Una vez más, y ya son 4 en esta legislatura, la partida presupuestaria dedicada a publicidad institucional volvió a convertirse en uno de los temas de debate en el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda. Un montante irrisorio (75.000 euros) para los 5 medios locales respecto a los 66 millones de euros que se manejan en este consistorio y que sin embargo para algunos grupos municipales parece suponer uno de los grandes campos de batalla políticos. En esta ocasión, fue la nueva portavoz del PSOE Majadahonda, Socorro Montes de Oca, la que sacó a relucir este tema al mezclar 3 asignaciones distintas y afirmar que las partidas como «publicidad», «propaganda» y «atenciones protocolarias y de representación» suben en el Presupuesto 2018 cuando consideramos que no son prioritarias para los vecinos». Y añadió: «en Publicidad y Propaganda suben un 15%, atenciones protocolarias y representación casi un 60%«. Una afirmación que desencadenó los reproches del concejal de Hacienda Ángel Alonso (PP): «nos están afeando que incrementemos el presupuesto de la alcaldía para Publicidad (12.500 euros) y Propaganda o Protocolo (1.500 euros), pero hace unos meses votaron a favor de la moción presentada por IU y Somos Majadahonda para que se incrementase la difusión de los recursos sociales y o de los recursos educativos de Majadahonda. ¿Donde se cree usted que va ese incremento presupuestario? A la partida de Publicidad y Propaganda«.
El concejal Alonso desveló que la Concejalía de Servicios Sociales se ha gastado 11.700 euros en publicidad y la de Educación un total de 6.500 euros. Lo curioso es que ni un céntimo ha llegado a los medios locales que teóricamente son los de mayor audiencia en la ciudad y que han sido excluidos de esta difusión publicitaria. Tan ajeno a esta realidad como su interlocutora, el edil del PP acusó a la nueva portavoz socialista de hacer un «burdo intento demagógico que sonroja». Y lo argumentó así: «cuando aquí había una situación de déficit importante concentramos los principales recortes en estas partidas. Un corporativo de entonces, Luis Gimeno (PP), decía que estábamos llegando a unos niveles de “abnegación», pero advirtió: «miseria, nunca”. Y este ayuntamiento estuvo en la miseria más absoluta en cuanto a gastos protocolarios. ¿Usted cree que hemos mejorado mucho? ¿Sabe cuál es el presupuesto que se dedica? 12.500 euros en un presupuesto de 66 millones de euros que es lo que la señora Montes de Oca le parece más importante de todo ese presupuesto«.
Dentro de Somos/Podemos, las expresiones públicas sobre este asunto fueron diferentes: Patricio Mackey (Somos) señaló en este mismo debate que era necesario incrementar las partidas de publicidad «para que la gente conozca los servicios sociales y las ayudas que tienen» y al menos no manifestó que debían excluirse a los medios locales. Su compañera Irene Salcedo, en cambio, sí pidió esta discriminación al reclamar «la utilización de los medios de comunicación con los que cuenta el Ayuntamiento» y que se excluyese así a la prensa local de la publicidad institucional. Izquierda Unida se alineó también con la postura de la exclusión de medios locales: solicitó por medio de Juancho Santana que el ayuntamiento publicite a los colegios públicos ante la nueva campaña de matriculación del curso 2018-19 pues «los centros privados y concertados hacen inserciones publicitarias exponiendo las bondades de sus centros y en cambio los centros públicos no tienen esas capacidades: lo que pedimos es que se haga desde el Ayuntamiento». Y precisó su propuesta: «en nuestros medios, véase el boletín municipal o web municipal». La concejal Fátima Núñez (PP) respondió a todos ellos que estos centros educativos públicos «ya figuran en la revista municipal y en la página web de los centros, así como en la del ayuntamiento». Ni una sola mención a los medios locales, que no utiliza publicitariamente pero sí lo hace informativamente.
Esta no fue la única cuestión relacionada con los medios de comunicación. Para algunos concejales, el prestigioso e histórico diario catalán La Vanguardia parece que se ha convertido en el periódico de cabecera de la ciudad de Majadahonda, pues solo él alcanza la elocuencia y notoriedad de sus citas. Al menos eso es lo que dejó entrever Juancho Santana (IU) durante el debate sobre el aula de menores conflictivos presentada por Cs Majadahonda en el pleno. «Cuando leí la nota de prensa de La Vanguardia en la que ponía “Ciudadanos propone crear un aula para alumnos conflictivos en Majadahonda», lo primero que uno piensa es que van a crear un gueto, los alumnos conflictivos los metemos en un aula y los abandonamos. Así era el titular de La Vanguardia«, señalaba el edil. Unas afirmaciones a las que Mariene Moreno (Ciudadanos) replicó que ese titular «lo había puesto el periodista de La Vanguardia» y que dicho encabezamiento «no era exactamente nuestro», con lo que pareció desmentir o no estar del todo de acuerdo con la redacción periodística que hizo el diario catalán de su nota de prensa. Curiosamente, Cs asegura en su último comunicado enviado a MJD Magazin que los medios públicos deben estar regentados por periodistas «sin carné de partido» y le reprocha al PP que «Telemadrid no trabaja para ustedes sino para los madrileños que son sus legítimos dueños”.
EDITORIAL. «La revista en papel de los partidos políticos en el ayuntamiento da la risa», escribe en MJD Magazin nuestro colaborador José María Babot Vizcaíno, pero las carcajadas al leerla se convierten en espasmos cuando se comprueba que cada legislatura este divertimento de los partidos sale a concurso público por 540.000 euros que pagamos todos los vecinos. La partida de Propaganda no se para ahí: 45.147 euros anuales con pagas extras de 6.450 euros cobra cada jefe de prensa (y hay 4), lo que supone, que son 180.000 euros al año y 722.000 cada legislatura. No contamos las subvenciones y gastos, teléfonos, viajes, comidas, etc, pues todo ello va aparte. Nos acercamos así al 1,5 millones de euros en propaganda del Gobierno y de la Oposición, pero el problema de gasto público, a lo que se ve por los 4 debates que llevamos en esta legislatura, son los 75.000 euros que hay que repartir entre los 5 medios de comunicación de la ciudad. Y no se hace de buen grado sino porque la ley obliga –con jurisprudencia del Tribunal Supremo y graves advertencias que los concejales desoyen– para evitar discriminación, subjetividad y discrecionalidad en los repartos, actitudes que se castigan incluso penalmente. Solo la audiencia medida de forma externa y la radicación informativa en el municipio deben ser los baremos, dice el Supremo, pero a ellos eso les da igual y hacen oídos sordos a las consecuencias.
Del millón y medio de euros de gasto público que hacen sus partidos los concejales no dicen ni pío pero sobre las miserables cantidades que «reparten» sobre la prensa local se pone el grito en el cielo y se reclama abiertamente la «exclusión». En el colmo de la desfachatez, un concejal suele llamar en los plenos a los medios públicos «los nuestros», aunque los pagamos los demás. Y en el último debate emerge otra realidad desconocida: se han gastado 18.000 euros en publicidad de Servicios Sociales y Educación, pero ni un céntimo llega a los medios locales. Nueva discriminación, si no estamos ante algo peor. En su ignorancia, y ya no es la primera que diría Cervantes, algunos concejales confunden –y ya parece que deliberadamente– «publicidad», «propaganda» y «protocolo». Mezclan sus servicios propagandísticos con las atenciones protocolarias y a estas dos con la publicidad institucional, a la que llaman también «Propaganda», término ya en desuso en el sector. Algunos no han salido aún del cyclostil o la «vietnamita» y denominan así a las campañas institucionales, de ahí esa querencia por las revistas de papel que pagamos todos pero que a personas como José María Babot Vizcaíno ya le dan «la risa», pues sus noticias aparecen con 1 ó 2 meses de retraso con respecto a la vertiginosa realidad digital de los medios y las redes sociales.
Desde MJD Magazin queremos advertir a la opinión pública que nos concede cada día más su generosa comprensión y audiencia que estamos ante un nuevo engaño: no hay dinero en publicidad, salvo el suyo, el que gastan los partidos. El dinero que ponen los contribuyentes con sus impuestos y gastan los políticos, del Gobierno y de la Oposición, con sus despilfarros sin sentido y sin fin. Y como no les gusta la prensa independiente manipulan datos y cifras para justificar sus exclusiones y discriminaciones. Lamentable y reiterado error: con la ayuda de nuestros lectores y anunciantes seguiremos adelante y cuantos más sean, más libres seremos para denunciar las continuas tropelías de los encargados de decidir los destinos de las arcas públicas. Y ahora no solo los vecinos son sus víctimas: los medios de comunicación también.
Por supuesto estoy a favor de la supresión de la propaganda que hace el Ayuntamiento, y volver, sin reparo alguno, a la ayuda que el ayuntamiento daba a los jubilados para el transporte.
Carlos Horacio Valera ha reaccionado a un enlace