La plaza de la Iglesia (Majadahonda): de lugar placentero y privilegiado en verano a un sitio infernal tomado por los vándalos incívicos que no permiten su disfrute a los vecinos

JULIA BACHILLER. Junto a la Parroquia de Santa Catalina Mártir y frente a la salida del Parking de la Plaza de la Constitución se encuentra la Plaza de la Iglesia. Un lugar de pequeñas dimensiones pero con un encanto muy particular, rodeado de árboles que proporcionan una buena sombra y bancos donde sentarse a disfrutar de ella o simplemente a descansar. En el centro una pequeña fuente, la cual puede incluso llegar a pasar desapercibida por su sencillez. Es un lugar donde hasta hace unos años, niños y mayores acudían en las calurosas tardes de verano. A día de hoy, 25 de agosto de 2022, según nos trasmiten los vecinos, desde tempranas horas de la tarde hasta altas horas de la madrugada el sitio ha sido invadido por grupos de jóvenes ajenos a la convivencia vecinal. O como también podría decirse: rechazan integrarse en una sociedad civiliza, donde hay que respetar unas normas de decoro e incluso impuestas por la ley, las cuales no están dispuestos a acatar. Según nos comentan los vecinos de este enclave e incluso los que habitualmente transitan, o transitaban por el lugar, el vandalismo es un hecho que ha afectado en numerosas ocasiones a la fuente central, la cual ha sufrido numerosas reparaciones por daños en su estructura que duran escasos días. Recientemente se valló la zona para realizar unas obras en el lugar y raro era el día en el que dichas vallas metálicas no aparecían estampadas contra el edificio de la iglesia.


Las ordenanzas municipales de varias ciudades (Barcelona, Salou, Palma, Marbella…) ya prohiben transitar semidesnudo bajo multa de 750 euros: el Ayuntamiento de Majadahonda sigue al margen

Ya en su día un vecino nos hizo llegar las imágenes de como quedaba el lugar tras una noche del llamado «botellón»: papeleras rebosantes de envases de bebidas alcohólicas y otras desperdigadas por el lugar que incluso no llegaban ni a ubicarse cerca del contenedor de basura. A esto hay que añadir las sustancias nocivas para la salud que algunos dicen haber visto hacer uso e incluso comerciar con ellas. En cuanto al decoro antes mencionado, es habitual ver a algunos de los que allí acuden ligeros de ropa. Con ello nos referimos a la ausencia de una mínima camisa, camiseta o prenda que cubra su torso. Cierto que la ola de calor ha sido intensa, pero es algo que todos hemos sufrido. Por estética y respeto a los demás es recomendable cubrir ciertas partes del cuerpo y en varias ciudades españolas ya es obligatorio, pues sus ordenanzas municipales multan con hasta 750 euros por ir semidesnudo por la calle. Otra de las prácticas que están llevando a cabo este grupo de indeseables es la de agredir verbalmente a los que transitan por el lugar, ya sea por que acuden a los actos religiosos de la Parroquia o bien porque en su consideración creen que alguien les ha dirigido una mala mirada. Insólito.


Una última votación del pleno de 28 de julio (2022) aprobó que los vecinos pudieran volver a formular preguntas en el pleno: ¿cumplirá el alcalde de Majadahonda (PP) el resultado de las urnas?. ¿Le pedirán los otros partidos del Ayuntamiento que lo cumpla?

Tras el relato de los hechos llega el gran dilema y la habitual pregunta, que muchos se plantearan, ¿Dónde está la Policía Municipal y la Guardia Civil en estos casos?. Ante esta cuestión tan solo podemos aportar que ambos cuerpos y fuerzas de seguridad acuden alertados por los vecinos. Sin embargo, cuando llegan al lugar el panorama que encuentran es diferente al relatado y visualizado por el denunciante. La cualidad del «vándalo» no va emparejada con la de ser “tonto”, aunque a alguno le hayan tenido que obligar a deshacerse de la bebida alcohólica que portaba, desembocando en altercados con estos agentes de la autoridad. Los mismos, tras realizar su trabajo en los límites que marca la ley, ven como al día siguiente la historia se repite. Ante esta difícil situación, los vecinos solicitan que el Ayuntamiento de Majadahonda tome las medidas necesarias y oportunas para acabar con tan lamentables hechos. Y le dirigen al concejal responsable (el habitual «a quien corresponda») un ruego, que ahora deberían incluso poder formularse en el pleno tras la última votación aprobada: que con la mayor celeridad posible se solventen estos «puntos negros» que afean la calidad de vida de cualquier ciudad, pues «Majadahonda no se merece el abandono y la dejadez que está sufriendo en estos últimos años por parte de sus gobernantes«, según señalan.

 

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