JORGE RUBIO. «Un día mi profesora de baile (Raquel Hinojosa) me dijo que había un casting para el musical de Billy Elliot aquí en Madrid y que si me quería presentar. Lo estuve hablando con mi madre y al final me apunté. Pasara lo que pasara, era una buena manera de enfrentarme a la realidad del mundo del baile y al reto de superarme. Hice el casting durante dos días y tuve la suerte de que me cogieron«. Con estas palabras, la joven bailarina y cantante de 13 años de Majadahonda Andrea Jiménez recuerda cómo fue el proceso que le llevó a presentarse al casting del musical Billy Elliot. Una decisión que le ha llevado a convertirse en una de las protagonistas de este musical de éxito al encarnar a Susan Parks, una de las amigas de Billy, al que acompañan en su odisea para convertirse en bailarín. A pesar de su corta edad, Andrea muestra una gran madurez al reconocer que es muy «disciplinada», lo que le ha resultado fundamental para poder compaginar sin problemas su carrera artística con los estudios en el «San Jaime», ya que debe practicar «6 horas a la semana». A continuación esta joven majariega desvela algunos de sus secretos, lo que ha supuesto para ella participar en este musical y un consejo para todos los niños de Majadahonda cuyo sueño es bailar.

¿A qué edad te iniciaste en el mundo de la danza y de la música? –Desde pequeña mi deporte fue la gimnasia rítmica, donde también tenía formación en ballet. Dejé la rítmica y a los 10 años comencé a tomar clases de baile (ballet, funky, jazz) en la Escuela de Artes Escénicas Raquel Hinojosa y a los 11 me cogieron en el musical, donde recibí una gran formación en ballet, claqué, canto e interpretación. ¿Qué nos puedes contar de tu preparación? ¿Practicas a diario? –Antes sí, practicaba 12 horas a la semana, pero ahora, debido a los estudios y a las funciones en el musical de Billy Elliot, practico unas 6 horas semanales. Antes de Billy Elliot, ¿habías participado en alguna obra similar o ésta ha sido tu primera toma de contacto con el «mundo profesional» del espectáculo? –En teatro nunca, pero una vez, con 7 años, hice junto a mi hermano una intervención en un capítulo de una serie de Antena 3 llamada «Blancanieves». Antes de eso, mi tiempo estaba dedicado a los entrenamientos y a las competiciones de rítmica.

¿Es muy difícil compaginar las clases y las actuaciones? –El tema de los estudios lo llevo muy bien, nunca he tenido ningún problema. Soy muy disciplinada y responsable académicamente, y exigente conmigo misma, y mi colegio de siempre, el San Jaime, me conoce y sabe que no va a afectar a mis estudios, ni siquiera si tengo que faltar alguna hora a clase. Si al día siguiente de una función (hago dos a la semana) tengo un examen, al llegar a casa a las doce de la noche me pongo a repasar. No puedo fallar, pues si mis notas bajaran o suspendiera, el Ministerio de Educación no me dejaría actuar el siguiente trimestre. Le ha pasado a alguna de las bailarinas de Billy Elliot. Lo primero son los estudios para los niños que trabajamos. Billy Elliot se ha convertido en uno de los musicales de referencia en la escena cultural española ¿Qué se siente al bailar y cantar delante de tanta gente? –La verdad, a mÍ me parece un honor y me siento orgullosa de mÍ misma. Sobre todo me siento agradecida de mi madre y de mi padre, ya que sin ellos nada de esto hubiese sido posible. En el teatro, con tantos niños y adultos, somos como una gran familia y todos nos queremos y admiramos. Valoramos la actuación de cada uno de los actores, pues la de cada persona hace posible la de los demás.

¿Qué consejo le darías a los niños y niñas que quieren bailar pero que quizá no se atreven a dar el paso? –Que no tengan miedo de dar ese paso, que todo es posible con esfuerzo, voluntad y poniéndole mucha ilusión a lo que quieras hacer. ¿Te gustaría actuar en Majadahonda? –Sí, claro, me haría mucha ilusión. ¿Qué es lo que más te gusta de la ciudad? –Lo que más me gusta de Majadahonda es cómo se vive aquí, sobre todo por la gente y por cómo está diseñada. Es una ciudad ideal para padres e hijos. Puedes ir andando o en bici a todos sitios… Con mucho ocio, pero a la vez tranquila.