Mercedes Ruiz Ruiz escribe la historia de sus abuelos en la novela «Libre» que firma en la imagen

ELENA MARTICORENA. En esta segunda y última parte de la entrevista concedida por Mercedes Ruiz Ruiz, la autora nos confiesa que la necesidad de escribir y de ser escritora comenzó de una manera privada y casi terapéutica. «Escribir ficción vino por querer aprender a comunicarme por escrito, a contar historias, el famoso storytelling. Me apunté a un curso de creación literaria con esa intención y se abrió un mundo a mis pies. ¿Y la necesidad de publicar? –Ahora no sé dónde lo leí pero se me quedó grabado: “nadie escribe para calzar la mesa”. He conocido a escritores que no publican pero esto es así por miedo. El sector es muy cerrado. Las editoriales tradicionales utilizan criterios basados en las ventas para publicar a una autora y se valen de los certámenes para eso. Las barreras de entrada son realmente disuasorias, lo que no quiere decir que a la gente no le gustaría ver publicados sus trabajos. Yo no escribí para calzar la mesa y tampoco estaba dispuesta a que se valorara mi trabajo en función del número de seguidores que tengo en Instagram o lo famosa que fuera. Por eso me decidí por la autopublicación. Es cierto que tiene mala fama porque se identifica con falta de calidad. Y también es cierto que hay de todo, pero no estoy de acuerdo con esa creencia. ¿Quién no se ha dejado un libro a medias de algún autor de renombre y que todas las críticas alababan?. Soy de la opinión que el hecho de que un libro te guste o no depende de las experiencias, valores y creencias de cada uno. Por eso la lectura es tan personal, y resulta tan difícil regalar el libro perfecto. Incluso ese gusto puede variar a lo largo del tiempo y del momento vital que estés atravesando.


Elena Marticorena

¿En qué te inspiras?En mis experiencias, la gente que me rodea y sobre todo, las emociones que nos inundan. En definitiva, en la vida, en cómo la veo yo. ¿Cómo es el proceso de creación de cualquier obra? –Cada obra es un mundo y cada autor tiene sus propios procesos. En mi caso, “Verano del 90” fue una idea que se estuvo un tiempo fraguando y hasta que no tuve clara la historia que quería contar no comencé a escribir. Sin embargo, “Libre”, que es un libro más personal porque se basa en la relación de mis abuelos, me ha resultado mucho más duro de escribir, siempre con dudas. De hecho, en mitad del proceso tiré 100 páginas a la basura porque no transmitían lo que yo quería. Y el final lo cambié como tres veces. 


Mercedes Ruiz Ruiz es autora de las obras «Verano del 90» y «Libre»

¿Cuándo surge la idea de escribir y publicar “Verano del 90”? –De la duda de si era capaz de escribir una novela. Mis comienzos en la escritura creativa, entiendo que como todas las personas que escriben, fueron con relatos y microrrelatos.Nunca había escrito más de mil palabras y me pregunté si podría escribir muchas más. Una vez escrito ¿Cómo no iba a publicarla? A mí me gustaba mi trabajo, era ameno y el misterio del crimen me parecía intrigante, quería compartirlo. ¿Por qué utilizaste un seudónimo para publicar esta obra? –Cuando hablé con la editorial para publicar “Verano del 90” ya estaba trabajando en “Libre”, por lo que sabía que mi segundo libro no tenía nada que ver con el primero. Fue idea del editor utilizar un seudónimo con la novela negra para que todas las novelas negras que escriba en el futuro vayan con el mismo nombre. Si alguien te habla de Agatha Christie, tienes una idea clara de qué tipo de novela te vas a encontrar. En definitiva, para segmentar el mercado.

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