JULIA BACHILLER. El Partido Popular envió un comunicado a nuestra redacción este miércoles 19 de mayo (2021) denunciando «el maltrato sufrido por las Corporaciones Locales durante estos largos meses» y en el mismo el alcalde de Majadahonda recordaba que “los gobiernos municipales estamos en la primera línea de incidencia de la pandemia haciendo frente a la crisis socioeconómica en solitario y abandonados por el Gobierno más anti municipalista de la historia. La administración más cercana no puede seguir siendo menospreciada y por eso reclamamos una financiación justa ya”. La noticia se difundió bajo el hashtag “Rebelión de Alcaldes” para contrarrestar la del presidente del gobierno y su reparto de las ayudas, con un fondo de 4.000 millones por la crisis derivada del Covid y otro de 1.000 millones destinado específicamente al transporte público. Todo este guirigay monetario ha provocado lo que podíamos llamar una “Rebelión en la Granja” por parte del PP. Lo que desconocemos es si estos “rebeldes” son con causa o sin causa, «a lo James Dean”.

Centrándonos en nuestro municipio y en las palabras de nuestro alcalde, el cual exige ayudas para hacer frente a la pandemia, retrocedamos al comienzo de la misma para valorar sus actuaciones en un municipio que alardea de superávit y bajos impuestos. Según consta en el portal de transparencia y con los datos aportados en sus propios comunicados, desde el comienzo de la pandemia hasta el día de hoy, el ayuntamiento comenzó invirtiendo 140.000 € en el reparto de mascarillas a una parte de los vecinos, aunque no llegó a todos. Tampoco podemos olvidar a los «Informadores de Covid» por los cuales se pagaron 12.388,43 €. Incluso, adecuó en su consideración el Mercadillo, lo que supuso aproximadamente 20.000 € por el vallado y control del aforo. Realizó más tarde la compra de 100 “Vinilos Suelo” por importe de 627 € con finalidad desconocida, y el 1 de abril PAMMASA suspende la emisión de los recibos por los efectos laborales de la pandemia.

El 27 de mayo (2020) el Ayuntamiento destina una partida de 50.000 euros para personas en situación de dificultad por el COVID 19. Sin lugar a duda las instalaciones municipales, junto a sus trabajadores, tuvieron la suerte de recibir algunas medidas sanitarias, como las pruebas Covid que se les realizaron en las instalaciones de la Policía Local antes que a nadie por importe de 7.800 €. A aquellos empleados públicos que pudieron desarrollar sus funciones a distancia desde el 16 de marzo (2020) se les facilitó medios tecnológicos y estos tuvieron un coste añadido. Y estas son algunas de las inversiones realizadas en las instalaciones municipales, inevitables como cualquier directivo de empresa sabe o padece si tiene numerosos trabajadores a su cargo. También el Ayuntamiento de Majadahonda -que tiene 600 empleados en nómina- se ha visto en la necesidad de invertir en medidas sanitarias por el bien de sus empleados, pero con una salvedad a nivel municipal: a día de hoy se desconoce la palabra “ERTE”, ni se ha producido disminución de salario ni tampoco despidos por cierre temporal o cese de actividad.

Comparemos esta situación con la de nuestros empresarios y comerciantes de Majadahonda, uno de los sectores más dañados por la pandemia. El 7 mayo de 2020 el Ayuntamiento anunciaba que destinaría una primera partida de 500.000 euros para ese año 2020 «destinada a comerciantes y hosteleros de la localidad”. A día de hoy, solo han sido entregados 100.000 € y no consta justificación alguna sobre su destino. Los otros 400.000 € del 2020 y los 500.000 € del año 2021, habrá que ver si no se juntan con los otros 500.000 € del 2022 y los otros de 2023, o se queda como otra promesa incumplida en el pleno. Según el “Plan Estratégico de Subvenciones para el Desarrollo de las actividades, servicios y proyectos del área de Comercio para el periodo 2020-2023”, serán beneficiarios de este programa tanto las PYMES, Comercio y Hostelería que estén ubicados dentro del término municipal de Majadahonda y como “Modalidad de la subvención” esta será “nominativa a través de firma de convenio con la asociación Círculo de Empresarios y Comerciantes de Majadahonda”, motivo por el cual tendrán que reclamar a dicha asociación esta subvención.

Para finalizar recordar al alcalde que Majadahonda se ha visto desde el 26 de octubre hasta el día de hoy sometida en dos ocasiones al confinamiento perimetral por la alta incidencia de Covid en el municipio. En esta última ocasión hemos estado prácticamente un mes confinados, tiempo durante el cual no ha existido control de ningún tipo, seguramente derivado por la intensa campaña política de su partido y la posterior celebración que ha distraído su atención. Tampoco se han producido pruebas de Covid, ni controles de salidas y entradas del municipio (tan solo había que acudir al mercadillo para verificarlo. Sí en cambio se han apreciado botellones descontrolados y ausencia de control de aforo o distancia en el sector de la hostelería. Y ofrezco como muestra un botón: la fotografía de un local que no tan solo incumple la normativa de seguridad haciendo uso de la salida de emergencia como entrada principal, y que los vecinos llevan más de 10 años denunciando. En esta ocasión se permitió el lujo en plena pandemia de cerrar su puerta, sin ventilación interior. Sus clientes accedían sin control de aforo guiados solamente por el cartel exterior que les indicaba la actividad del local. Y de los músicos callejeros y su estruendoso e ilegal nivel de ruido mejor ni hablamos, para que perder el tiempo. Con estos antecedentes, a mí lo que me extraña es que a día de hoy no tenga usted una “Rebelión en la Granja” de los vecinos, ya que se la está ganando por méritos propios.