Saúl Varela con jugadores del CF Rayo Majadahonda

ELENA MARTICORENA. Este sábado 26 de marzo (2022) el Rayo Majadahonda regresa al Cerro del Espino (17.00 horas) para jugar un interesante partido contra Unionistas de Salamanca y el entrenador rayista, Abel Gómez, ha querido tener previamente un gesto hacia un joven aficionado, con quien tiene una especial relación, mostrándole su afecto: «La grandeza de un club no esta en el número o la cantidad, sino en la calidad humana de toda su gente y su afición. ¡Ojalá estés pronto con nosotros!«. Y es que Saúl Varela de 14 años, a quien va dirigido el mensaje, es un estudiante de 3º de la ESO en el IES Leonardo Da Vinci de Majadahonda. Su gran pasión es el fútbol y es socio desde hace cinco años del Rayo Majadahonda, del que no se pierde ni uno de los partidos que juega en el «Cerro del Espino«. Esta podría ser la historia corriente de un chico del municipio, sin embargo Saúl Varela, padece displasia espondiloepifisaria y una retinopatía. Además, hace escasamente dos semanas, tuvieron que practicarle una traqueotomía en el Hospital Niño Jesús de Madrid, debido a una insuficiente respiratoria. «Es una situación muy complicada, muy dura pero Saúl la afronta con mucha positividad» cuenta su madre, Mónica Trujillo, a Majadahonda Magazin.


Elena Marticorena

La adoración que siente por el fútbol y por el Rayo Majadahonda movilizó a  todos los jugadores que ya salieron al campo en el anterior partido con una camiseta en su honor con las palabras: «Fuerza Saúl«. Además, algunos de ellos le transmitieron mensajes de cariño y apoyo, ante la noticia de su hospitalización: «No pudiste estar con nosotros en el Cerro del Espino, pero sentimos tu aliento como en cada partido al que vienes a animar a tu Rayo Majadahonda. La victoria es para ti, Saúl. ¡Recupérate pronto! ¡Te queremos con nosotros!» publicaba el propio CF Rayo Majadahonda. Los animadores del Rayo, la peña de los «CUM», desplegaron una pancarta en la zona donde siempre se ubica Saúl con las palabras: «Saúl te queremos con nosotros».


Saúl no se pierde ni un partido del Rayo Majadahonda

La historia de Saúl Varela comienza a tener presencia mediática cuando su madre, Mónica Trujillo, acude al Pleno del Ayuntamiento, para solicitar un plan serio de accesibilidad al colegio CEIP Francisco de Quevedo. Su motivación tenía origen en un informe técnico del propio Ayuntamiento en el que se decía que el colegio era inadaptable y que poseía los estándares máximos.  «Pido un acceso en silla de ruedas al colegio, al patio, al comedor, etc… ya que las rampas ponen en peligro a los niños y a sus madres». El entonces alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, atendió su solicitud y le aseguraba que harían todo lo posible para derribar las barreras que aún limitaban la accesibilidad de Saúl en el colegio. Un año más tarde, y ante el deseo de Saúl de jugar en el equipo de fútbol del colegio, conseguía acceder a la Liga escolar del CEIP Francisco de Quevedo, referente en la integración de niños con movilidad reducida en Majadahonda. Un hecho insólito y de inclusión efectiva.

Los animadores del Rayo Majadahonda, los «CUM» con una pancarta en honor a Saúl Varela

Pero el camino no fue fácil y tuvo que ser su propio padre el que jugara con él, sosteniéndole para que Saúl pudiera dar al balón. Y es que a raíz de la inclusión de Saúl en el equipo del colegio, y el alto coste que suponían sus entrenamientos (necesitó un entrenador para él solo que sufragaron sus padres), el Ayuntamiento accedió a financiar este servicio. Gracias a ello se permitió una efectiva inclusión de los niños con discapacidad en las clases extraescolares. La subvención, concedida hace 3 años, se recibía a través del AMPA. Por otra parte, sus compañeros se implicaron con él desde el principio y el colegio organizó diferentes proyectos con el Rayo Majadahonda, como la elaboración de un calendario. 

Los jugadores del Rayo Majadahonda con la camiseta de «Fuerza Saúl»

Tras la intervención hospitalaria, Saúl ha tenido que dejar de entrenar por el momento. Además, debido a sus patologías, es un paciente de alto riesgo y tiene que recibir las clases en casa. «Saúl tiene una inteligencia conservada y saca buenas notas. No tiene retraso madurativo ni problemas de aprendizaje, sus síntomas son solo físicos» explica su madre. Y mientras se recupera, los jugadores del CF Rayo Majadahonda esperan que Saúl regrese pronto al estadio para animarles, como siempre desde hace 5 años. Por su parte, el Ayuntamiento de Majadahonda, tiene aún un largo camino que recorrer para que la inclusión sea un derecho con plena efectividad. Si bien hay cada vez más programas de apoyo a personas con diversidad funcional, siguen faltando recursos para que cualquier niño o niña que desee practicar un deporte lo haga. Sin barreras ni obstáculos y con la ayuda que las instituciones debieran ofrecer en cada caso.

Majadahonda Magazin