Urbano Sánchez defendió a los divorciados sin conflicto «que habían cumplido» con el anterior matrimonio y con la Iglesia

MANU RAMOS. «En mi vida de teólogo han estado presente las inquietudes del protagonista, los criterios del trabajo de Alberto con los enfermos en el hospital, muchas de las opiniones de los sacerdotes en las tres reuniones…Las aparentes anécdotas son pedazos sueltos de mi vida que logré insertar dentro de la historia de un pintor, sacerdote, teólogo, revolucionario y últimamente un místico coherente. Como es lógico puse en boca de los protagonistas muchos de los criterios y de las experiencias personales». Así se definía como personaje de su novela «Peldaños hacia Dios«, el sacerdote, novelista y «bloguero» Urbano Sánchez (04/11/1934–29/01/2021), que falleció por Covid a los 87 años de edad en la Residencia «Hogar Mosén Sol» de Majadahonda y autor del blog «Ser y vivir hoy«. Polémico, controvertido y librepensador dentrio de los cánones de la Iglesia, sostenía que «de 100 bautizados, ahora con más de 20 años no llegan a 20 los medianamente cristianos. Con más claridad, el 80% de los bautizados se pasa al sector de los que podemos llamar paganos».


Y añadía: «Siempre me consideré sacerdote con diferentes ministerios pastorales. Uno de ellos ha sido la enseñanza de la teología moral y de la espiritualidad, por más de 37 años. Pero nunca, hasta el 2011, intenté ser novelista. Si lo hice fue por una necesidad pastoral. En la nueva evangelización hay que intentar comunicarse en plan narrativo, de historia, de novela. «Peldaños hacia Dios» es un granito de arena». El cura murciano Urbano Sánchez convirtió su blog de «Religión Digital» en esa novela titulada «Peldaños hacia Dios«. Y seguía soñando con un clero «liberador». Por eso le pidió al Papa que permitiera comulgar a los divorciados vueltos a casar.  «Un sueño imposible, pues en 1980 el cardenal Tarancón me lo rechazó. En el Sínodo sobre la familia, le entregué cuanto pensaba sobre el matrimonio. Paseando me dio la respuesta: «Muy a la izquierda, chico, muy a la izquierda». Y cuando me despedí de él deseando un final feliz para el Sínodo, me contestó: «Como tú quieres, no, como tú quieres, no». Así que metí en el cajón lo que pensaba sobre los divorciados vueltos a casar y otras objeciones a la celebración del sacramento del matrimonio. Uno de los sueños que me gustaría que abordase Benedicto XVI es la plena integración sacramental de las parejas que ha cumplido con toda justicia con el anterior matrimonio».

Vivió «coherentemente con muchas incoherencias»

Su hermana política, Carmen Guirao y sus sobrinos agradecieron las condolencias recibidas pero ee lo llevó la Covid a los 87 años. «Se fue como vivió: sin hacer ruido y con la sonrisa en los labios. El sacerdote operario padre Urbano Sánchez era autor del blog ‘Ser y vivir hoy’, que comenzó allá por el año 2008 y mantuvo, con regularidad metódica durante más de 10 años. Con giros inesperados, porque, en la última etapa dedicó su bitácora a publicar una novela por entregas. «Discípulo del gran teólogo moralista Bernard Häring, fue todo un especialista en la dirección espiritual, en la que procuraba orientar a la gente, especialmente a los seminaristas, sin echar sobre sus conciencias losas pesadas. Su sacerdocio fue su corona de gloria. Como solía decir, “intenté ser un sacerdote con ilusión y vivir ‘coherentemente con muchas incoherencias’. Siempre constante y entregado, llegó un poco tarde a la Red, pero supo ponerse al día con tesón y humildad. Pidiendo perdón cada vez que nos llamaba o nos escribía para pedirnos algún consejo técnico. Después de haberlo intentado muchas veces. Pero lo último era molestar», indican sus editores.

AUTOBIOGRAFIA: “Un servidor, Urbano Sánchez García, sacerdote desde 1959. He sido formador en centros de mi institución, la Hermandad de sacerdotes operarios diocesanos; y fui educador de seminaristas tanto en América durante 21 años (en Perú, Venezuela y México) como en el Colegio Español de Roma, en Toledo, Zaragoza, Almería y Murcia. Me doctoré en Teología moral bajo la dirección del Padre Häring, y desde mi ordenación sacerdotal, he impartido clases de Ética, Espiritualidad y de Teología moral durante 37 años en varios centros como la Universidad Pontificia de México, la Facultad de Teología de Lima, y en los seminarios de Arequipa, Caracas, Toledo y Almería. También he tenido oportunidad de escribir y de publicar varias obras. Por orden de aparición y las que considero más importantes son: La crisis sacerdotal según la Gaudium et Spes (1977), Guía para novios y casados (1980), Guía para una familia feliz (1981), La opción del cristiano (3v. La madurez en Cristo 1984, La comunión en Cristo 1985, La corresponsabilidad en Cristo1986), La moral conflictiva (1991), Antiguos y modernos principios en Teología moral (1993), Ante los desafíos del tercer milenio (1999), Nueva guía para novios y casados (2004), Familia humana y cristiana (2005), Qué haremos en el cielo (2006). Y la obra más importante, la primera fuente de información para Ser y vivir: Las relaciones hombre-Dios en el tercer milenio (Bac, Madrid 2002)


Bernard Häring, maestro del escritor Urbano Sánchez

Los diversos ministerios en varios países me permitieron unir a la misión docente y de escritor, la tarea evangelizadora con laicos, especialmente con movimientos familiares. Y en estos últimos años, como jubilado “imperfecto”, realizo tareas de domingo a domingo en el Templo de reparación de Santa Catalina (Murcia), y presto servicios ocasionales tanto en la confesión como a diferentes movimientos apostólicos. Pero, ¿qué es lo más importante de mi “currículum”? Que a lo largo de mi vida, ignoro hasta qué punto, intenté ser un sacerdote con ilusión y vivir “coherentemente con muchas incoherencias” lo que hoy pide la dignidad de una persona que se confiesa creyente en la fe cristiana, que ama y sirve como sacerdote en la Iglesia católica». APUNTE BIOGRÁFICO: Urbano Sánchez García nació en La Paca-Lorca (Murcia) el 2 de febrero de 1934. Después de realizar los estudios de Filosofía en el Seminario diocesano de Murcia ingresó en el Aspirantado de Tortosa en octubre de 1954 para incorporarse al curso de Espiritualidad. Estudió Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde obtuvo la licenciatura en Teología en 1959. Logró el doctorado en Teología Dogmática por la Facultad de Teología de Lima (Perú) en 1971.

 

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