LIDIA GARCIA. “He sufrido discriminación desde niña. Algunos padres separaban a sus hijos de mí (y de mis hermanos) para que no jugaran con negros. Han llegado a tomarme por prostituta en Majadahonda, mi propia casa”. Este es el testimonio de Alejandra (21 años), una chica (en la imagen) que nació en Madrid y vive en Majadahonda, aunque su madre procede de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. «Aún así, es tratada como una intrusa en su propio hogar. “Incluso, he vivido la situación de que la policía me pida mi documentación, sin motivo, y con más gente alrededor”, añade esta vecina majariega en una entrevista con la periodista Lara Zofio en la revista Cuv3. «Alejandra se siente y es española, pero ¿es considerada una más nuestra sociedad? “No, me tratan como si fuera extranjera” protesta. Y no es la única que se queja de este tipo de situaciones. En el reportaje, la revista se pregunta: ¿Qué dicen los expertos?. Y responde: «Si alguien nacido fuera de nuestras fronteras pasa años viviendo aquí (cumpliendo una serie de requisitos) adquiere la nacionalidad española. Sin embargo, esto no le asegura la aceptación social. Asimismo, en ocasiones ocurre que personas nacidas en España, es decir, sin ninguna otra nacionalidad, tampoco son tratadas como nativos. Esto es habitual entre los que se conocen como “inmigrantes de segunda generación”, o sea, hijos de inmigrantes.


Lara Zofio

Una encuesta del Real Instituto Elcano afirma que “la integración de la segunda generación de inmigrantes está aumentando en España: mejoran sus aspiraciones y expectativas, aumenta su identificación con el país y son muy pocos los que se sienten discriminados.” Otros estudios secundan estas afirmaciones, como el titulado «Percepciones de discriminación en los hijos de inmigrantes en España», editado por «La Caixa» en 2012, así. como «Crecer en España. La integración de los hijos de inmigrantes», de 2014. «Sin embargo, cada caso es un mundo. Algunos extranjeros están completamente integrados. Por el contrario, existen españoles que, como Alejandra, se sienten extraños en su país», indica esta publicación, que finaliza así: «De primeras, el término “inmigrantes de segunda generación” no es preciso, puesto que si nacieron aquí significa que no han migrado, y menos inmigrado”.

Majadahonda Magazin