbitro de voleibol, repartiendo propaganda y como cuidadora de animales. También he tenido diferentes trabajos más o menos bien pagados pero con poca estabilidad en ámbitos de lo que estudié [diplomada en Educación Social], por ejemplo como educadora social en narcosalas»,

Majadahonda Magazin