JORGE RUBIO. «Esta casa está en ruinas (Hostal en la Carretera de El Plantío junto a entrada a Bus VAO), hay gente viviendo ahí ¿no hay nada que el Ayuntamiento pueda hacer por ellos? ¿Tenemos que esperar a la desgracia?». Con este mensaje, el partido político Vox se dirigía al Ayuntamiento de Majadahonda a través de MJD Magazin para denunciar la situación de precariedad que está viviendo un grupo de personas en un edificio abandonado en la carretera de El Plantío (Majadahonda). Desde Vox piden que el consistorio u ONGs atiendan la situación de estos seres humanos, ya que la gente que está «okupando» esta casa en ruinas está en una situación de desamparo, aunque esta precariedad les permite al menos vivir. Un episodio que vuelve a contraponer las realidades distintas que vive Majadahonda como ciudad, al ser una de las localidades más ricas de España, pero que al mismo presenta situaciones de precariedad. Una situación compleja que puede llegar a degenerar en conflictos sociales como el ocurrido en Aravaca en 1992 con el crimen de la dominicana Lucrecia Pérez, que malvivía en un lugar parecido a éste y fue además asesinada. Aquel fue el primer caso de crimen racista en España, un suceso que conmocionó a la sociedad española de la época por su crudeza y sobre el que además se ha realizado un documental de Marcel Camacho


Si nos retrotraemos a lo ocurrido en Aravaca en 1992 encontramos que un edificio abandonado «servía de refugio a entre 80 y 100 inmigrantes». La situación en aquel entonces era distinta, ya que la presencia de inmigrantes era sensiblemente más reducida. Sin embargo, la presencia de estas personas generó en ese momento «tensión en el ambiente» lo que contribuyó a acrecentar la xenofobia entre los vecinos de este acomodado barrio de Madrid situado en la A-6. Todo ello culminó con el asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez por un joven guardia civil que fue acompañado por otros tres menores ultraderechistas. «Aquel primer crimen xenófobo fue un símbolo», recordaba Álvaro Ballarín, concejal del distrito Moncloa-Aravaca en el diario El País, que añadía que de esta forma «España, un país de emigrantes, se convertía en país de acogida, nos considerábamos solidarios… Fue un cataclismo«.

Por otro lado, grupos ultras han realizado en los últimos años acciones de ayuda para indigentes y gente necesitada, pero exclusivamente de nacionalidad española. Un movimiento inspirado en las actuaciones del partido griego Amanecer Dorado. que repartió comida y ayuda entre los «originarios» del país heleno cuando emergieron las duras consecuencias de la crisis económica que azotaban a las clases medias y más desfavorecidas. Una situación que ha tenido su réplica en España en varias regiones. Uno de los casos más señalados ha sido el de Hogar Social Patriota Maria Luisa Navarro en Valencia, que con una filosofía similar a la de Amanecer Dorado ha actuado de forma similar en esta Comunidad. En este caso, la acción humanitaria de comida y asilo en el «Albergue Patriota» se restringe igualmente con tintes xenófobos, ya que se reserva únicamente a «familias españolas necesitadas» cuyos beneficiarios «debían presentar el DNI español y la tarjeta del paro».

Fuente: El País

Fuente: El País

Fuente: El Diario.es

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