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Elsa e Illy posando para ABC en Majadahonda

«Sale el sol en Madrid y es un alivio. Después de semanas entrenándose con frío y lluvia en Brasil, se agradece volver a casa. Hace calor en Majadahonda y eso endurece las sesiones bajo la mirada de Dani Rodríguez Wood, su entrenador, uno más dentro del equipo que hace casi una década formaron Lili y Elsa con el sueño olímpico en el horizonte. Son una pequeña familia que va de acá para allá. Torneo tras torneo, dando pequeños pasos hacia la gloria. Acercándose a aquel anhelo infantil que cada vez está más próximo. Las sensaciones sobre la arena no han sido las mejores tras un largo viaje que aún se hace notar en el rostro de las jugadoras. Caras largas que cambian de manera radical cuando termina la sesión. Saber distinguir entre el trabajo y todo lo que ocurre alrededor ha sido una de las claves de su éxito. Fundamental si se tiene en cuenta que la mayor parte del año lo pasan juntas. El primer acercamiento con la mejor pareja femenina de la historia del voley playa español es afable. Amistoso. No hace falta mucho tiempo para comprobar que existe una química especial entre ambas». El diario ABC desvela en este reportaje la existencia de la primera deportista de Majadahonda que ha conseguido billete para las Olimpiadas de Río de Janeiro (Brasil). Y no disimula su alborozo ante la cámara del fotógrafo Oscar del Pozo, que inmortaliza el reportaje de Emilio V. Escudero:


Elsa e Illy posando para ABC en Majadahonda

Elsa e Illy entrenando para ABC en Majadahonda

Elsa Baquerizo (Madrid, 1987) pertenece al CV Majadahonda y saluda con una sonrisa. «¿Dónde nos ponemos?», pregunta mientras se enfunda manguitos, camiseta y visera. «Hay que lucir a los patrocinadores. Sin ellos sería imposible estar aquí y cuesta mucho conseguirlos», apunta. La sesión de fotos es divertida y se alarga en el tiempo, al igual que la charla posterior, en la que no hay temas tabú y en donde las palabras desprenden una sinceridad que se echa de menos habitualmente cuando se habla con deportistas de primer nivel. Su pareja es Liliana Fernández (Benidorm, 1987), que toma la palabra, mucho más resuelta que su compañera lejos de la arena. «Echando la vista atrás, el primer recuerdo que Lili y Elsa tienen como dúo está en el Centro de Alto Rendimiento de Canarias. Allí, tras unos meses de preparación por separado y cuando Lili acabó el ciclo con su anterior pareja, es Dani el que les propone comenzar esta aventura que dura ya casi diez años. Cristalizaba un sueño que ambas comenzaron de manera individual y que a partir de entonces fue creciendo día a día. Desde la base hasta tocar la gloria. «Cuando fuimos a Tenerife, fue simplemente porque nos gustaba el voley playa. Nada más. Claro que pensabas que querías ir a unos Juegos, pero no dejaba de ser un sueño lejano. Casi de niña», reconoce Lili. En su palmarés durante estos años figuran varias medallas que las han aupado a un lugar de privilegio en el ranking mundial, pero hay una que recuerdan por encima del resto. «Lo de los Juegos fue especial, pero si tenemos que quedarnos con un partido lo hacemos con la final del Europeo de 2013. Estábamos muy emocionadas y fue un partido muy bonito, aunque no lo consiguiéramos ganar», apuntan al diario madrileño.


Elsa Baquerizo

Elsa Baquerizo

«Ni siquiera esa medalla de plata en el Europeo las catapultó económicamente. Acostumbradas a luchar en un deporte poco conocido,ellas nunca se rinden. Es su sino. Una manera de vivir que han hecho suya y que las hace optimistas de cara a Río donde esperan ser un eslabón más de la cadena de éxitos femeninos del deporte español. Una cadena que, según ellas, lleva muchos años ahí, aunque algunos parezca que se han dado cuenta de su existencia en los últimos tiempos. «No hay un boom del deporte femenino. No es cierto. Lo que pasa es que los medios no le han dado importancia antes a los éxitos femeninos. Claro que los había: Arantxa Sánchez-Vicario, Conchita Martínez, Ruth Beitia, Amaya Valdemoro, Gemma Mengual… y muchas más. Pero pasaban inadvertidas. Al menos, no tanto como ahora. De repente, alguien ha dicho que las mujeres lo estábamos haciendo muy bien y todo el mundo mira hacia nosotras. Que está muy bien, ¿eh? Pero no es algo nuevo. Siempre ha habido deportes en los que las mujeres españolas destacaban y nadie se hacía eco de ello», señalan, algo molestas, pero tratando de poner de relieve lo que para ellas ha sido un trato injusto a lo largo de los años. Es el único momento en el que pierden la sonrisa, pero es casi fugaz. Imposible borrar el optimismo y el buen ambiente que existe entre ellas y que desprenden a su alrededor. Optimismo que apunta alto en los Juegos», concluye el reportaje.

Fuente:

ABC

Majadahonda Magazin