J. FEDERICO MTNEZ. Tres semanas, más de 2.500 personas infectadas y casi 100 muertos en la Comunidad de Madrid después de que el disfraz de coronavirus ganase el premio de los carnavales del Ayuntamiento de Majadahonda 2020 por decisión de un jurado donde había 4 concejales de PP y Vox, el coronavirus ya no da risa a casi nadie, pero se mantiene lo que el editorial de la prestigiosa revista científica «Lancet» sentenciaba: nuestros políticos han hecho «demasiado poco y demasiado tarde» para atajar esta pandemia. Y no es solo un problema de Majadahonda sino de toda la Zona Oeste, Comunidad de Madrid, España y Europa en general. El quid de la cuestión del coronavirus no solo es un problema eminentemente sanitario. Por muy grave que sea, y lo es, también es económico, político y de opinión pública. Y cómo, a pesar de ser hijo y nieto de médicos por parte de padre y madre, mi área de conocimiento es la Comunicación, algún día parecerá interesante analizar el caso de Majadahonda.


J. F. Mtnez

Los datos de audiencia indican que la prensa independiente, aún en su draconiana austeridad y con una economía de guerra, sigue siendo más seguida que los aburridos y partidistas mensajes políticos: 30 noticias y 40.000 visitas, mientras que el tuit del alcalde, que lógicamente es uno de los más leídos entre los cargos de Majadahonda por la gigantesca maquinaria propagandística que arrastra detrás, apenas alcanza entre 10 y 30 lecturas entre los empleados y afiliados que lo comparten. Una vez más insisto -y es de pésima educación hacerlo- creo que Ayuntamientos y Medios de Comunicación locales deben ir de la mano, aún más en momentos de crisis. El actual alcalde de Majadahonda, junto a sus sumisos socios de Vox, ha estimado que no debe ser así pero aunque la compleja relación entre poder y prensa sea de conflicto y cooperación permanente, desaprovechar ese potente altavoz independiente constituye un innecesario y sorprendente «harakiri».

Y ciertamente lo es y no solo personal, ya que va a destrozar en este caso tanto veteranas como jóvenes y prometedoras carreras políticas, como ocurrió en la anterior legislatura. El golpe del coronavirus, aun siendo dramático en términos de vidas humanas -y lo peor está por llegar- va a cambiar nuestro modelo económico y político, lo ve un ciego a muchos kilómetros de distancia. Y leyendo las primeras medidas municipales –ampliar la carga y descarga, retrasar el pago de sus apreciados impuestos, garantizar la seguridad y salario solo de ellos y de sus funcionarios– uno llega a la misma conclusión que ha editorializado la revista científica «Lancet»: demasiado poco y demasiado tarde.

Majadahonda Magazin