JORGE RUBIO. Ignacio Arias Hurtado, uno de los profesores del colegio MIT School de Málaga, ha denunciado a MJD Magazin la supuesta situación irregular en la que se encuentra este colegio, que pretende implantarse en Madrid y duda entre Boadilla y Majadahonda para hacerlo. «Algunas de estas irregularidades tienen que ver con la acreditación académica de los docentes del centro, pero también con identidades falsas para algunos de sus profesores. Según reconocía el propio colegio, usaban «nombres artísticos» para algunos de los miembros de su personal docente, como el caso de «Mr. Cross» y que en realidad se llamaba Cruces. Esta era una forma de «agradar a los padres» según Mariano Alba, director del centro en 2014, que reconocía en el diario Málaga Hoy que tenían la idea de que «en colegios ingleses y americanos cuando el apellido significaba algo extraño, se le colocaba otro nombre para que a los padres les pareciera mejor, aquí en algunos casos se ha puesto esto». Al tiempo, aunque admitía que «la capacidad, la profesionalidad, el trato y la titulación de estos profesores es correcta» matizaba que «no es tal red, sino una Sociedad Limitada Laboral con un solo colegio aparentemente a punto de la quiebra, según argumentó el Administrador Único para justificar el despido de 7 socios minoritarios en verano de 2015″. El colegio, que pretende simultanear la enseñanza del inglés y chino con el español, niega todas las acusaciones y dice que ha pasado todas las Inspección de Trabajo, Hacienda y Sanidad. Un grupo de familiares también se ha posicionado en favor del proyecto educativo del MIT School:  «Manifestamos todo nuestro apoyo a los profesionales a los que cada día confiamos la educación de nuestros hijos«. 


En su escrito, el profesor Arias Hurtado expresa sus dudas sobre la viabilidad del proyecto económico de este centro ya que «no hay forma de saber la situación real de la cuentas de la empresa, pues el mismo Administrador Único y socio mayoritario (J. Jenaro Díaz Cabrera) se ha venido negando a convocar Junta para tal efecto y lleva sin presentar cuentas anuales a los socios ni registrarlas en el Registro Mercantil correspondiente desde 2013«. «Esta situación se viene sosteniendo desde que en 2013 la mayoría de los socios minoritarios tuvieran conocimiento y denunciaran internamente los desmanes e irregularidades en la gestión tanto económica como académica del colegio por parte del citado J. Jenaro. El abuso de poder, el intento manifiesto y público de desprestigio hacia los socios denunciantes por parte de J. Jenaro, y los propios desmanes e irregularidades (presuntamente ilegalidades) en la gestión repercutieron y lo siguen haciendo en el día a día y la calidad en la enseñanza del colegio, lo cual fue también denunciado por un amplio sector de los padres», señala el escrito.

«Tal magnitud de desaciertos en la gestión y el afán de notoriedad de J. Jenaro acabaron inevitablemente en la salida a la luz de los problemas internos de la sociedad y del colegio como institución académica, de los que la prensa se hizo eco y que en extracto se adjuntan», detalla en su carta el profesor Ignacio Arias Hurtado. «De igual modo, el descenso en el número de alumnos fue muy notorio pues la persona a cargo y el estilo de gestión que hicieron tanto daño a la sociedad y al colegio sigue siendo la misma y nunca ha podido el colegio remontar desde entonces. De ahí en gran medida la necesidad y el afán de J. Jenaro de embarcarse en una nueva empresa fuera de Málaga y con capital extranjero, pues fuera de Málaga solo se conoce la publicidad pagada por J. Jenaro en medios locales y lo publicado por orden de éste mismo en la página web y las redes sociales del colegio», prosigue el profesor.

«Actualmente, la sociedad está inmersa en decenas de litigios por cuestiones tanto mercantiles como laborales, amén de las cuantiosas deudas en número y cantidad contraídas con diversos acreedores que han dejado de prestar servicio al centro o lo prestan bajo mínimos con la esperanza de cobrar al menos parte de lo adeudado (catering, servicio de autobuses, etc.). A ello habría que sumar, al menos como advertencia para nuevas partes interesadas en participar en la sociedad en alguna medida, las otras tantas decenas de litigios ya resueltos en modo de sentencia firme mantenidos por la sociedad contra los socios minoritarios denunciantes y declarados por la justicia favorables a estos últimos en un porcentaje cercano al 98%, con la consiguiente sangría económica y de prestigio realizada a la sociedad por el Administrador J. Jenaro, que sigue y seguirá siendo denunciada ante los tribunales correspondientes, por la que se asegura continuidad en tal sangría económica por el mero mantenimiento de los litigios, más la derivada muy probablemente de asumir la responsabilidad por la mala gestión de la que acabará J. Jenaro dando cuentas en algún momento futuro», concluye.

«Manifestamos todo nuestro apoyo a los profesionales a los que cada día confiamos la educación de nuestros hijos«, destacaba un grupo de familiares en La Opinión de Málaga sobre el proyecto educativo del MIT School. Una situación que contrasta con las denuncias de otras familias que sostenían que en el centro se estaban produciendo «irregularidades académicas» incompatibles con los supuestos estándares de calidad de dicha escuela. Una situación que docentes y padres del colegio malagueño han llevado a los tribunales y de la que la prensa malagueña se ha hecho eco. Antes estas acusaciones, el MIT School Málaga asegura que estas denuncias «no tienen ninguna base y que únicamente buscan «desprestigiar y perjudicar a la institución» tal y como señalaban al diario La Opinión de Málaga, donde también señalan que tras las pertinente Inspección de Trabajo, de Hacienda y de Sanidad simultáneamente, «y gracias al favorable resultado de las mismas», el colegio sigue su actividad «con total normalidad». Una situación que ha generado una gran polaridad de opiniones tanto entre el personal docente como entre los padres de los alumnos.

Sin embargo, cabe destacar que la mayor parte de estos acontecimientos y sucesos se produjeron durante los años 2013 y 2015. Precisamente, una de las últimas noticias relacionadas con el personal docente del MIT School se produjo en 2015 cuando la justicia dio la razón a la escuela tras el despido de varios profesores por no disponer de los títulos de idiomas que se les requería. A partid de este momento, la actualidad del centro gira en torno a los distintos éxitos educativos de sus alumnos y de sus planes de expansión fuera de Málaga, concretamente a Madrid, para instalar un nuevo colegio entre Boadilla y Majadahonda en el que uno de los ejes fundamentales del mismo será la enseñanza del chino.

Majadahonda Magazin