Manuel Troitiño defendió la legalidad de su actuación.

F. UTRERA/ J. BACHILLER. El concejal de Consumo y Sanidad Animal de Majadahonda Manuel Troitiño (PP), investigado judicialmente junto al resto del Consejo de Administración de Mercamadrid, compareció ante la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Majadahonda para dar su versión sobre lo ocurrido. También lo hizo esta semana ante el pleno aunque se limitó a decir que estaba dispuesto a comparecer en el salón muncipal y que lo haría aunque algunos grupos «repudian la verdad». Al final, 3 de ellos (PSOE, Somos, IU) pidieron su dimisión porque a su juicio la investigación de un presunto delito societario con pérdida patrimonial para la empresa (11 millones) es corrupción aunque no haya habido enriquecimiento personal o apropiación indebida. Para la mayoría de los grupos (PP, Cs, Centrista), en cambio, no existen todavía pruebas palmarias de nada ilegal por lo que prefieren esperar a lo que dictamine esa investigación judicial. En el último pleno, Troitiño hizo gestos a MJD Magazin para expresar su deseo de explicarse también ante la prensa. Y aceptamos el envite.


Manuel Trotiño, en el pleno

Concertamos la entrevista y preguntamos si quería vetar algún tema o pregunta antes de que empezara el interrogatorio. También le preguntamos si quería disponer de un cuestionario previo. La charla solo se interrumpió por la irrupción de su gato, que al parecer le estaba causando serios destrozos y le obligó a levantarse. Para el concejal responsable de la castración felina, como le piden las asociaciones animalistas de Majadahonda, era todo un desafío. No sabemos como terminó su gato pero sí como lo hizo esta entrevista: Quisiéramos una valoración suya del pleno en lo que atañe al debate que se suscitó en torno a su persona y a la moción que no salió adelante. Manuel Troitiño: «La valoración es que he sido protagonista involuntario. Nunca más lejos de mi intención protagonizar en el pleno de Majadahonda un tiempo que tiene que estar dedicado a otras cuestiones. Y por una propuesta que ha llevado el grupo de Somos, que como hemos podido comprobar, se invalida por sí misma por carecer de los más elementales fundamentos para que pudiera ocupar razonablemente el tiempo de los grupos políticos, y por lo tanto, el tiempo de los vecinos».


La moción de Somos provocó el debate sobre Troitiño y la enmienda socialista

¿Nos puede contar el fondo del asunto? ¿Por qué le investigan por la gestión en el Consejo de Administración de Merca Madrid?: «Cuando saltó la noticia, inmediatamente, el mismo día, redacté una carta a los portavoces de todos los grupos, y por supuesto a nuestro alcalde, para pedirles que tuvieran a bien emplazarme en la Junta de Portavoces y poder dar allí las explicaciones oportunas para intentar despejar cualquier duda. Así lo hice, lo he hecho también estos días atrás en otros ámbitos, en otros foros, y sobre todo con la gente más cercana, que es la gente del partido, aquella a la que represento más directamente y con la que tengo un compromiso especial. La moción de Somos fue enmendada por los socialistas ya que dos de los puntos de la parte dispositiva no se sostenían, con una redacción impropia de quien aparenta y quien dice tener una formación suficiente».

Los escaños de la Oposición en el pleno

¿En qué discrepa de la moción?: «Venía a decir Somos que dimitiéramos todos los concejales que en este momento nos encontráramos imputados por cualquier judicial, sea del orden civil, mercantil o en cualquiera de los órdenes judiciales. El debate lo que hizo fue esclarecer el hecho de que el pleno de nuestro Ayuntamiento pusiera de manifiesto que tiene que ser un espacio para el control político, para el impulso, para la propuesta, para el contraste y la confrontación de ideas, pero no para hacernos perder el tiempo desde el grupo de Somos. En el fondo hay un hecho que es ya conocido en Majadahonda Magazin y conocido por los lectores que tiene».

¿Le importaría dar de nuevo su versión con los datos más actualizados?: «El Consejo de Administración de Mercamadrid hasta mayo del 2015, a propuesta de la Fiscalía, envía un informe al Decanato, y el Decanato lo que hace es girar o turnar al juzgado correspondiente para que se abran diligencias. Lo que solicita es la imputación del Consejo de Administración. Los hechos se remontan al año 2001 con unas adjudicaciones de un concurso para la explotación y gestión de una actividad en unas parcelas, de un hotel y un Centro de Ocio».

«Por las circunstancias y el devenir del tiempo y porque se producen impagos por parte de la concesión, impagos que son reclamados por Mercamadrid, al final hay una demanda por parte de la adjudicataria. Y en la idea de evitar que pueda perpetuarse el litigio y el conflicto judicial y pueda haber un perjuicio para Mercamadrid, un perjuicio que se reclamaba en 8 millones de euros, se acuerda una solución extra judicial. Esta se somete a consideración del Consejo de Administración con todos los informes jurídicos, se lleva a cabo y da lugar al alquiler por parte de Mercamadrid de esos espacios a la empresa que los tenía adjudicados. La intención era alquilársela a su vez a Mercasa, que es parte de Mercamadrid en un 49%, con un 0,30% de pequeños accionistas, pero Mercasa con un 49% y el Ayuntamiento de Madrid con un 51% son los propietarios. La intención era alquilar a Mercasa esos espacios para que desarrollaran un proyecto con la Marca España. Se cuestiona el acuerdo extrajudicial y el contrato de alquiler de Mercamadrid con la empresa».

Carlos Sánchez Mato, concejal de Economía de Podemos, y Rita Maestre (portavoz)

¿Cómo se origina la demanda judicial?: «Cuando el grupo de Podemos en Madrid comienza su etapa de Gobierno, en Mercamadrid nombran presidenta a la concejal que lleva los asuntos de Economía. Y la alcaldesa hace la propuesta de nombramientos para los miembros del Consejo de Administración. A partir de ahí deciden llevar a cabo una serie de auditorías sobre la gestión, no solamente las más recientes, sino sobre distintas etapas de los últimos años. Esos informes van al Ayuntamiento, vuelven a ser informados también por técnicos municipales y no contentos con ello estos concejales de Podemos deciden contratar un informe externo con un abogado del Estado para prácticamente recibir un informe «ad doc» sobre este y otros asuntos. Con ese informe deciden motu propio elevarlo a la Fiscalía para que conozca de estos hechos y vea si tienen enjundia suficiente para que pudieran ser constitutivos de delito. La Fiscalía en un informe entiende que efectivamente no se va a investigar y lo que hace es solicitar que se turne al juzgado correspondiente y que se abran las diligencias oportunas. En mi caso, yo aún no he sido notificado y por lo tanto los hechos puedo conocerlos por lo que se han filtrado en la prensa, pero todavía me faltarían ciertos elementos para tener una idea clara de cuál es la acusación, si es que al final la voy a recibir como co-investigado. Estos son los hechos».

Usted en el pleno ha intervenido en la fase de preguntas orales de los concejales y ha parecido verle un poco dolido. De hecho declaró que le molestaba «el escaso respeto a la verdad» que manifestaban algunos grupos o algunos concejales. ¿Puede usted precisarnos a qué se refería?: «Dije por una parte que me comprometía a que cuando fuera notificado y citado para prestar declaración me comprometía sin ningún tipo de problema a buscar la manera de comparecer ante el pleno. Como tal no está prevista en el reglamento, pero buscaríamos la fórmula de comparecer y dar las explicaciones oportunas en el pleno, por mi parte ningún inconveniente. Pero si es verdad que dije que me molesta y que repudio la falta de respeto y de consideración a la verdad como valor. En el fondo quiero decir que me cuesta mucho entrar en debate, en la discusión, en la simple conversación con quien no tiene ningún respeto a la verdad. A quien no reconoce como valores la idea del bien común, la honestidad, y con quien cuestiona algunos hechos que son evidentes, y he podido comprobarlo en Majadahonda. Los hechos evidentes no necesitan demostración pero le obligan a uno a invertir la carga de la prueba. En definitiva he dicho que compareceré aun a riesgo de tener que hacerlo ante alguna o algún concejal que no merece crédito, que no merece consideración y no merecería ni la más mínima atención por mi parte».

Ciudadanos regional en Majadahonda

Ciudadanos a nivel regional ha dicho que una cosa es corrupción y otra mala gestión, ¿usted diferencia también esas dos cosas?, en su caso concreto, ¿admite alguna de las dos cosas? ¿Admite mala gestión?: «Es claro que no podemos considerar los hechos, que aprecia el fiscal y por los que solicita las diligencias, como que puedan entrar de lleno en esto que todos ya vamos entendiendo como casos de corrupción y sobre esto podríamos extendernos suficientemente. El juez habla de un artículo del Código Penal de antes de la reforma, y se trataría en todo caso de un delito societario relacionado con la gestión, o con la posible mala gestión de la sociedad, en este caso la propiedad, por causarle algún prejuicio. Hoy por hoy no se puede decir eso, no se sostiene esa relación con la corrupción, ni siquiera con la posibilidad de corrupción como hacían en esa moción que hemos visto en Majadahonda. No se sostiene esa idea de corrupción con la imputación, en el caso de que se produzca, como hecho relacionado con un delito societario. Esa es la realidad cierta y en la que tenemos que movernos».

Manuel Ortiz durante el pleno exhibe a los imputados de Podemos

¿Se cuestiona usted su gestión? ¿Si dice que no es corrupción es que no ha habido enriquecimiento por su parte?: «Claro, por ejemplo en el turno de palabra del portavoz autor de la iniciativa, en la introducción, se ha permitido, si mal no recuerdo, invocar o apelar a la situación de emergencia que vive el país, en esta crisis institucional de la que ellos no solamente se hacen eco sino que tienen el propósito de redimirnos, y de intentar por todas las formas redimir esa situación con medidas de «sensación democrática». Yo me preguntaba: ¿cómo es posible esto?. Si no tienen ningún aprecio a la verdad de los hechos como es posible que invoquen códigos éticos. Y si el portavoz de mi grupo les demuestra y les exhibe, con naturalidad además pero con la idea de que no permanezcan embozados y no permanezcan en esa trinchera en la que se han metido, como en sus filas y en su grupo son decenas los casos de personas que por hechos que podemos tipificar todos y que podemos reconocer como casos de corrupción, siguen en activo y siguen estando en los cargos políticos que ocupaban. Y no pasa nada. Pero ellos se permiten el lujo de venir con intención redentora a este pleno de Majadahonda. Perplejo, sorprendido y más que sorprendido, defraudado pensando en nuestros vecinos. ¿Que pensarán nuestros vecinos con grupos políticos y con portavoces de esta naturaleza?. Así no podemos hacer política y así no podemos seguir».

Narciso de Foxá en el pleno dirigiéndose al Grupo Popular

Para concluir, un asunto que no tiene nada que ver con esto pero del que también fue protagonista, Usted hace unos meses tuvo un encontronazo con el alcalde cuando quiso replicar, no recuerdo que tema era, una cuestión sobre la castración de los gatos de Majadahonda, aunque ahora hemos conocido por esta entrevista que usted tiene un gato y es un amante de las mascotas domésticas. Sin embargo ahora no ha parecido que tenga una especial tensión su relación con Narciso de Foxá. ¿Cuál es su relación con él?: «De normalidad, la relación de un concejal con su alcalde, que además pertenece a su mismo grupo. En aquella ocasión fue un hecho puntual. Es verdad que se produjo la pregunta de un concejal de la Oposición sobre un asunto que por área o por competencia yo entendí que me correspondía dar respuesta y el alcalde en ese momento entendió que para evitar seguramente que pudiera haber algún tipo de confrontación, que pudiera haber algún tipo de situación que alargara o prolongara innecesariamente el pleno, decidió no darme la palabra. Yo lo único que hice fue reclamarle mi derecho a tomar la palabra, y ahí quedó la cosa, no se puede hablar tampoco de un momento de especial tensión, ni un momento de desencuentro. Fue simplemente que yo entendí que podía dar respuesta a esa pregunta, y el alcalde entendiendo que él ya estaba explicando y entrando en el asunto como alcalde, entendió que era suficiente la explicación, y por lo tanto innecesaria la mía. Y ahí quedó la cosa».

¿Una cuestión formal y no política?. «Hoy si le ha dado la palabra para poder expresar esa intención de comparecer en el pleno o donde se diga: Sí, con toda normalidad. No se puede hablar de confrontación, de desencuentros, de enfrentamientos, son palabras quizá muy gruesas o que connotan cierta distancia o ciertas diferencias. Hay un momento puntual y de tensión, hay una interpretación del reglamento de si debe ser uno quien debe intervenir. Y el alcalde, que es quien preside, dirige y ordena el pleno, entendió que él tenía que intervenir y yo no. No pasa de ahí la cosa».

Majadahonda Magazin