Tina de Luis (Majadahonda): «Miguel Delibes y Rosa Chacel fueron mis principales referentes en literatura»

ELENA MARTICORENA. En la tercera parte de esta entrevista concedida por Tina de Luis con motivo de la presentación de su reciente novela «Los acordes rotos del destino» de Bohodón Ediciones, la autora nos acerca a su interés por la formación, la pedagogía y la lectura. «Cuando eres adolescente, la inclinación hacia unos estudios, no siempre obedece a la llamada de la vocación, a un flechazo por una carrera determinada. Intervienen una serie de factores personales, familiares, sociales y afectivos que, en cierto modo, marcan y delimitan tu camino. Aunque cierto es que desde el momento en que tomas una decisión, un rumbo, e inicias una carrera, la haces tuya, la acoges en tu interior y te vuelcas en ella. Luego, el desempeño de la profesión te va conquistando. Seducción y amor que se convierten en una gratificante simbiosis con tus metas y proyectos» explica Tina de Luis a Majadahonda Magazin. Su interés por la lectura esta presente en ella «hasta donde me alcanza la memoria». Siempre ha sentido su llamada y ha representado una de sus mayores pasiones. «Por eso, y partiendo de dicha premisa, ¿cómo no iba a desear sembrar ese amor por la lectura en los demás?» plantea la escritora. Desde las instituciones educativas y sociales, ¿se incentiva la lectura? –Creo que en los últimos tiempos mucho. Se han dedicado generosos recursos y esmerada atención al fomento de la lectura. La concienciación de que debe ser incentivado es grande, sobre todo en las primeras edades, cuando los gustos y las preferencias se encuentran en pleno desarrollo. Esperemos y confiemos en que nunca se abandone su cultivo.

¿Quiénes han sido tus referentes? –En los comienzos, los principales referentes son las personas que te rodean y sus actitudes. Si valoran y ponderan unos estudios o profesión determinada, a los docentes y a los escritores, siembran en ti los mismos sentimientos.  Lo son los profesionales que la ejercen, los profesores con su ejemplo y la imagen que obtienes de ellos. Precisando más, en los comienzos lectores, mis primeros referentes en mi infancia fueron los cuentos tradicionales de Andersen, hermanos Grimm, Perrault… Después, llegan Platero y yo, El mago de Hoz, Alicia en el país de las maravillas, El principito, Mujercitas, La isla del tesoro, etc. En la adolescencia irrumpe con fuerza la poesía: Bécquer, Machado, Rosalía de Castro, Rubén Darío, Neruda, Gabriela Mistral, García Lorca… Vienen después las lecturas obligadas por los profesores de lengua y literatura, que se nutren fundamentalmente de los clásicos. Por último, estás en disposición de seguir tus propios criterios y preferencias en tendencias lectoras. Si tengo que seleccionar referentes, me quedo con dos grandes escritores de Valladolid a los que admiro: Miguel Delibes y Rosa Chacel.  

Una de tus prioridades es y ha sido fomentar el interés por la lectura. ¿A través de qué actividades? –Como formación, múltiples cursos de animación a la lectura y sobre bibliotecas escolares, búsqueda personal en publicaciones que tratasen el tema, y no solo en las de carácter académico, también en las de personas o colectivos que exponen y describen sus experiencias y resultados. Y lo que más forma, estoy convencida de ello, es la propia experiencia obtenida de tantos años en las aulas, probando diversas técnicas para inculcar la lectura y buscando el modo de llegar mejor a los potenciales lectores. Al afán propio de conseguirlo, se sumaban las inquietudes por dar respuesta a padres y madres que demandaban soluciones para hacer de sus hijos buenos lectores, práctica que consideran primordial. Cuarta parte: «Quería reflejar, en mis novelas infantiles y juveniles, unos valores tan necesarios en la sociedad en la que vivimos»