Francesc, “Quico”, Pi de la Serra, es no sólo uno de los nombres más representativos de la Nova Canço Catalana sino un creador de una singular personalidad artística que le sitúa en la primera línea de la música popular contemporánea, no sólo catalana o de cantautor: «Barcelonés, de 1942, seguramente el “bluesman” más importante que este país haya dado», escribe el también poeta, escritor y cantautor Vicente Araguas (Majadahonda)

VICENTE ARAGUAS. (21 de febrero de 2025). Cité a dos cantautores en estas mismas páginas, tan etéreas, tan de todos y de nadie como el aire bajoserrano que respiramos, en esta Majada, a veces tan ajena como lo son algunos de sus mandatarios, definidos certeramente por un lector, tocayo mío, como “paracaidistas” al pie de la letra de la política local. Tan desarrapada que hay en ella quien confunde cronistas locales con redactores de crónicas, cronicones con croniquillas, en fin. Pero yo citaba, hace no mucho, en “Majadahonda Magazin” a Labordeta y Raimon como dos cantautores tocados de un intelecto radical y de una cultura sobresaliente, ambos, escritores aparte del mundo de la canción en que se movieron. José Antonio prácticamente hasta que se lo llevo la más canalla a esas Verdes Praderas de dudoso retorno. Raimon Pelegero ensumido ahora en los arrabales de la vida que llamamos vejez, y que tan bien definiera Jorge Manrique. “todo se torna graveza/ cuando llega al arrabal de senectud”. A ellos debo comprender que la canción de autor va mucho más allá del mero entretenimiento, que en ella debe radicar una visión del mundo a partir del conocimiento propio. Épica desde la lírica o cómo llegar al cielo desde el mar o cosa semejante, no sé.

«Y vuelvo a Valladolid, un año de aquellos, a unas jornadas de canción de autor, setiembre 2004. Y me sitúo, a través de una instantánea hecha por el gran Fernando Valiño, en la Plaza de Santa Cruz, donde el Rectorado, caminando con “Quico” Pi de la Serra y Miro Casabella»,

Y A ELLOS PUEDO AÑADIR ENTRE NOSOTROS (SÍ, OTRO DÍA HABLARÉ DE SABINA, OTRO CANTAR) A FRANCESC PI DE LA SERRA. Barcelonés, de 1942, seguramente el “bluesman” más importante que este país haya dado. Y autor de “L´home del carrer” (“El hombre de la calle”), seguramente la canción más importante que jamás haya dado la cantautoría que nos ocupa (y preocupa). De “Quico”, hipocorístico con el que lo hemos conocido siempre, tengo un disco, un “extended play” que atesoro, no solo porque está dedicado por él sino porque en su interior hay 4 canciones de su autoría grabadas, entre otros músicos, con el guitarrista de jazz belga, René Thomas, muerto bien joven en Santander, de un infarto, en 1975 (había nacido en Lieja, en 1927). Una joya. Como también lo es el “long-play”, que igualmente poseo, en vinilo, llamado “Francesc Pi de la Serra”, con arreglos de Ricard Miralles, ese músico prodigioso, mucho más que el arreglista canónico de Serrat, que también.

«De “Quico”, hipocorístico con el que lo hemos conocido siempre, tengo un disco, un “extended play” que atesoro, no solo porque está dedicado por él»

MIRALLES, ME DICEN, VIVE EN MAJADAHONDA, y yo pienso: qué suerte tienen quienes aterrizan aquí, en el caso de este músico catalán por circunstancias que desconozco, ya que son ajenos a esos “paracaidistas” citados al principio. Hace tiempo que no sé de “Quico”, aunque de vez en cuando vuelvo a sus discos en catalán pero también en castellano. Como cuando irrumpe en mi ordenador con ese rotundo: ”Españoles, salís de vuestra patria/ después de haber luchado contra el invasor”. Por ejemplo. Y yo siento el estremecimiento que me inunda ante el arte bien ejecutado. Ante las maneras de vivir que me llevan a Octavio Paz, tantas veces citado por mí; el de “amar es combatir”.

“Este hombrecillo que todo lo hace bien/ que siempre camina, que siempre camina”. Y canta, ante un público entregado, esta canción modélica, música y texto. Para Vázquez Montalbán, y para mí también, la gran canción de autor de los nuestros»

Y VUELVO A VALLADOLID, UN AÑO DE AQUELLOS, A UNAS JORNADAS DE CANCIÓN DE AUTOR, SETIEMBRE 2004. Y me sitúo, a través de una instantánea hecha por el gran Fernando Valiño, en la Plaza de Santa Cruz, donde el Rectorado, caminando con “Quico” y Miro Casabella, quien saldrá más adelante en estas páginas, Y “Quico” va a cantar, y aún no sabe qué, y le digo que “l´home del carrer: “Aquest homenot que tot ho fa bé/ que sempre camina, que sempre camina”. “Este hombrecillo que todo lo hace bien/ que siempre camina, que siempre camina”. Y canta, ante un público entregado, esta canción modélica, música y texto. Para Vázquez Montalbán, y para mí también, la gran canción de autor de los nuestros. Sí.

 

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