JULIA BACHILLER. La respuesta de los empresarios y comerciantes majariegos a la propuesta planteada en colaboración conjunta del Ayuntamiento de Majadahonda y del Círculo de Empresarios y Comerciantes del municipio ha sido clara y contundente: su negativa a participar modifica así el eslogan de la iniciativa y la sustituye por el de “Majadahonda NO está de moda”. Viene esto a colación porque el pasado 16 de agosto (2022) el consistorio solicitaba en diversos medios de comunicación “la implicación de los empresarios locales”, para realizar una “gran pasarela con desfiles de diferentes temáticas: moda, belleza, disfraces, mascotas, regalos, vestuario laboral, deporte, automoción, artesanía, nuevos diseñadores… en fin, todo aquello que puede abrir el abanico y convertir una pasarela en un gran evento”. La citada «pasarela» estaría complementada con “talleres, actuaciones musicales, charlas, exposiciones, photocall gigante en la calle, etc…”, todo ello bajo el lema “Majadahonda está de moda”. La «actuación» tenía que haber tenido lugar durante el fin de semana en los días 23 y 24 de septiembre (2022), algo que finalmente no sucedió: la respuesta negativa a la colaboración por parte del tejido empresarial y comercial de Majadahonda ante el amplio abanico de posibilidades ofertadas dejó claro su rechazo a cooperar con dicha iniciativa.
Ni siquiera las palabras del alcalde, incluidas en el comunicado promocional, les convencieron: “José Luis Álvarez Ustarroz ha defendido este fin de semana de la moda de Majadahonda como una forma de “seguir tendiendo la mano a comerciantes, autónomos y pequeños empresarios”. Tampoco lo hizo cuando inauguró las «Noches de Verano en el Monte del Pilar” durante los fines de semana de junio y julio, que en su momento valoró como “actuaciones y cine de verano en un entorno inigualable que nos están ayudando además a dinamizar la economía local en distintas zonas de Majadahonda”. Según nos dicen los empresarios y comerciantes, dichas iniciativas no han tenido resultado económico para los comercios ni han sido convincentes por los pobres resultados obtenidos a pesar de su alto coste.
Tampoco el Círculo de Empresarios y Comerciantes de Majadahonda ha corrido mejor fortuna: de similar manera, difundía el acto y solicitaba la participación, asegurando que “el impacto de esta acción de dinamización depende, en gran medida, de la implicación de los empresarios locales». Por eso «lanzamos la invitación a participar activamente abriendo un periodo de inscripción a través del siguiente formulario, que estará activo hasta los primeros días de septiembre”. La negativa a participar de los empresarios y comerciantes de Majadahonda muestra una vez más que esta asociación carece de asociados con los que contar a la hora de cubrir este tipo de eventos, a pesar de lo cual sigue recibiendo elevadas subvenciones que además se gestionan con opacidad y sin transparencia, pues no muestra a que van destinadas. Solo la investigación de este medio de comunicación ha aflorado que el dinero lo ha recibido la gerente por el «trenecito» de las Fiestas y un amigo de la presidenta por construir el circuito de «Nordic Walking», curiosamente el mismo deporte del que ella imparte clases remuneradas.
Durante la presente legislatura, la concejal de Comercio Silvia Saavedra, aseguro en un pleno (junio 2021) que “nosotros creemos que hay que ayudar a pescar y no dar el pez”. A día de hoy parece ser que esa «ayuda a pescar» no ha dado sus frutos o no ha sido lo suficientemente efectiva como para que los empresarios y comerciantes la apoyen. Con el consentimiento del alcalde, el Círculo de Empresarios y Comerciantes de Majadahonda recibe el «pez» de las subvenciones y la «caña» con el apoyo del Ayuntamiento pero ni por esas: algún día sabremos a que viene tanta insistencia en conceder esa riada de dinero público empleado de forma tan ineficaz. En una situación tan crítica como la sufrida por este sector comercial y empresarial en los últimos años, habría tenido sentido plantearse si la medida más efectiva hubiera sido “multiplicar los panes y los peces”: con ello nos referimos a que en lugar de invertir en actuaciones musicales y de ocio, competencia de las concejalías de Festejos y Cultura, una ayuda económica directa o con bajada de tasas municipales hubiera sido acogida con mejor agrado.