Víctor Hernández y Susana De Sousa Higashi

LIDIA GARCIA. «Voces españolas en Brasil: «Esto era una bomba y Bolsonaro ha sido el gran propagador de noticias falsas». Con este titular, la periodista Cristina Herráez de Nius Diario (Tele 5) entrevista a Víctor Hernández, ingeniero informático de 41 años, madrileño de Majadahonda, que lleva más de un lustro viviendo en Brasil. Lo hace porque «la zona cero de la covid-19 se ha trasladado a India, aunque el mundo no debería perder de vista a Brasil. El gigante latinoamericano es el segundo país con más muertos del mundo por coronavirus, sólo por detrás de Estados Unidos».  Voces españolas y en español explican a NIUS cómo se está viviendo en Brasil la lucha contra un virus que ya ha dejado más de 400.000 fallecidos. En marzo y en abril, el país batió su récord de muertos, con más de 3.000 diarios, y preocupa la llegada del invierno en el hemisferio sur. Aquí las políticas de aislamiento las fija cada gobernador o cada alcalde, aunque las los focos siguen pendientes del presidente, Jair Bolsonaro. El «Trump brasileño» se ha dedicado a negar la gravedad de la pandemia, a denostar el uso de la mascarilla, a recomendar terapias pseudocuentíficas o a cuestionar la eficacia de la vacunas. Pero quien diga que está sorprendido por lo que manifieste el mandatario es que es «tonto o muy tonto», zanja Víctor Hernández. 


Este ingeniero informático de Majadahonda ha montado un hotel en una playa de Brasil

«Este ingeniero informático de 41 años, madrileño de Majadahonda, lleva más de un lustro viviendo en Brasil. Dejó su trabajo en «una de esas multinacionales que son máquinas de explotar el talento y a las personas» y montó con su pareja una posada, «un concepto de hotel muy familiar». Lo hizo, como define, en «el lugar donde el viento peina las cejas», en Icaraizinho de Amontada, a dos horas de Fortaleza, en el nordeste del país. Un pequeño «paraíso», poco explotado y perfecto para hacer windsurf, kitesurf o surf. El clima del lugar, asegura, ayuda a mantener a raya al coronavirus. Amontada no llega a 40.000 habitantes y tiene una densidad 35,69 habitantes por km². Desde este rincón brasileño «es difícil pillarle el pulso al país más grande de Latinoamérica», constata.

«Cada uno está tomando las medidas que considera correctas». En su Estado, Ceará, los pediatras dejaron de pasar consulta hasta no recibir la vacuna. Si tenían cualquier imprevisto con su hija recién nacida debían ir al hospital. «Haré una videollamada para guiarlos este miércoles, a la hora programada para la consulta» les escribió la pediatra del sector privado.  En todo caso, Víctor, en su día a día, no tiene sentimiento de peligro. «Las estancias están abiertas, todo es muy amplio, las viviendas, las playas… No hay agobio ya que nunca hay aglomeraciones. Aquí hay muy pocas muertes. Las personas se han mentalizado de que hay que llevar mascarilla y estamos al 50% de capacidad, así que los turistas se sienten tranquilos y comienzan a llegar. Nosotros, además, ya nos contagiamos en febrero, cuando viajamos a España para el 100 cumpleaños de mi abuela, así que estamos relativamente tranquilos», explica Víctor antes de meterse al agua a hacer surf». Lea la entrevista completa.

Majadahonda Magazin