JORGE RUBIO. «Las exóticas declaraciones relativas a la acción de los conquistadores de América están a la orden del día. El cholo Mario Vargas Llosa, invitado por la realeza que lo ha adoptado en su calidad de huérfano del Tercer Mundo al VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, aprovecha esta tribuna para aclarar que el despojo y la consecuente miseria de miles (millones, mejor) de indios nada tiene que ver con los sangrientos delincuentes que arribaron a nuestras costas, sino que es el presidente López Obrador (quizá algunos homólogos con él) el responsable del atraso y miseria de estas tierras». Con esta palabras comienza un polémico artículo escrito por el periodista colombiano Leo Castilla en el que acusa a todos los españoles, empezando por el Rey Felipe VI, de «estar locos» por no estar de acuerdo con la exigencia del presidente mexicano de que España pida perdón por la conquista de América. Y para ello no duda en poner el foco en la ciudad de Majadahonda para ilustrar su singular teoría a través de Bruno Hernández, el conocido como «Descuartizador de Majadahonda», con el que todos los españoles comparten la locura, según este colombiano, que parece haber leído la reciente noticia sobre su locura.


«El mal del «Descuartizador de Majadahonda» es más simple que el del rey y los otros, apenas padece de una sílaba: “Bárbara, pareja de Bruno Hernández, lleva cuatro años peleando para que él sea tratado como lo que es: un enfermo. ‘Necesita un tratamiento que sí tiene, pero también atención psicológica. Solo está en la enfermería. Al gimnasio no tiene fuerzas para ir por la medicación y la biblioteca se la prohibieron porque escribía la sílaba ER (su permanente obsesión) en todos los libros. Los enfermeros se portan muy bien con él’”, relata Leo Castilla. Lejos de quedar satisfecho ante esas afirmaciones, prosigue: «A propósito del llamado «Descuartizador de Majadahonda», Bruno Hernández, “el 30% de los presos españoles padece algún tipo de trastorno mental”. ¿Cuál será el porcentaje de los que andan sueltos por la Madre Patria? Comenzando por el Felipe VI, que exige a Latinoamérica pedir perdón por “masacrar a miles de españoles inocentes”. Pero no todos están locos, es cuanto colijo de lo que Julián Sanz, jefe de servicio de Drogodependencias de Instituciones Penitenciarias, declara a ABC: “Hay que desterrar la idea que vincula delito y enfermedad mental, esa relación es falsa; los casos son excepcionales”. Y como colofón, no duda en solicitar que el Rey de España sea encarcelado por su «supuesta locura» y que hace extensible al resto de ciudadanos de este país: «El imperativo con los españoles es hacerles tomar conciencia de su raye, cosa nada fácil. Enchironarlos, empezando por su rey, es complejo«, concluye el estrafalario artículo.

Majadahonda Magazin