La urbanización Virgen de Icíar (Majadahonda) se ha convertido en un caos circulatorio y de aparcamiento por las obras del Ayuntamiento, señalan los vecinos

LIDIA GARCIA. Los vecinos de la Urbanización Virgen de Icíar (Majadahonda) están que «trinan» y los conocidos restaurantes de este barrio majariego (El Toque, Club Virgen de Icíar y La Bodeguita) pero también negocios como la Clínica Dental Pitillas, los centros de estética Guayaba Beauty y Carballo Browns o la Fisioterapia Fisiogama. Todos ellos pasaron una última semana de octubre (2022) de pesadilla y ahora comienzan noviembre con más de lo mismo: el Ayuntamiento de Majadahonda se ha puesto a asfaltar las calles provocando un caos de circulación y la imposibilidad de aparcar, por lo que los vecinos y clientes tienen que trasladarse a otras urbanizaciones vecinas. Y dado el enorme tamaño de esta zona residencial, los trastornos y pérdidas económicas comienzan a notarse. «Las obras de este calibre se tienen que hacer en verano o aprovechando periodos vacacionales como Verano, Semana Santa o largos puentes«, señalan varios vecinos que se han dirigido a MJD Magazin para expresar su malestar contra la decisión municipal.

Urbanización Virgen de Icíar (Majadahonda)

Las miradas se dirigen además a un vecino de la urbanización que es concejal de Vox y a quien atribuyen un carácter «chulesco» y «prepotente» además de la corresponsabilidad de las obras por pertenecer al Equipo de Gobierno del PP. «O ha sido él o se ha callado cuando tomaron la decisión», señalan estos vecinos, que no se explican como en vísperas electorales (las votaciones municipales son dentro de 7 meses, en mayo de 2023) a alguien de esta coalición PP-Vox se le ha ocurrido generar estas molestias a todo el vecindario.

«Ni nos han consultado ni nos han preguntado porque lo hacen todo con el típico «ordeno y mando«. A nadie se le ocurre abrir en canal la urbanización para asfaltar en plenas semanas de trabajo y con la crisis económica que estamos padeciendo. Hay vecinos, sobre todo personas mayores, que no se atreven a mover el coche por si les quitan el sitio, y esto cada vez va a peor porque no nos dan ni siquiera una fecha aproximada de finalización de las obras», concluye otra vecina que vive en el barrio. Las fotografías que aportan los vecinos afectados no dejan lugar a dudas y proporcionan argumentos para la protesta.

Majadahonda Magazin