Lola Gómez Calleja‏

La docente del Instituto Leonardo Da Vinci (Majadahonda), Lola Gómez Calleja‏ (@lgomezcalleja), que se define como «profesora apasionada, en busca de talento y creatividad para innovar en el aula», busca, sobre todo, «experiencias didácticas de aplicación de Redes Sociales ¿me ayudas?». Ella ha aplaudido la iniciativa de su compañero Salvador Garijo, profesor de Formación Profesional de la familia profesional de Administración y Gestión, que desde su especialidad de Administración de Empresas busca también «la utilidad de las redes sociales para mis alumnos» porque «los objetivos que me propuse al implantar esta herramienta fueron los propios de la clase al revés: Dedicar menos tiempo en clase a la teoría para dedicarle más tiempo a la práctica. Qué los alumnos resuelvan las dudas que se les plantea en los ejercicios prácticos de forma colaborativa. Resolver las dudas que se les plantea a los alumnos al hacer los ejercicios prácticos en el momento en el que los están haciendo. Al utilizar menos clases para la teoría, los alumnos podrán elaborar en el instituto, casi exclusivamente, los retos que les propongo«. Leer más sobre «poner la clase del revés».


Instituto Leonardo Da Vinci (Majadahonda)

Pero no se limita ahí. La profesora Lola Gómez Calleja‏ también ilustra desde sus redes sociales sobre el uso de las mismas y ha difundido la poco conocida noticia de la visita a España del fundador de Twitter, Jack Dorsey: «Creo que en Twitter somos únicos entre las empresas tecnológicas por nuestro carácter abierto. Todo está en la superficie. Así que cuando vemos información falsa en la plataforma, periodistas como usted inmediatamente la detectan. Los periodistas son muy importantes en nuestro ecosistema. Hemos sido coherentes durante estos once años. Cuando añadimos fuentes de información, nos esforzamos por verificarlas con herramientas de aprendizaje automático. Pero son los individuos los que tienen que determinar lo que es veraz y lo que no lo es. La mentira no es algo nuevo en nuestra sociedad. La gente miente desde siempre. El problema es que la tecnología amplifica esas mentiras», dice Dorsey.

Y añade: «Cuando la epidemia de gripe, el CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades) tenía cuenta en Twitter. Pero salieron otras cien cuentas de falsos CDC. Nosotros verificamos la auténtica. Y le damos las herramientas al público para que sepa si una fuente es fiable. Igual que verificamos cuál es la cuenta oficial de la Casa Blanca. Pero son los periodistas los que tienen la capacidad para detectar si una noticia es falsa. Es lo más ágil y rápido. Unos 1600 millones de personas ven o leen tuits mencionados por la prensa, la radio o las televisiones cada mes. Lo que nosotros nos proponemos es que todo el mundo pueda participar. Y personalizar su experiencia. Que la gente pueda decir: «Esto es lo importante que está sucediendo ahora en el mundo. Pero esto otro es lo importante para mí. Y puedo verlo en tiempo real».


El alcalde de Jung, José Antonio Rodríguez Salas

«Ahí está nuestra fuerza. Estamos centrados en este objetivo. Y por eso están aumentando nuestros usuarios. Todos los días voy caminando al trabajo. Es un paseo de unos ocho kilómetros, me lleva una hora y cuarto. Voy con los cascos puestos, escuchando un podcast o un audiolibro. O a mi aire. Este es el rato del día en el que puedo darle vueltas a las cosas. Pero creo que la creatividad surge sobre todo del contacto con otra gente, de contrastar ideas unos con otros. No se limita a un momento del día o a un estado mental determinado. Si decides ser creativo, puedes serlo. En cualquier momento. Es una elección personal». Quizá Dorsey, como otros idealistas de Silicon Valley escocidos por el uso tendencioso que se ha hecho de las redes sociales en las últimas elecciones norteamericanas, necesitaba sacarse la espina. Así que el CEO de Twitter escuchó primero las explicaciones del alcalde socialista de Jung (Granada), José Antonio Rodríguez Salas, traductora de por medio, y luego lo cosió a preguntas. Y el alcalde, entusiasta seguidor de MJD Magazin, le contó cómo había conseguido que el pueblo funcione al ritmo de Twitter. El propio alcalde, todo el equipo municipal, el único policía, el barrendero… tienen cuenta en la plataforma y se comunican así con los ciudadanos.

«Aquí ya no doblan las campanas cuando muere alguien, lo tuiteamos», le dijo a Dorsey. Los debates para decidir en qué se gasta el presupuesto se ventilan en abierto; las negociaciones con los proveedores municipales se retransmiten en tiempo real… «La transparencia es absoluta, no puede haber corrupción», le siguió contando. Y le pidió un café con un tuit en el bar de la esquina. Y Dorsey, taza en mano, no dejaba de murmurar: «Asombroso». Y le presentó a varios vecinos, entre ellos a Elena Almagro, una septuagenaria que tiene Twitter en su móvil y que le soltó con desparpajo: «¿Usted es el padre de Larry [el pajarito azul] Tiene cara de buena persona». Más tarde, Dorsey tuvo tiempo de charlar con la dirección del Ideal de Granada, el periódico que organiza el TAT, el mayor evento sobre Twitter del mundo y por el que han pasado más de 200 ponentes en sus cinco ediciones. Leer más.

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