MANU RAMOS. Decía el legendario político democristiano italiano Giulio Andreotti que lo que desgasta no es el poder sino «no tenerlo», y el socialista Alfonso Guerra apuntaba que si la Oposición se desgasta aún más que el Gobierno es porque fuera del poder «hacer mucho frío». Sarcasmos y bromas aparte, el retroceso del PSOE en Majadahonda durante las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, (perdió 2 escaños, pasando de 5 a 3), a pesar de su dureza y rotundidad, tiene sus matices: 4.400 socialistas votaron en Majadahonda al candidato autonómico Juan Lobato mientras que 4.900 lo hicieron por David Rodríguez, lo que significa que lo respaldaron 500 electores más. Este cambio de voto en las 2 papeletas (local y autonómica) lo acredita igualmente la abstención: 13.000 majariegos (25%) se abstuvieron en las votaciones al Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, pero los votantes de izquierda se abstuvieron más que los de derecha, si nos atenemos al cambio de voto de ambas formaciones según fuera la decisión municipal o autonómica.
MÁS MADRID, MEJOR CON IU QUE CON PODEMOS. En el campo regional que va más allá de la izquierda moderada, 3.800 majariegos votaron a Mónica García de «Más Madrid» pero solo 2.500 a Dani Pérez Pinto (1.300) en la elección local. No obstante, la alianza Más Madrid-IU sumó más que la anterior de Más Madrid (Somos)-Podemos y esta vez sí obtuvo representación. A Podemos-IU en las Autonómicas lo votaron ahora 850 majariegos pero solo 400 votaron a Podemos al Ayuntamiento, donde se presentaba en solitario. Ambas operaciones fracasaron. Y era algo ya conocido: en 2019, la izquierda no obtuvo escaño aunque logró 2.200 votos: Podemos (Somos)-Más Madrid iban unidos y obtuvieron casi 1.200 votos mientras que IU en solitario sacó solo 1.000. Ahora, en este peculiar «juego de la silla«, Más Madrid iba en coalición con IU y sí obtuvo 1 acta (2.500 votos) aunque Podemos se fue al precipicio al ir por libre (400).
LAS CLAVES DEL ÉXITO DE VECINOS POR MAJADAHONDA (VPMJ). La novedad de estas elecciones fue VpMJ, ya que se introdujo en el Ayuntamiento con éxito y en un ambiente extremadamente hostil, pues logró la doble representación en pleno «vendaval Ayuso» y con otros 2 partidos pujando por el espacio moderado: Centristas quedó fuera por 2ª vez y Ciudadanos bajó de 7 a 0, por lo que sus electores -y su propio partido- parecen haber marcado ya el camino de la extinción, como le ocurrió a los antiguos «dinosaurios» de la UCD después de la Transición. En este escenario, el heredero de estos votos moderados parece ser esta nueva formación local, y no solo en Majadahonda, ya que el fenómeno se ha producido al menos en otro medio centenar de municipios madrileños. A la espera de su posible crecimiento, que pareció ir en la campaña espoleado por los numerosos ataques que le proferían sus competidores, y en este original contexto, el triunfo de los «Vecinos» cobra aun más valor: hizo algo más que duplicar los votos de 2019 (de 1.100 pasó a casi 2.700) por lo que pasó del 3% al 7%. Y en la Comunidad de Madrid logró 26 Alcaldías, solo 1 menos que un partido centenario como el PSOE.
Vecinos tiene mucho espacio para crecer porque puede recoger muchas quejas que los partidos grandes no miran. Muchos alcaldes y concejales tienen puesta la mirada fuera del municipio.
Si en VpM lo saben mimar y luchar fuerte, porque no es débil esa lucha, lo se de sobras, llegará a donde quieren llegar.
Se está demostrando poco a poco, que a la izquierda se le está acabando el terreno y tendrán que hacer, como el ganado, una trashumancia a otros paises, si éstos les dejan
Y ya pueden echar lobeznos o lobatos que no nos morderán ni el talón.