Vox ha desaparecido como segunda fuerza política en la capital en favor de Más Madrid. En las 3 principales ciudades del Oeste lleva el mismo camino

LIDIA GARCIA. «Por encima de los discursos políticos, el éxito de Vox en la noche del 4-M estuvo en resistir a la capacidad de arrastre de Díaz Ayuso. Frente a las elecciones generales de finales de 2019, sufrió un agudo retroceso: se dejó un 9% de aquellos apoyos. Sin embargo, en comparación con las autonómicas de mayo de aquel año, pudo celebrar un timidísimo crecimiento (0,25% más de votos que en 2019, para 42.993 sufragios). En la capital, Vox retrocedió ligeramente en los distritos más ricos (con el -1,3% de Salamanca como suelo), y avanzó tímidamente en los más pobres (con el 1,4% más de Puente de Vallecas como techo). En las grandes ciudades subió ligeramente, incluyendo aquellas en las que tradicionalmente domina la izquierda: Móstoles, Alcalá de Henares, Leganés, Fuenlabrada, Rivas… En cambio, sufrió un retroceso en alguno de los grandes graneros electorales del PP: Pozuelo, Majadahonda o Las Rozas«. Segundo informe que contradice la versión oficial de Vox sobre sus resultados en el Oeste de Madrid. Al realizado por el periódico «El Confidencial» se suma ahora otro elaborado por los periodistas Juan José Mateo y Luis Sevillano en el diario El País:


«Vox apoyará la investidura de la líder del PP sin pedir nada a cambio, pero plantea negociar votación a votación durante los dos años que durará una legislatura en la que la formación conservadora suma más escaños (65) que toda la izquierda (58). “Nuestros votos serán decisivos para absolutamente todo”, advertía Monasterio cuando aún retumbaba la charanga de la celebración», señala la noticia. Ese apoyo «gratuito» es el mismo que mantienen en Majadahonda, aunque a cambio de que sus 3 concejales y 1 asesor tengan jugosos sueldos y dietas municipales, Vox no negocia cada votación sino que se entrega al PP «cautivo y desarmado», por emplear su propia terminología.

Y es que esta bajada de apoyos porcentuales en los 3 grandes bastiones del PP (Pozuelo, Majadahonda y Las Rozas, mientras que en Boadilla resiste por la actitud más independiente de sus concejales voxeros), se produce cuando el partido de Abascal ha resistido mejor que Cs, PSOE y Podemos el «aguacero Ayuso»: «Como en Madrid nunca votaron más electores a la derecha (por primera vez lo han hecho más de dos millones de madrileños), ni jamás obtuvieron sus representantes un porcentaje de voto tan alto (más del 57%), sus dirigentes han visto reforzada la tesis de que la fusión que patrocina Pablo Casado es innecesaria, porque Vox lleva a las urnas a votantes a los que el PP no atrae. Y eso tendrá un precio mientras que los conservadores necesiten a la extrema derecha para gobernar».

El «entreguismo» de Vox al PP en Majadahonda, único lugar donde los populares le han dejado gobernar juntos, «no tiene precio», como suele decirse popularmente. Y cuando lo ha tenido, ha sonrojado a propios y extraños: sacar de un sorteo 3 viviendas sociales para dárselas a sus concejales con destino a «madres que no han querido abortar» (en Majadahonda no hay ninguna lista de espera que regule estas peticiones) ha sido la más vergonzante. El resto de las concesiones han debido de producirse «bajo cuerda» ya que públicamente no se conoce ninguna, salvo el «mantra» con el que Vox cree convencer a los suyos, muchos de los cuales han regresado al PP, la abstención, al nuevo partido «Tú Patria» o incluso a la Falange.

“Los dos años anteriores no ha habido mucha actividad legislativa”, recordó Iván Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario de Vox, durante una entrevista en 13tv. “Es verdad que ha sido, por un lado, el año del covid, y que por otro estoy seguro de que [a Díaz Ayuso] le han resultado muy difíciles ciertos compañeros de gobierno que tenía”, añadió, en referencia a Cs. “Ahora se abre un periodo, una vez despejados ambos impedimentos, en el que vamos a ver cuál es la relación, sabiendo que van a depender de nosotros para absolutamente todo”, subrayó. “Vamos a apoyar la investidura sin condiciones”. Y después, puntualizó: “A partir de ahí se abre un periodo de dos años en el que si quiere aprobar los Presupuestos, algún tipo de legislación, tendrá que contar con nuestros votos”.

 

Majadahonda Magazin