MANU RAMOS. La actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, concluirá su legislatura pero en solitario y sin sus socios de Ciudadanos (Cs) tras ganar las elecciones del 4-M (2021) aunque sin mayoría absoluta. Lo podrá hacer gracias al apoyo «gratuito» de Vox, que se ha adelantado a la intención del PP de gobernar en solitario y ha anunciado que apoyará la investidura con el sí o la abstención. La desaparición de Cs es reabsorbida por el PP, que incluso ve sumado un sorprendente voto socialista, si trasladamos aritméticamente la subida y bajada de escaños de ambas formaciones. No obstante, no es tan paradójico si recordamos que varios dirigentes socialistas pidieron el voto para Ayuso, entre ellos el ex presidente madrileño Joaquín Leguina o el hijo del sindicalista de UGT, Nicolás Redondo Terreros. Y es que la Oposición se reorganiza: Más Madrid, el partido de Iñigo Errejón y Mónica García, le da el «sorpasso» al PSOE y aunque suben también los dos partidos más extremos, Unidos Podemos y Vox, lo hacen poco. En Majadahonda, no obstante, los resultados no cuadran tan milimétricamente con los de ámbito autonómico: el «efecto Ayuso» arrastra al PP a la mayoría absoluta (14), con lo que ya no necesitaría a Vox, que permanece prácticamente igual en votos (3 escaños) aunque retrocede un 11% en el total local. Los naranjas de Cs obtienen un 1% más que la media regional (4,5%) y se quedaría con apenas 1 concejal (1.800 votos) desde los 7 escaños actuales, el PSOE también se desmorona y pierde casi 2.000 votos y con ellos pasa de 5 a 3 concejales, mientras que entraría en el Consistorio Más Madrid con 3 concejales y casi 4.000 votos. Unidos Podemos sube de 900 a casi 1.300 votos y acariciaría 1 concejal. Con todo, esta extrapolación seria muy aproximativa, ya que en liza no cuenta ahora «Vecinos por Majadahonda», que no se presentaba a estas elecciones, o «Tú Patria«, escisión de Vox que quiere presentar candidatura en Majadahonda. También se preparan al menos otras dos listas, según pudo saber MJD Magazin de fuentes de sus organizadores, que les han hecho llegar sus intenciones.


4-M Comunidad de Madrid

EDITORIAL. Con estos resultados locales, la apuesta de José Luis Alvarez Ustarroz como candidato a alcalde en 2023 se consolida y pierde fuerza la alternativa del eurodiputado Antonio López Isturiz «Tono« como «recambio» a la inexperiencia del joven edil. De hecho, fue «santificado» durante el último mitin en Majadahonda, donde uno de los intervinientes llegó a exclamar: «¡que grandes cosas ha hecho el alcalde en tan poco tiempo!”. Lo que parecía una broma o un sarcasmo, al calor de estos resultados electorales parece un impulso y seguro que el nuevo alcalde es capaz ahora de convertir las críticas a su gestión en un espejismo y desengañar con ello a quienes las proferían a su entender de forma equivocada. La catástrofe de Cs y PSOE les obliga a su vez a ser muy imaginativos en la búsqueda de conexiones con la sociedad civil y con el electorado, profesionalizando sus estructuras, sobre todo en Comunicación, y refrescando sus realidades y actuaciones más que sus promesas, que ya la mayor parte del público considera vanas. Los socialistas han visto como la renovación les llega por fuera del partido, con un electorado harto de sus luchas intestinas, abiertas o subterráneas. Y Cs se parece cada vez más a UPyD, con lo que parece abocado a la refundación local si quiere sobrevivir a este tsunami interno y externo.

4-M en Majadahonda

Lejanos del 4-M quedan los tiempos en que los nuevos partidos pedían suprimir el Senado o las Diputaciones y adelgazar o fusionar las autonomías y las administraciones para ahorrar gasto público, bajar sueldos políticos y subvenciones o endurecer las incompatibilidades de los funcionarios y empleados públicos, los conflictos de intereses privados o las puertas giratorias en un país que está ya en 4 millones de parados. La división de poderes y las elecciones por distritos siguen siendo asignaturas regenerativas pendientes. El «tren» de la nueva industrialización, que todos los analistas económicos globales coinciden en que deber ser tecnológica y digital, vuelve a pivotar en España sobre las superfluas, costosas e innecesarias obras públicas, con lo que el paro amenaza con convertirse en una lacra perenne e imperecedera, obligando de nuevo a la emigración, al exilio o a la precarización a sucesivas generaciones de jóvenes y clases medias. La necesaria modernización, informatización y eficacia de las 5 administraciones e instituciones españolas (Ayuntamientos, Diputaciones, Autonomías, Senado y Congreso, sin contar el Parlamento Europeo) necesitaría un impulso a través de unos nuevos Pactos de la Moncloa como los de la Transición, despejado el panorama de los partidos extremistas y radicales (Vox y Podemos) que han sido reducidos a un progresivo carácter testimonial y que poco a poco desaparecerán, como ocurrió con el Partido Comunista y Fuerza Nueva. Por último, el aumento de la participación en las urnas consolida la democracia y despeja incertidumbres totalitarias en unos graves momentos económicos y sanitarios, siendo esta la mejor noticia que ha traído el 4-M.

Majadahonda Magazin