HELEN KITCHEN. Este sábado 19 de junio en Majadahonda, desde las 11.00 de la mañana hasta las 12.30, en la Gran Vía esquina calle Mieses (Plaza de los Jardinillos), la sociedad civil de Majadahonda tiene una cita: se ha convocado la II Concentración Pacífica contra el Racismo. Ya el año pasado (2020) organicé en Majadahonda la primera concentración pacífica contra el racismo inspirada por el trágico fallecimiento de George Floyd y el movimiento «Black Lives Matter». El racismo, la xenofobia y la intolerancia son problemas que prevalecen en todas las sociedades y países. Pero todos los días, todos y cada uno de nosotros podemos hacer frente a los prejuicios raciales y las actitudes intolerantes. Esta vez (2021) quería organizar algo más pequeño para que mis hijos y familias con niños pudieran asistir y también para para crear conciencia en sitios donde quizá normalmente no pasaría ni existen campañas de sensibilización, como la que se produjo con la manifestación grande que tuvo lugar en el centro de Madrid en junio del año pasado. Sin embargo, la discriminación racial y étnica se produce a diario, lo que obstaculiza el progreso de millones de personas en todo el mundo. Soy blanca, soy privilegiada y lo sé.


Helen Kitchen al fondo con sus dos hijos de 4 y 5 años. Vive desde hace 5 años en Majadahonda y lleva 17 residiendo en España

Llevo ya 5 años en Majadahonda pero 17 en España. Estoy a gusto y me he mudado aquí para estar en una zona más tranquila y verde para los niños. Antes viví en Malasaña durante 11 años. Aquí me encanta estar más cerca de la naturaleza y tener el Monte del Pilar al lado al tiempo que tengo la opción de ir a la ciudad o al campo. Majadahonda es una ciudad muy limpia en comparación con Malasaña, que ya se estaba ensuciando mucho y donde el ruido se adueña del barrio los fines de semana. En Majadahonda hay muchas zonas infantiles y a nosotros nos gustan los espacios más abiertos. A mis niños les encantan las actividades de las fiestas y las navidades, cuando se permite. En cambio, en Malasaña y en el centro de Madrid hay mucha más diversidad y eso me encantaba, salir por Malasaña a Chueca o Lavapiés y sentirme aceptada por ser extranjera o diferente.

Esquina de la concentración del sábado

En mi caso, estoy interesada en los derechos humanos, la discriminación y la tolerancia. También me gusta ser voluntaria y hacer tareas solidarias y en Majadahonda me gustaría ver más proyectos de ese tipo. Por eso quería crear conciencia contra la injusticia racial en las calles de Majadahonda y ya el año pasado pude celebrar la citada concentración pacífica contra el racismo inspirada en el trágico fallecimiento de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter. Y es que el racismo, la xenofobia y la intolerancia son problemas que prevalecen en todas las sociedades y países.

Majadahonda Magazin