Luca Zidane, portero del Real Madrid Juvenil de División de Honor e hijo del legendario jugador hoy entrenador del Real Madrid-Castilla, fue involuntario protagonista del partido de su equipo en el Cerro del Espino de Majadahonda, donde jugaba el “derby” frente al At. Madrid que decidía el liderato con un llenazo espectacular. MJD Magazin fue testigo de ello y no pudo ser peor momento para el joven cancerbero: derrota (4-2) y expulsión. Si su padre fue un exquisito futbolista pero muy duro en el terreno de juego (en su carrera tuvo 14 expulsiones, dos de ellas en Mundiales), su hijo Luca ha iniciado esta triste “hoja de servicios” en Majadahonda, donde la cantera del At. Madrid juega los partidos de casa.
Imagenes captadas por «Mundo Deportivo»
Lo que les ocurre a los Zidane con sus arrebatos de furia es paradójico porque, fuera de los terrenos de juego –y aún hoy como entrenador– Zinedine Zidane es todo un caballero y un “gentelman” del fútbol, todo un ejemplo de buena educación, fair play y excelentes maneras, como pueden atestiguar todos los periodistas deportivos que lo tratan. De hecho, el “Cholo” Simeone, también residente en Majadahonda y también expulsado 5 veces como jugador y 2 como entrenador, una de ellas con 8 partidos, es hoy otro ejemplo de deportividad fuera de los terrenos de juego. Pero si para Luca Zidane está grabado aquel 9 de julio de 2006, final del Mundial en Alemania entre Francia e Italia por su cabezazo a Materazzi, este 29 de noviembre de 2015 su hijo Luca Zidane no olvidará Majadahonda por su patada a Zaca, jugador atlético.
La jugada fue muy rápida: Luca Zidane detuvo un balón largo por arriba y se aprestó a sacar rápido con el pie entre una nube de jugadores para lograr un contra ataque. Pero Zaca se le interpuso sibilinamente, provocándole un saque defectuoso hacia la derecha, en una jugada muy habitual en los terrenos de juego. Zidane estaba de un humor de perros por los cuatro goles encajados, y una vez el balón ya iba por el aire, prolongó algo más su carrera para darle una patada por detrás al jugador rojiblanco. Posteriormente, en la refriega que se lió, agarró por el cuello a Theo Hernández, curiosamente compañero suyo en la selección francesa pero hoy jugador rojiblanco. El árbitro no lo vio –como le ocurrió a su padre en la final del Mundial de 2006– pero ya fuera por la patada con el pie o por el manotazo en el cuello, un juez de línea lo sopló posteriormente, por lo que el árbitro detuvo el juego y, previa consulta, expulsó al portero.
Por lo demás, el Atlético de Madrid Juvenil de División de Honor logró este domingo un importante triunfo y remontó por dos veces a un Real Madrid (0-1 y 1-2) que no jugó mal y demostró incluso mayor calidad individual, pero que careció de la intensidad y agresividad suficiente para contrarrestar la que demostraban los «cholos». El equipo de Óscar Fernández, que esta misma semana selló su pase a los octavos de final de la Youth League, tras ganar 4-0 al Galatasaray, “derrochó coraje y corazón para darle la vuelta a un encuentro que se le puso muy cuesta arriba desde el minuto 2 de partido, cuando el Real Madrid se puso por delante con un gol de Óscar», apunta el cronista Chema G. Fuente de “Mundo Deportivo”. El triunfo por 4-2 ante el Real Madrid que entrena el ex jugador madridista Ramis coloca al Atlético líder de su grupo de División de Honor, con 29 puntos, empatado con el Rayo Vallecano, pero con mejor diferencia de goles. En esta liga muy pocos equipos han logrado puntuar en el Cerro del Espino, pero uno de ellos ha sido el Rayo Majadahonda, que logró un empate a 1 tras ir ganando durante 80 minutos el encuentro, lo que dice mucho de la capacidad de ese estilo de juego de los futbolistas majariegos.
Cholo Simeone y Mono Burgos estuvieron viendo el partido
“El partido fue vibrante. El Atlético llegó a empatar poco después con un tanto de Salomón Obama, que sigue siendo la pesadilla del equipo blanco en todas las categorías, ya le ha marcado en alevin, infantil, cadete y ahora en juveniles. Con todo, el Real Madrid volvería a ponerse por delante poco antes del final de la primera parte, con una buena incursión y tiro cruzado de Jacobo. En la reanudación, el equipo rojiblanco aceleró la marcha, ante la atenta mirada de Diego Pablo Simeone, que estuvo observando a los canteranos, durante un rato, antes de irse a la Clínica Fremap para visitar a Tiago Mendes, operado de rotura de tibia este domingo”, señala Chema G. Fuente.
“Antes del descanso, Salomón se lesionaba en el tobillo en una dura entrada de un jugador del Real Madrid, que se quedó sin sanción. Se las prometían felices los de Iván Ramis en el partido porque el africano ya no estaba pero su recambio, Zaka, fue el que revolucionó el partido. En la reanudación, jugadón del delantero que remataba Toni Moya para el empate y penalti que transformaba Rubén Fernández para el 3-2. Todo en un clima de mucha tensión, con numerosos encontronazos y varias tanganas. El Atlético se pondría 4-2 a la salida de un saque de esquina que el capitán del equipo, Antonio Montoro, metería de cabeza».
«La recta final fue una sucesión de duras entradas por ambos lados, especialmente por un Real Madrid que no podía con el equipo rojiblanco. Una patada sin balón del meta blanco Luca Zidane, hijo de Zinedine Zidane, estrella madridista, sentenció las pocas opciones de igualar del cuadro blanco al final del choque. El colegiado le expulsó en una refriega en la que algún jugador del Real Madrid pudo haber acabado en la ducha porque, como se ve en las imágenes de la fotogalería, agarró del cuello y tiró al suelo a Theo Hernández, que corría hacia el meta francés para recriminarle su acción”, concluye Chema G. Fuente.
