PAULA BERBELL. El año 2017 conmemora el décimo aniversario de la muerte del escritor Francisco Umbral, que en 1985 comenzó a residir en Majadahonda, en una espaciosa y gustosa vivienda unifamiliar que bautiza como “La Dacha”. En esta ciudad pasó los últimos 32 años de su vida y para conmemorar esta efemérides MJD Magazin ha recopilado las principales referencias majariegas del literato. Hasta en 12 artículos las hemos encontrado, que son los siguientes y que iremos reproduciendo como sugerencias de lecturas en Navidad. En este primer capítulo, recordamos una cena en Majadahonda que Umbral relata. Pero hay más y son el retrato de una época:


1- Cena en Majadahonda: el I premio Francisco Umbral de novela corta

2- Los premios Umbral de Majadahonda: realismo sucio, novela femenina y ciencia ficción

3- Umbral y Majada Honda, la Sexta Avenida y María “la guapa de la Majada”

4- “¿Qué fue de mi premio?”: Retrato de Majadahonda por Francisco Umbral

5 Lluvia en Majadahonda: “lo más novelesco es Foxá”, decía Francisco Umbral

6 Los perros “sin collar” de Majadahonda: artículo de Francisco Umbral

7 El PSOE toca a mi “dacha”: artículo de Umbral desde Majadahonda

8 “Majadahonda, redil profundo para ovejas”: artículo de Francisco Umbral

9 “Lo que tengo, Umbral, es un cáncer de testículo”: retrato de Blas de Otero

10 Francisco Umbral y Alberti: El día en que enterramos a María Teresa León en Majadahonda

11 La calle Vicente Aleixandre de Majadahonda, por Francisco Umbral

12 Los “amores tardíos· de mi vecino Raphael en Majadahonda, por Francisco Umbral

23-02-1997: EL MUNDO: Jueves 20: «Se falla el premio Francisco Umbral de novela corta, en Majadahonda, a lo largo de una cena en la que me encuentro otra vez con Esperanza Aguirre y sus chicos (Fernando, Luis Alberto, Soriano, que son como los tres mosqueteros de la ministra). Ha venido mucha gente de Madrid, más la crema de la intelectualidad majariega: Carmen Rigalt, Carlos Bousoño y señora (no le gusta salir en negritas), el alcalde Romero de Tejada y alcaldesa, etc. Entre los invitados y el jurado, Sara Montiel, Rosa Valenty, más delgada y más guapa, Pepe Rubio, Sisita Miláns del Bosch, los Perelétegui, Juan José Alonso Millán, Luis del Val, que me glosa, Luis Otero, que prepara un nuevo libro sobre los 40/40, Carla Duval, Nadiuska, Mari Cruz Soriano, Andrés Aberasturi, vestido de Mesonero Romanos, etc.

«A Carla Duval le digo lo de siempre: que tiene más interés, misterio y morbo que su hermana (me parece que le escribe las letras a Norma; bella y original criatura, Carla, a quien hace años descubrí buscando a su hermana, y le dediqué una página entera en El País. Esperanza Aguirre me dice que está de acuerdo con lo que digo en La Derechona sobre “el complejo de derecha”: – Es verdad que existe y yo lo tengo, Umbral. Por ejemplo me gusta mucho el golf y ahora no juego apenas por complejo, cuando lo que habría que hacer es democratizar el golf, que es muy sano. Pero ya ha empezado a democratizarlo Raúl del Pozo, que no tiene complejo de nada».

«Premiamos a tres escritores muy jóvenes en las tres modalidades de humor, aventuras y novela policíaca. Les digo a los organizadores que prefiero simplemente el enunciado de novela corta. La novela de género ya se ha pasado. Luego me toca hablar y digo que una novela corta no es sino una novela larga a la que se le ha quitado todo lo que le sobra. “A todas las novelas largas les sobran páginas, empezando por el Quijote. La novela corta está más cerca del poema que de la narración. De modo que no sabemos si hemos premiado a un futuro novelista o a un futuro poeta. Lo intolerable es que este premio con mi nombre no me lo hayan dado a mí. Los premios suelen llevar el nombre de un escritor muerto. Esto de ser al mismo tiempo el clásico y el invitado, un clásico que se come las patatas, resulta complicado de llevar. Me regalan un reloj, quizá para que el clásico se ponga al día».

Majadahonda Magazin