ZACARIAS M. MAILLO. Mensaje para la directiva, con la experiencia de la temporada pasada: queda poco para terminar la liga y la confianza precisamente no es la reina del equipo. Reflexionen y decidan antes de que sea demasiado tarde. El objeto a corto plazo en esta sociedad anónima deportiva era consolidarse en esta Segunda B, dado que subir de nuevo se antojaba imposible. Reforcemos este objetivo. No lo perdamos de vista. Y no será porque la afición, la prensa y la sociedad en su conjunto. no lo hayan advertido dede hace semanas: el Rayo Majadahonda cae en picado y sin remedio hacia los puestos de peligro de descenso, después de jugar la temporada pasada en Segunda A y de haber transformado el club en una sociedad anónima que se pretende profesional en la gestión empresarial y también deportiva. En efecto, inmersos ya en la segunda vuelta del Grupo 1 de la Segunda B, el Rayo sigue presentando un bagaje futbolístico que da pena: séptimo, a solo seis puntos del descenso, y con una diferencia de goles negativa, lo que le sitúa entre los peores clubes de la clasificación. En fin, el Celta B, entrenado por el bueno de Onésimo, ubicado en los puestos de cola, fue capaz de ganar 1-2 a un Rayo simplón, soso, sin pujanza, con una defensa floja, un centro del campo inoperante, Moyita en el banquillo, aburrido, sin recursos, absolutamente desarbolado. EL único recurso de los locales, para desesperación de la parroquia majariega, es el balonazo del portero o el pase desde la defensa hasta la delantera en la esperanza de que alguno de los delanteros rayistas sea capaz de aprovechar un despeje o despiste del equipo contrario. Un auténtico desastre.


Zacarias M. Mailo

Los celestes, que llevaban ocho jornadas consecutivas sin conocer la victoria como visitantes, consiguieron ponerse por delante y lograron conservar su ventaja a pesar de quedarse con diez sobre el campo, siendo el portero Rosic el verdadero ídolo gallego con cuatro paradones cuando más apretaron los majariegos. Los de Onésimo se llevaron un triunfo trabajado desde los primeros compases del choque, cuando pasados poco más de cinco minutos Manu Justo culminó una gran jugada de los celestes por la banda derecha: el balón tocó en un defensor del Majadahonda justo antes de colarse en la portería.

Al final del primer tiempo los rayistas consiguieron empatar por obra del defensa Andrade en un gol de los que se llaman ‘por narices’, después de que sucedieran en el área pequeña del Celta despejes y rechaces como si del patio del colegio se tratara. El partido se decidió después del descanso, cuando los celtiñas consiguieron volver a ponerse por delante gracias a un tremendo disparo a bote pronto de Javi Gómez desde la frontal. El partido pudo dar un vuelco gracias al centrocampista Dani Molina, que vio la segunda tarjeta amarilla en el minuto 67 y el Rayo fue a muerte a conseguir el empate. Fue entonces cuando apareció el guardameta serbio, Dragan Rosic, quien abortó hasta cuatro ocasiones claras de los locales. Incluso la fortuna le sonrió en dos ocasiones en que los locales encontraron los palos en sendos remates.

J. Federico Mtnez

J. FEDERICO MTNEZ. El Rayo Majadahonda ya es el peor equipo de la segunda vuelta en el Grupo I de la Segunda B y sus números no dejan lugar a dudas. Esta vez no pudo ganar a un Celta que venía en descenso y que jugó la segunda parte no solo de 10 sino con 10. Una evidente falta de confianza, una racha de mala suerte de las que hace época, una plaga de lesiones parecida a las que padeció Egipto con sus langostas, errores arbitrales espontáneos pero condicionantes, palos como defensas contrarios y lo más grave: problemas de baja autoestima, confianza, deterioro físico (algunos jugadores están con sobrepeso y hay carreras de ida y vuelta en las áreas que no se soportan) han abocado al equipo a una situación inverosímil: a 6 puntos de la cuarta plaza en una jornada donde perdieron los 3 primeros, ya inalcanzables, pero ocurrió algo peor: los 3 que luchan por subirse a ese ultimo vagón del ascenso ganaron, lo que relega al Rayo Majadahonda a 6 puntos también del play out de descenso a Tercera División. Todas las alarmas se han encendido y los acontecimientos se han precipitado. Los cambios son inevitables, así no se puede seguir. ¿Y cuales serán esos cambios?. En menos de 24 horas se conocerán y el martes, con la primera jornada de entrenamiento semanal, podrían hacerse públicos. Y hay algo seguro: cambios se van a producir [Ampliación con opiniones de los expertos, aficionados y seguidores].

Rayo Majadahonda: Jagoba Zárraga (0), Borja Díaz (0), Adrian (2), Charlie Dean (2), Pablo Andrade (1) (Ródenas, min. 84 (0), July Mvondo (1), Carlitos (1) (Llorente, min.75 (0), David Martín (0), Marc Caballé (0) (Rubén Mesa, min. 68 (1), Tamayo (0) y Carlos Bravo (0).
Celta B: Rosic, Carreira, Jose Fontán, Lozano, Pampin, Jacobo, Dani Molina, Moukhliss, Solís, Yeboah y Manu Justo
Goles: Jacobo (0-1, min. 10), Pablo Andrade (1-1, min. 29) y Javi Gomez (1-2, min. 59)

LA VOZ DE GALICIA. Segunda victoria consecutiva del Celta B, esta vez frente al Rayo Majadahonda con 1-2 final. Los de Onésimo se adelantaron en el marcador gracias al tempranero gol de Jacobo que el brasileño Andrade se encargó de igualar mediada la primera parte. El golazo de Javi Gómez, junto con las intervenciones de Rosic, dio la victoria a los celestes, que miran con esperanza a la salvación y que buscarán otra victoria en casa frente al colista San Sebastián de los Reyes.La era Onésimo seguía teniendo una cuenta pendiente, la victoria fuera de Barreiro. Mucha intensidad en los primeros minutos por parte de ambos conjuntos. Los ocho partidos seguidos fuera de casa sin ganar por parte celeste pesaban en el juego vigués, que intentaba crear peligro por banda derecha, por donde precisamente llegaría el primer gol del partido. Internada en el minuto 6 de Moha que se la dejaba a Jacobo tocándola delante de Jagoba Zárraga y con la colaboración de Charlie Dean lograban el 0-1 en el marcador.

La réplica no tardó en llegar y a los tres minutos, un centro de Carlos Bravo al área pequeña casi se lo introduce en su portería Fontán pero el balón se marchaba rozando la cepa derecha de Rosic a córner. Onésimo saltó del banquillo pidiendo cabeza a sus zagueros para que eviten dar facilidades a los majariegos. Los locales intentaron por mediación de Andrade crear ocasiones con balones bombeados al área de Rosic pero nunca encontraba un compañero que lograse rematarlos. El Celta B se mostraba cómodo en el césped natural de Majadahonda y bien organizados presionaban la salida de balón madrileña. En el 22, buena ocasión por parte local con una llegada por derecha de Borja Díaz y su centro al área no logra empujarlo a gol ni Carlos Bravo ni Jesús Tamayo. Yeboah y Carreira tenían una autopista por su banda, la derecha y solo a faltas podían ser frenados, lo que incluso le costó la amarilla a Jean Jules. De la misma falta, centro de Moha y remate forzado de Jacobo alto. En el 26, otra vez la conexión Moha: Jacobo casi logra el segundo tanto pero el meta local estuvo rápido para despejar a los pies del delantero celeste.El empate llegaría en el 29 cuando tras una falta de pizarra, un centro por la derecha terminaba con el remate de Adrián Jiménez al larguero y el rechace lo empujaba a gol el carioca Andrade. Mal defendida la jugada por parte celeste que dio todas las facilidades posibles al ataque majariego. Hablando entre ellos y con el 1-1 en el marcador se marcharon ambos conjuntos al descanso.

No hubo cambios tras el paso por vestuarios, aunque sí se veían a varios jugadores del Celta B calentando en la banda para futuras sustituciones. El Majadahonda saltó con más ímpetu al campo que los vigueses y David Martín probó suerte en un par de ocasiones pero afortunadamente para los intereses de los de Onésimo, terminaros lejos de la meta del serbio. El Celta B se quedó encerrado en su campo y con una labor de contención impedían que el empate se moviese del marcador. No les duraba el balón al filial celeste que se miraban entre ellos intentando dar explicación a la desconexión sufrida. Así que la reacción del entrenador vallisoletano fue sentar a Moha por Javi Gómez. Y la primera que toca la envía para dentro enganchando un disparo desde la media luna del área local que se cuela como una exhalación en la portería de Zárraga. Golazo del toledano que devolvía la tranquilidad al cuadro celeste.

El tanto rompió al Rayo Majadahonda, que comenzó a cometer errores de nerviosismo que desesperaban a sus aficionados. Pero no iba ser una victoria tranquila, ya que en el 66 Molina veía la segunda tarjeta amarilla y dejaba al filial celeste con un hombre menos. La solución de emergencia fue sentar a Manu Justo por el senegalés Cissé. En el 69 paradón de Rosic a remate de David Martín a quien le sacó con la mano izquierda un remate a bocajarro y lo envió a córner por encima del larguero. Volvió a aparecer el meta serbio para despejar más remates de los delanteros majariegos que terminaban con las manos en la cabeza ante sus intervenciones. Pudo empatar en el 79 el Rayo pero el balón de Borja Díaz terminó en el poste derecho de Rosic o con la falta de Jesús Tamayo a la escuadra derecha bien despejada por el serbio. Al final, sufrida victoria por 1-2 que permite soñar al Celta B con abandonar los puestos de descenso.

FARO DE VIGO. El Celta B se contagió del heroísmo del primer equipo para volver a ganar lejos de Barreiro casi seis meses después. Los celestes, que llevaban ocho jornadas consecutivas sin conocer la victoria como visitantes, consiguieron ponerse por delante en el Cerro del Espino frente al Rayo Majadahonda y lograron conservar su ventaja a pesar de quedarse con diez sobre el campo. Rosic, que se hizo enorme bajo los palos, fue el gran artífice de la victoria céltica con cuatro paradones cuando más apretaron los madrileños. A Onésimo solo le quedaba romper la mala racha del Celta B fuera de casa y lo consiguió. Un triunfo trabajado desde los primeros compases del choque. Habían pasado poco más de cinco minutos cuando Manu Justo culminó una gran jugada de los celestes por la banda derecha. El balón tocó en un defensor del Majadahonda justo antes de colarse en la portería. Mediado el primer tiempo empataron los madrileños con un tanto de Pablo Andrade en una acción a balón parado.

Todo se decidiría después del descanso. El Celta B volvió a ponerse por delante gracias a un tremendo disparo a bote pronto de Javi Gómez desde la frontal. Una gran alegría en el bando celeste hasta que el centrocampista Dani Molina vio la segunda tarjeta amarilla en el minuto 67. Quedaba mucho encuentro por delante y el Rayo Majadahonda fue a por todas. Fue entonces cuando apareció Dragan Rosic. El guardameta serbio abortó hasta cuatro ocasiones claras de los locales y cuando no pudo, le ayudaron los palos (hasta dos veces se encontraron los madrileños con la madera). Con estos tres puntos los vigueses salen del descenso y miran con optimismo el encuentro de la semana que viene.

Majadahonda Magazin