«Ni el mayor espectáculo del mundo, manera con la que habitualmente se identifica a un circo, puede superar la expectación que provocan los plenos al final de una legislatura»: el de Majadahonda fue un ejemplo

JULIA BACHILLER. El pleno del Ayuntamiento de Majadahonda celebrado el jueves 30 de marzo (2023) finalizó con los ruegos y preguntas de los grupos de la oposición, que no obtuvieron respuesta alguna del alcalde, José Luis Alvarez Ustarroz (PP), para seguidamente dar paso a lo que viene siendo la polémica intervención de los vecinos, al principio de la legislatura permitida pero posteriormente prohibida. Tras la anterior decisión del primer edil, que dictaminó no permitir sus intervenciones ni dar respuesta a sus preguntas, sorprendió que en esta ocasión comenzara el turno con la intervención de dos vecinas del Arroyo del Plantío de Majadahonda, Chelo Cantalapiedra y su madre, Concepción García, de 95 años de edad, a las cuales desde un primer momento parecía que iba a contestar a sus reclamaciones, algo que finalmente hizo, aunque finalmente las cortó en su turno de réplica.


Federico Martínez Utrera, vicepresidente del Colectivo de Prensa y Medios de Majadahonda (CPMM), tampoco pudo preguntar en el pleno del Ayuntamiento

Sin embargo, la controversia se suscitó cuando repentinamente la presencia una vez más de dos integrantes de «Vecinos por Majadahonda» trastocó esos planes iniciales. El rifirrafe entre uno de los dirigentes de este grupo político, José Luis Ramos, y la decisión del alcalde de no permitir que ningún portavoz de un grupo político le efectúe preguntas, hizo que el edil diese por finalizado este turno, dejando a los restantes vecinos sin leer sus preguntas ni emitirles respuesta, incluido a un alumno asistente del Instituto María de Zayas, que levantó la mano para formular un posible ruego o pregunta. La medida alcanzó también a Federico Martínez Utrera, vicepresidente del Colectivo de Prensa y Medios de Majadahonda (CPMM), que tampoco pudo formular su pregunta, y a la representante de la Comisión de Afectados por el Cierre de la Piscina de Huerta Vieja, Pepa Iglesias, que también quedó en la misma situación. Las preguntas «prohibidas» fueron finalmente publicadas en MJD Magazin.


El alcalde mira su móvil durante el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda

OPINIÓN: Ni “el mayor espectáculo del mundo”, manera con la que habitualmente se identifica a un circo, puede superar la expectación que provocan los plenos al final de una legislatura. Los comicios de la pre-campaña electoral son el detonante para que los concejales hagan acrobacias para defender sus propuestas, intenten mantener el equilibrio en sus decisiones, saquen un conejo de una chistera con sorprendentes novedades o intenten con sus discursos demostrar sus dotes en la doma de un fiero adversario. Para que nadie se sienta ofendido, ya que la sensibilidad aumenta en época electoral, el papel de “payaso” nos lo atribuiremos como redactora de un medio de comunicación que, entre la información y el entretenimiento, provoca la risa y el llanto, en algunos causa rechazo por miedo, y en otros el aplauso tras su actuación.

Marina Arines, asesora del alcalde junto al primer edil durante los incidentes al final del pleno

Y ahora al grano: lo presenciado en el turno de ruegos y preguntas del pleno municipal entre el alcalde y los vecinos resultó una vez más lamentable. Esa decisión tomada en su día por el primer edil de impedir la formulación de preguntas, la cual no dudó en ejecutar, fue fraguada y apoyada por su asesora de gabinete Marina Arines y su jefa de prensa Laura Pérez de Ziriza, ya que ambas son las dos asesoras del PP que le hacen llegar los folios donde los vecinos exponen sus ruegos y preguntas que desean plantear. Tras el previo trámite de rellenar la instancia facilitada a la entrada por el policía municipal que controla el acceso al salón, previa identificación y firma del asistente, este las hace llegar a una de las dos asesoras anteriormente mencionadas, las cuales revisan su contenido, las colocan en el orden que consideran adecuado, y se las entregan en mano al alcalde.

Marina Arines y Laura Pérez de Ziriza (PP), Pepa Iglesias (Piscina) y el alcalde, al final del pleno de Majadahonda durante los incidentes por la supresión del turno de ruegos y preguntas

El primer edil, con un rápido vistazo, ya es consciente del contenido de las mismas, aunque se desconoce si previamente ha sido alertado de su contenido mediante mensaje telefónico, algo que tampoco puede descartarse del todo, según muestran las imágenes del pleno. En cuanto a su implicación, está claro que su asesora de gabinete, como la propia palabra de su cargo indica, apoya dicha decisión, lo que la hace cómplice de la misma, ya que no consta que le haya disuadido de su proceder. Por otra parte, a su jefa de Prensa basta con escucharla en el salón de plenos para saber sus intenciones, bien dando orden de cortar los micrófonos, o viendo como se interpone a la salida del edil, cual escudo humano, evitando que el alcalde reciba recriminaciones tras la decisión tomada, lamentable proceder de ambas personas de confianza del edil.

Carlos Bonet (al fondo de la imagen) junto a José Luis Ramos (Vecinos por Majadahonda). En primer término Pilar de Bustos (VpMJ) habla con Chelo Cantalapiedra, vecina de Arroyo del Plantío y a su lado Maite Martínez (VpMJ).

Y por otro lado tenemos a «Vecinos por Majadahonda«, y lo que viene siendo una nueva entrega de su culebrón, pleno tras pleno. Su candidato a la Alcaldía, Carlos Bonet, en sus funciones de camarógrafo y con un asistente por si fallase su presencia, se convirtieron en dos actores con un guion en el que constan dos preguntas para cada uno, preparadas y elaboradas anteriormente. Un día después, el video con el incidente se hace público y los medios de comunicación lo difunden, ya que en sus redes no reciben el suficiente seguimiento. Seguidos estos pasos, su trabajo finaliza y el trámite se da por concluido. Presentar por Registro oficial municipal dichas cuestiones a las Concejalías a las cuales corresponda, queda descartado, ya que este otro trámite es silencioso y hay que esperar una posible respuesta o no, aunque deja constancia de al menos haber formulado la pregunta, así como del interés por plantearla. Finalizar recordando que ya tan solo les queda el pleno del mes de abril, que imagino que será el capítulo final y similar a los anteriores, pues a partir de ese momento veremos su poder de convicción, tanto en la calle como ante el vecino.

Majadahonda Magazin