EDITORIAL. «Somos conscientes de que acabamos de perder en un instante la confianza que mucha gente había depositado en nosotras y en nuestro trabajo». Con loable sinceridad, los 5 dirigentes de Somos/Podemos Majadahonda que gozan de representación institucional en el Ayuntamiento (3 concejales y 2 asesores) han protagonizado una copia majariega de «Los archivos del pentágono», la película de Steven Spielberg con Tom Hanks y Meryl Streep que precisamente este fin de semana estrena Cines Zoco Majadahonda. La gravedad que supone la difusión de este archivo de 396 páginas que durante más de 1 año ha estado expuesto en la web de este grupo político solo puede ser evaluada si se conoce con detalle su contenido. MJD Magazin se descargó una copia y esperará a ver como se sustancian las «responsabilidades políticas» dentro del grupo municipal morado. A nuestro juicio alcanzan a los 5 cargos públicos, si es que el portavoz, Alberto Moreno, no abre una investigación para dilucidar con precisión, claridad y –esta vez sí– máxima transparencia quién tomó la decisión, quien la autorizó y quien ejecutó la subida de los archivos. Ese informe debe ser público y llevarse a una asamblea extraordinaria de Somos y Podemos (ambos partidos han sido salpicados) con una propuesta de responsabilidades políticas. Otras instituciones lo exigen también y este mismo grupo de Somos/Podemos lo ha expresado en otras ocasiones con enorme y plausible celo hacia los demás. Ahora les toca a ellos y no es ninguna broma lo que se dilucida: ojear las 396 páginas con los nombres y apellidos de miles de vecinos, DNIs, direcciones, puestos de trabajo, sueldos, fiscalidad, vehículos, matrículas, cuentas corrientes (domiciliación municipal IBI e impuestos), situación familiar y discapacidad física o psíquica pone los pelos de punta si ha llegado a caer en manos delictivas.


Albert Moreno

Para quienes no conozcan el origen de «Somos Majadahonda», fue un partido que a pesar de ser la «marca blanca» de Podemos, se creó con otro nombre porque sus asambleas decidieron que fuera «transversal» y al margen del convencionalismo de los partidos «tradicionales». En el recuerdo, el día en que Miguel Urban (hoy en Anticapitalistas, la corriente que ahora ha escorado el proyecto) decía en un mítin celebrado en Majadahonda que en el partido cabían desde los ex votantes del PP hasta los ex seguidores de IU. Fue el primero de los engaños. En cuanto los 5 actuales cargos públicos se hicieron con el poder interno ante una inexperta y despolitizada militancia, se vio la que se avecinaba: hicieron saltar las urnas para confeccionar las listas y en un paripé de «concurso público» metieron a sus amigos como asesores. Las quejas de los que se sintieron engañados llegaron hasta MJD Magazin, que todavía no las ha hecho públicas. Con las mismas candidaturas se hizo también otro amaño: el número 2 más votado fue Patricio Mackey pero se le «adelantó» Irene Salcedo –que había amenazado con irse si no era nº 2– por ser mujer, cuando la actual «ley cremallera» electoral no obliga a cambiar el orden si contraviene ese resultado de las primarias (proporción 1/3 por géneros). Y beneficiaron descaradamente a unos candidatos sobre otros en la campaña, potenciando a unos, silenciando a otros. Solo la abnegada y desinteresada labor de los entonces militantes logró que salieran los 3 primeros y no hubiera conflicto. A partir de ahí, los «nuevos políticos» se dedicaron con empeño –y con la inestimable ayuda de la pareja periodista del general Julio Rodríguez, que alcanzó notoriedad nacional por ello– a excluir a todos aquellos que no comulgaban con sus ruedas de molino.

Irene Salcedo

Hoy aquel proyecto transversal que pretendía construir una alternativa más democrática y plural que la del PP se ha convertido en un erial. Las actas de sus últimas asambleas reflejan que a veces solo acuden media docena de personas, su constante «caza de brujas» ha dejado las masivas reuniones de antaño en una cita de 5 amigos y sus familiares más cercanos. Otros dos militantes de Somos/Podemos, Juan Carlos Pérez «Hereje» y Adrián Gil, nunca expedientados por su escasamente ejemplar comportamiento público, llevan la batuta de la representación mediática entre continuos insultos a todos los que a su juicio se separan de una ortodoxia que ni la revolución rusa reclamaba a sus adeptos. Y no recordaremos como califican públicamente a sus adversarios o a quienes no piensan como ellos.


Pato Mackey

Los partidos rivales –como en la Alemania de los años 30– son las principales dianas de estos militantes nunca desautorizados, pero también las fuerzas de seguridad, algunas veces los jueces y casi siempre la prensa, la misma que ellos reconocían que los había elevado antes a los altares cuando Pablo Iglesias era una celebritie televisiva. A todos han criminalizado de forma constante y a veces cruel solamente por intentar ejercer su trabajo tan mal o tan bien como lo hacen ellos. A MJD Magazin la han expulsado de sus reuniones abiertas –»tienen acceso todos menos los periodistas»–, se le niegan las declaraciones, se le excluye en el envío de sus comunicados y se ha pedido públicamente por 3 veces –con estruendoso fracaso tras votación democrática que no sabemos si respetarán– su asfixia económica. Una hostilidad muy similar a la del propio PP en 2015, cuando su jefa de prensa castigó a este medio de comunicación ilegalmente durante 1 año a las catacumbas, sin pan ni agua, porque a su juicio sacaba los pies del tiesto. Y lo más alucinante es que Somos/Podemos ha tenido como compañero de viaje durante 3 años a Ciudadanos (Cs) en ese discurso en contra de las libertades públicas: no solo la libertad de prensa, sino la libertad de reunión, la libertad religiosa y hasta la libertad artística, además de tapar la otra corrupción (la de ellos). De todo tenemos pruebas y se darán a conocer cuando sea más oportuno.

Alvaro Piélago

Ahora el proyecto de «Somos Majadahonda» ha estallado por los aires y tras la confesión de su mesurado portavoz municipal, quien en el último pleno dijo que sus propuestas no siempre ganaban las asambleas y muchas veces no le hacían ni caso, ha tomado una deriva talibana que concluye donde se preveía: una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos que posiblemente concluya en otra de orden penal. Y en una millonaria multa (600.000 €) a la que los 3 concejales y los 2 asesores –o el partido y los militantes que lo avalaron como responsables subsidiarios– tendrán que hacer frente con su propio patrimonio. Si a Pablo Iglesias, Errejón, Echenique y compañía les quedara algo de cordura, pedirían a Alberto Moreno que tomara de una vez por todas las riendas de ambos partidos –para eso se le eligió– y pidiera la dimisión de los 4 cargos públicos afectados por el caso y los 2 militantes que ensucian a diario su nombre. Y que corriera la lista, dando la oportunidad a nuevos representantes y creando una nueva organización más democrática, respetuosa y –por que no– más educada con los que no piensan como ellos, y en esto él ha sido siempre un ejemplo muy válido. Un «borrón y cuenta nueva» a 1 año de las elecciones que de otra forma e inevitablemente les conducirán al desastre por sus continuas torpezas.

Sonia Ortiga

Mientras no se aclare el caso, 5 lados políticos posee este poliedro o sanedrín formado por quienes tomaron la decisión: el portavoz municipal como encargado de aclarar el caso, el concejal responsable de Presupuestos (motivo del desaguisado), la edil más afectada emocionalmente (ignoramos por qué y nos gustaría saberlo), el asesor de comunicación y la asesora jurídica por razones obvias. Ellos son los más señalados desde el simple sentido común. Si esas responsabilidades políticas y técnicas no se sustancian en un plazo razonable de tiempo, MJD Magazin comenzará a hacer públicos los 396 folios de los polémicos «archivos del pentágono».  Y con las debidas garantías sobre el anonimato de los vecinos afectados –incluidos los cargos y militantes de Somos/Podemos Majadahonda, aunque damos por supuesto que ellos están a favor de esa mal entendida «transparencia»–, cuando todo el mundo vea esos papeles, con los nombres de todos los vecinos difundidos por calles, con sus coches, impuestos, profesiones, sueldos, cuentas corrientes, etc… la mayoría comprenderá de inmediato la gravedad de lo que ha estado expuesto durante más de 1 año en la web de un partido. Ellos tuvieron acceso por sus cargos a esta información tan sensible y la usaron de forma inexperta e irresponsable. Ahora la pregunta es otra: ¿en manos de quienes han podido caer estos archivos?

«Todos pueden acceder a ellos y descargarlos»

Majadahonda Magazin