FELIPE TURULL. Un escándalo se produjo entre distintos sectores religiosos y conservadores de España el pasado jueves 1 de septiembre (2022) y a muchos ha pasado desapercibido. Mucha gente de Vox se enervó en redes sociales contra Isabel Ayuso, esa que por ser más original que ellos les quita votos en Madrid. La presidenta madrileña se había posicionado en favor de uno de los apartados de la reforma del aborto que habían aprobado en el Gobierno nacional tanto Pedro Sánchez como Irene Montero. Sí, el punto sobre las menores de 18 años y mayores de 16. Con independencia de lo que cada cual piense (creo yo que no llevaba razón Díaz Ayuso aquí por ser víctima de su liberalismo desmedido egoísta), está claro que el titular interpretado era «Ayuso traidora«. Mucha gente de Vox le dijo de todo en redes sociales… afirmaron que si «Ayuso no era de fiar», que «era tan mala como Feijóo«… Sí, porque los de la Marcha por la Vida del 25 de junio se habían sentido defraudados.

Yendo a lo que toca ir… ¿Cómo afecta esto al gobierno municipal de Majadahonda?. Lo decimos porque sabido es que gobierna el PP de Ustarroz (conocido enemigo interno de Ayuso) en coalición con una de las facciones de Vox de mayor agrado del Opus Dei. Y si se supone que como celebraban algunos, Majadahonda iba a convertirse en el municipio pro-vida de cabecera de España tras el «cheque bebé» y la institucionalización declarada para el 25 de marzo… ¿qué ocurrirá?. Y la respuesta es nada: absolutamente nada. Los sueldos de los concejales son lo primero y los principios van detrás. Solo hay que ver cómo ha reaccionado Vox en Majadahonda. Si uno observa las declaraciones públicas, puede verse como el concejal de Juventud y Nuevas Tecnologías, Pablo Pérez Gallardo, este se limitó a publicar una declaración en la que dejaba en mal lugar a Díaz Ayuso, retuiteando posteriormente unas declaraciones de la médico yunquera Gádor Joya, parlamentaria por Vox.

Este señor aceptó una propuesta de uno de los emisores del caucus paleolibertario de Vox (España Confidencial), Angel Manuel García Carmona. En ella pedía un monumento dedicado a los «niños no nacidos» en Majadahonda. En Majadahonda ni siquiera se ha atrevido a hacerlo. Como modelo, este residente en una localidad vecina del Oeste de Madrid, compartió una foto de la ciudad de Szczecin, donde una semana antes había visitado un centro académico del Opus Dei. ¿Quién le mandó ahí?. Este mismo señor fue enviado el año pasado a visitar el centro jurídico Ordo Iuris de Varsovia, de la TFP, dos meses antes de reunirse con el profesor Ureta, peso pesado de esta secta de origen brasileño.

Ahora bien, ¿presentarán por esta posición proabortista una moción de censura en Majadahonda?. Si tan católicos y creyentes son Rodríguez Cuadrado (empleado en otros tiempos en colegios del Opus) y Pérez Gallardo (amigo de Monasterio, el mirlo blanco de los paleolibertarios por ese liberalismo económico), ¿presentarán esa moción de censura que haga al PP depender de otros socios más «sanos»?. Ya se les ha pasado el plazo legal (no se pueden hacer 1 año antes de las elecciones) pero podemos decir que como «compensación» en Vox le pueden dar las gracias al teodorista Ustarroz por hacerles caso en otras de sus propuestas ideológicas sobre género y lenguaje no inclusivo, ya que sabemos que Vox en Majadahonda no objeta para nada del «modelo de urbanización cara y colegio-universidad de pago» que durante años ha promovido el PP. Con lo cual, puede que el Opus Dei (pese a las llamadas de atención del Papa Francisco), el Mises Institute y el Instituto Plinio Correa de Oliveira, consideren que es mejor aguantar con el PP para salvar los privilegios elitistas… Y mientras, por si acaso, preparar algún movimiento de progenie nacionalista y secesionista como la Confederación Madrileña.