MANU RAMOS. El periodista José María Sadia ha dirigido una carta este mes de junio (2023) a la redacción de MJD Magazin porque «hace varios años publicaron una noticia sobre un sarcófago visigodo que se guardaba en un domicilio particular. La cuestión es que me gustaría recuperar aquel caso y necesito la ayuda de personas que vivieran y estudiaran el hallazgo. En el texto de «El País» se cita al profesor Manuel Gesteiro, vecino que conoce la historia de Majadahonda. ¿Se les ocurre cómo podría contactar con él?. Les agradezco mucho su ayuda». Desde este periódico se le indicó la existencia de un libro de fotos «que hace 20 años publicaron Manuel Gesteiro y Julito Valverde el peluquero”, según reveló el entonces alcalde Narciso de Foxá en 2018, por lo que se ruega contactar con la redacción de MJD Magazin si alguien tiene noticias de su paradero. Y es que la muerte accidental del que fuera alcalde de Majadahonda, Marcelino Sanz Calvo, afloró otra curiosa historia de la ciudad: la del sarcófago visigodo. La recordó Julián Hernández cuando proporcionó más datos sobre el paraje conocido como “El Villar”, en la zona donde se juntan el Arroyo del Plantío y el río Guadarrama, y marca el lugar donde falleció Marcelino Sanz al volcar su tractor mientras trabajaba.
«En esa zona también apareció un sarcófago visigodo, que no estoy seguro si lo encontró él mismo, con lo cual en esa zona debe de haber enterrados los restos de una ciudad o pueblo visigodo”. ¿Qué hay de cierto?. Hace 21 años, la periodista Esther Sánchez del diario «El País» daba la noticia, que era la siguiente: «Un sarcófago del siglo VI, usado de macetero en Majadahonda. La familia de un ex alcalde guarda la pieza. El sarcófago apareció cuando Julio Labrandero araba junto a su hermano la tierra de la finca La Herrera. «El arado topó con algo muy duro», relata Ángeles, una de sus hijas. Al sacar aquella gran piedra, descubrieron que era un sarcófago de granito de unos dos metros de longitud en el que, según lo que le contaron a ella, había restos de un adulto y un niño.
Ángeles no sabe qué ocurrió con ellos, aunque imagina que les darían sepultura. «Quizá en la iglesia del pueblo», sugería en este antiguo reportaje. «Labrandero -que fue alcalde de Majadahonda– decidió trasladar el sarcófago a su casa, y allí permaneció hasta que pasó a manos de sus herederos. Hoy, la pieza se utiliza como macetero en una finca familiar cercana al casco urbano. Sesenta años más tarde del primer hallazgo arqueológico, el profesor Manuel Gesteiro encontró en el mismo lugar, en el camino de El Villar, una rueda de molino cuando paseaba con unos amigos. La pieza estaba rota y tuvieron que reconstruirla por completo».
Sumamente interesante
Esta noticia, es conocida por los majariegos, solo falta que un arqueólogo se ponga a trabajar y sacar a la luz la ciudad visigoda sepultada en el Villar de Majadahonda.
Si aparece un sarcófago visigodo y ningún estamento público le da importancia, pues alguna utilidad hay que darle, desde niño lo ví en el patio del Ex Alcalde Julio Labrandero, allí estaba tranquilo y reposando como si los años mo hubieran pasado. Que siga de macetero, si nadie hace nada.
Me parece fantástico vuestro S.O.S. para intentar averiguar dónde está el dicho sepulcro. Espero que haya novedades pronto. En todo caso, yo seguiré buscando a personas que puedan saber algo del paradero. Lo dicho, gracias.