JULIA BACHILLER. Este domingo 18 de abril (2021) comenzó la campaña electoral en la Comunidad de Madrid, la cual finalizará el 2 de mayo, otorgando un día de reflexión antes de depositar el voto en las urnas el día 4 de ese mismo mes. Desconocemos con que nos sorprenderán los grupos políticos de Majadahonda, con el municipio al completo confinado, lo que restringe las salidas y entradas sin causa justificada. Se supone que todo ello confiere la imposibilidad de traer candidatos, así como acudir a actos fuera del municipio o suscitar aglomeraciones. Seguramente nuestros candidatos nos sorprendan, ya que las justificaciones políticas son ilimitadas, aunque carezcan de legalidad, como supuso comenzar la campaña entes de tiempo llamándola «precampaña». Ante lo que pueda acontecer a partir de este domingo, los diversos grupos políticos ya nos han dejado constancia de una intensa actividad propagandística, actos, mítines y comentarios típicos de la clase política, en estado de «alarma» cuando se aventuran unas elecciones, ya sean locales, nacionales o autonómicas. Un hecho curioso a destacar -y repetitivo como ocurrió en anteriores ocasiones- es como abandonan sus despachos (alcalde, concejales y asesores), y toman la calle para interesarse por las preocupaciones de los vecinos y comerciantes, a los que llevan dos años sin escuchar. El truco consiste en poner cara de interés y preocupación hasta el 4-M, momento en que todo vuelve a su ser, una vez depositado el voto en la urna y olvidando las promesas realizadas.
Julia Bachiller
Esa precampaña electoral nos ha dejado momentos memorables, dignos de mención. Uno de ellos tuvo lugar siguiendo el protocolo electoral el día del sorteo de los componentes de las mesas electorales, acto que se celebró en el salón de plenos del Ayuntamiento. Su duración estimada era de 10 minutos pero se transformó en más de 1 hora: la aplicación informática facilitada para realizar el sorteo falló, el video de la retransmisión del acto fue retirado y para aquellos que no lo siguieron decir que tan solo éramos 5 personas viendo el directo y escuchando a micrófono abierto los comentarios de algunos concejales. Seguidamente comenzaron a aparecer las primeras “jaimas”, término que parece más adecuado que carpa, ya que es una tienda de campaña en la cual las familias nómadas hacen su vida común, comen, duermen y pasan su tiempo libre. La denominación de “nómada” identifica mejor a nuestros políticos, que por espacio de 4 años, algunos incluso menos, se asientan en un territorio aprovechando los recursos del lugar. Y pasado el tiempo reglamentario, unos continúan y otros se buscan lugares más prósperos y provechosos.
